Consorcio militar propone app para las colas de gasolina
Las autoridades llaman a celebrar el Primero de Mayo «con una visión que enarbole los valores del patriotismo, unidad, alegría y compromiso»
HAVANA TIMES – «Si eso es en La Habana qué será del campo», clama un camagüeyano ante el anuncio de reorganización de las gasolineras en la capital hecho este martes por el estatal Cimex. La escasez de combustible, pese a las llegadas de petroleros en los puertos de la Isla, está al límite y así lo han entendido los cubanos tras la decisión del Gobierno de suspender el desfile del Primero de Mayo, el evento anual más importante para el régimen.
Cimex, parte del consorcio militar GAESA, hizo pública una nota de prensa con la que intentaba dar imagen de transparencia y llamada a la calma, pero los clientes entendieron poco de un texto que delega en otros las medidas que no se toman.
Garantizar el flujo constante de ventas reforzando turnos, designar a personas que organicen el trabajo en cada gasolinera, recordar a los jefes de sucursal que deben informar a la población, organizar «servicios de respuesta rápida», recepcionar las quejas de los clientes, fortalecer la colaboración con las autoridades para actuar en caso necesario… de toda una lista de ideas vacías la población apenas entendió una de las medidas, la única tangible:
«Se ratifica la prohibición de venta de combustible en cualquier tipo de envases. Se podrá habilitar solo en los tanques de combustible de los medios de transporte hasta los límites establecidos», reza una de las «acciones organizativas». También intuyeron los habaneros lo que se puede esperar de la vaga propuesta final.
«Se ratifica la prohibición de venta de combustible en cualquier tipo de envases. Se podrá habilitar solo en los tanques de combustible de los medios de transporte hasta los límites establecidos»
«Se comenzó de modo experimental un sistema para perfeccionar la organización de las colas de conjunto con los factores de la comunidad y se encuentra en proceso de prueba una aplicación informática con igual propósito», concluye la nota de Cimex. Horas después, en Tribuna de La Habana se elogió al presidente del Consejo Popular de Rampa, Pedro Lizardo, «persona abnegada, desinteresada y esforzada», que creó un grupo de WhatsApp para gestionar la cuestión.
«Ya no será necesario estar días y madrugadas enteras para adquirir combustible. En esa aplicación se dará la cantidad de combustible recepcionado en el Cupet y para cuántos carros alcanza. Es decir, usted se pone en la lista, coge su número y no debe ir más por allí hasta que consulte su WhatsApp y aparecerá de qué número a qué número alcanza el combustible recibido», celebra el autor, que pide muchos pedros para el país.
Pero en las redes las alabanzas escaseaban tanto como la gasolina. «Tengo entendido que son 40 litros por carro –cuestionaba una usuaria–. Yo tengo un Polaco, el tanque es pequeño y nada más puedo echar 20 y los otros 20 litros los pierdo porque no me permiten envases. Por eso mismo esos otros 20 le quedan para ellos, sigue el abuso», concluía, apoyada por otro usuario.
Los ánimos están que arden, pero Ulises Guilarte, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), asistió al programa televisivo Mesa Redonda para hablar de la cancelación del desfile del Primero de Mayo y llamó a desarrollar las actividades sustitutivas «con una visión que enarbole los valores del patriotismo, unidad, alegría y compromiso».
La prensa oficial ha despachado con 230 palabras la cancelación de los festejos y aunque Granma le ha dado ese espacio en portada, las autoridades se centran en restar importancia a una anulación que indica que ya ni se pueden mantener las apariencias.
Guilarte reiteró en horario de máxima audiencia lo que ya había adelantado horas antes y pidió máxima convocatoria para convertir «la celebración en tribunas abiertas de denuncia al criminal bloqueo económico-comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, así como contra la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo».
La festividad del Primero de Mayo, que se celebra en una gran mayoría de países del mundo, es una jornada de reivindicación para los trabajadores, que, liderados por los sindicatos, se centran en pedir a gobiernos y empresarios mejoras en derechos laborales y salariales o cambios legislativos que les afectan.
Se dedicó, no obstante, a expresar su solidaridad con los trabajadores que «viven en condiciones de explotación y discriminación, en contextos impactados por la crisis del sistema capitalista»
En Cuba, sin embargo, se llama a «ratificar el acompañamiento, desde la CTC y los sindicatos, al avance y perfeccionamiento del Modelo Económico–Social de Desarrollo Socialista y su obra de respeto por los derechos humanos, a la implementación de políticas públicas e inclusivas de equidad y justicia social, que se convierten en escudo para enfrentar la arremetida imperial a sus pretensiones de socavar la identidad nacional y fracturar nuestras raíces desde la colonización cultural, irrespetando los símbolos y valores sagrados de la Patria», dijo el líder sindical, que es, claro, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba.
Se dedicó, no obstante, a expresar su solidaridad con los trabajadores que «viven en condiciones de explotación y discriminación, en contextos impactados por la crisis del sistema capitalista y sus políticas neoliberales», olvidando que esos compañeros, sí saldrán a diferencia de los cubanos, a pelear por sus derechos en sus respectivos países.
Alfredo Vázquez, secretario de la CTC en La Habana también quiso tirar de épica para llamar a los capitalinos a participar en el acto convocado en el Malecón, al que se refirió como un «espacio de movilizaciones para patentizar el derecho de Cuba a su soberanía e independencia, marchas del pueblo combatiente para exigir el regreso del niño Elián González y de los Cinco Héroes entre otros hechos significativos de nuestra historia».
Se atrevió Vázquez a pronosticar la participación de 120.000 habaneros que podrían parecer muchos a la audiencia hasta que añadió que venían de «municipios seleccionados», eliminando toda concesión a la creencia de que el Primero de Mayo en Cuba tiene algo de espontáneo. A ellos se sumarán más de 1.000 delegados extranjeros y trabajadores condecorados para la ocasión.
«Se prevé un acto colorido, compacto y entusiasta donde los trabajadores expresen de forma diversa con iniciativas propias sus motivaciones en respaldo a la Revolución», resumió ante una audiencia más preocupada por el avance de la cola que por una fiesta que no lo será.