¿Cómo será la temporada ciclónica 2020 en el Atlántico?

Por Yanet Díaz

HAVANA TIMES – Este 1ro de junio comenzó la temporada ciclónica en el Atlántico, y ya tuvimos las tres primeras tormentas tropicales con nombre –dos de las cuales se formaron antes del inicio oficial de la temporada. Por fortuna ninguno de estos sistemas ha afectado a Cuba.

En estos momentos, la mayoría de los pronósticos coinciden en que el presente periodo de huracanes será más activo de lo normal, con una probabilidad del 60% de que esto ocurra (ver Figura).

Probabilidad de que la temporada ciclónica 2020 tenga una actividad: normal, por encima o por debajo de lo normal.

En concreto, los pronósticos indican que pueden ocurrir de 13 a 19 tormentas tropicales con nombre; de estas, de 6 a 10 pudieran convertirse en huracanes, de los cuales de 3 a 6 pueden alcanzar las categorías 3, 4 y 5 en la escala de Saffir-Simpson.

En la siguiente tabla se muestran estos números y se comparan con los valores del promedio climatológico histórico. Como se puede ver, las cifras pronosticadas están por encima del promedio. 

  Pronóstico temporada 2020 Promedio histórico

(1981-2010)

Tormentas con nombre

(vientos de 63 km/h o superiores)

13-19 12
Huracanes (vientos  de 120 km/h o superiores) 6-10 6
Grandes huracanes, categorías 3, 4 y 5 (vientos de 170 km/h o superiores) 3-6 3

Tabla: Número de tormentas tropicales y huracanes pronosticados para el 2020, en comparación con los promedios históricos ocurridos de 1981 a 2010.                          

Ahora bien, ¿cuáles son las condiciones que estarán propiciando una temporada tan activa? En primer lugar, el desarrollo de un evento La Niña, que ya ha mostrado sus primeros indicios este año. Recordemos que El Niño puede suprimir la actividad ciclónica en el Atlántico, mientras que la fase contraria, La Niña, contribuye a intensificarla y favorecerla. Cabe destacar que años previos, cuando se ha desarrollado La Niña han ocurrido temporadas ciclónicas muy activas en cuanto al número de ciclones en el Atlántico, ejemplos de estos años son 2010, 2011 y 2016, con un total de 19, 19 y 15 ciclones tropicales, respectivamente.

En segundo lugar, la temperatura de la superficie del mar en el Atlántico tropical y en el mar Caribe presenta valores bastante altos. Como se puede observar en la siguiente figura, estos dos cuerpos de agua presentan anomalías positivas de temperatura (zonas en amarillo), lo que significa que el agua está más caliente de lo habitual en esta época del año. Estas altas temperaturas representan una gran cantidad de energía disponible para el desarrollo de los ciclones.

Anomalía de temperatura superficial del mar (Fuente: National Hurricane Center)

De este modo, queda claro que debemos estar preparados más que nunca para esta temporada ciclónica, ya que desafortunadamente basta con que un solo huracán intenso impacte tierra en Cuba para que los efectos sean devastadores.

Además, la crisis sanitaria por la que atravesamos requiere medidas de distanciamiento social, lo cual puede hacer más difíciles los planes de preparación ante el arribo de ciclones. Por esto, las autoridades deben tener en cuenta esta limitante para tomar acción con la debida antelación.