Crisis y empleo en Cuba

HAVANA TIMES, 13 Julio (IPS) – En el mundo, el empleo vive momentos críticos. Por poner un ejemplo cercano, solo en México, en un día de la crisis, fueron despedidos más de 20.000 trabajadores, según Mario Sánchez, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo.

En Cuba, las autoridades sostienen que ese panorama será diferente. Margarita González, ministra de Trabajo y Seguridad Social, afirmó a mediados de junio, en Ginebra, que en la isla no se descargará la crisis sobre las espaldas del pueblo, ni se acudirá al despido, ni se desprotegerá a nadie.

Ante la Conferencia Internacional del Trabajo que sesionó en esa ciudad del centro de Europa occidental, la ministra afirmó: “compartiremos entre todos los recursos disponibles. Ningún cubano quedará abandonado a su suerte”.

González reconoció que su país no está exento de sufrir los impactos de la crisis global, a lo que se suman las afectaciones del bloqueo de Estados Unidos en contra de la voluntad de la comunidad internacional y de las 17 condenas que ha recibido en la Organización de las Naciones Unidas.

Según indicó, “nadie puede predecir el desenlace ni consecuencias de la crisis económica y financiera que azota al mundo. Lo predecible es que no se resolverán los problemas con discursos, inyecciones de dinero a los bancos que especularon y con reuniones de poderosos a espaldas” de Naciones Unidas.

Para la ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social, nombrada en marzo pasado, los países del Sur sufren mayormente, como siempre, las consecuencias de las contradicciones e irresponsabilidades del sistema capitalista de producción, que han agravado la crisis con la imposición del neoliberalismo y la especulación financiera.

Los últimos datos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre las tendencias mundiales del empleo, de mayo, pronosticaban que el desempleo del presente año afectará a una masa de entre 210 y 239 millones de personas, lo que equivaldría a tasas de 6,2 y 7,4 por ciento de la población económicamente activa, respectivamente.

En comparación con el panorama de 2007, el estudio prevé que el número de desempleados se incrementará en 2009 entre 39 y 59 millones.

La OIT señala que la mayor parte del déficit global del empleo, en cifras absolutas, se produce en los países en desarrollo. Sin embargo, admite que algunos países industrializados podrían alcanzar tasas de desempleo más altas. Por otro lado, concluye que si la creación de trabajo decente en los países en desarrollo y las economías emergentes sigue siendo débil, es probable que se incrementen las presiones de emigración hacia los países más ricos.

“La crisis no se resuelve con medidas técnicas ni regulatorias; menos aún fortaleciendo el papel de las instituciones financieras, cuyas políticas contribuyeron a generar este flagelo actual”, dijo en Ginebra la ministra González.

A su juicio, la OIT está obligada a desempeñar un importante papel en la búsqueda de soluciones, al defender el Pacto Mundial de Empleo, fortalecer la estructura de protección social y el aumento de la inversión pública.

Otra alusión a la situación de Cuba la hizo el doctor Alfredo Jam Massó, Premio Nacional de Contabilidad 2005, en una conferencia magistral sobre “Retos y perspectivas de la economía cubana”, durante el VI Encuentro Internacional de Contabilidad, Auditoría y Finanzas.

El experto recordó que los huracanes y las intensas sequías también se han hecho sentir sobre la isla, que para enfrentar la actual crisis mundial ha tenido que ajustar, en más de una ocasión, sus planes y presupuestos de 2009, máxime cuando decrece el precio de rubros exportables como el níquel, el tabaco y los productos del mar.

No obstante, reiteró que pese a que la mayor de las Antillas sufre una contracción del crédito y la inversión, así como la disminución de sus reservas estratégicas, el Estado no abandona a ningún ciudadano a su suerte y exige a cada persona trabajar y dar lo mejor de sí, y a las empresas ser eficientes.

En un amplio trabajo sobre las consecuencias de la crisis para el país, el diario Juventud Rebelde reconoció que las producciones de empresas estatales están cayendo debido a la crisis, entre ellas las de neumáticos, jabones, refrescos y helados, pero destacó que “en ninguno de los centros donde las producciones están paralizadas, nadie ha sido despedido; la fuerza de trabajo se emplea en labores de mantenimiento y otras funciones”.