Centro Comercial Carlos III Cerrado

Vicente Morín Aguado

Calle intermedia entre los dos edificios de la Plaza Carlos III

HAVANA TIMES — Esta viernes 24 de marzo no abrió la Plaza de Carlos III, en sus puertas principales aparecieron carteles que indicaban “cerrado hasta nuevo aviso”. Numeroso público se mantuvo arribando al lugar durante todo el día, recibiendo como única respuesta de los custodios la escueta información de que “estamos cerrados por asuntos técnicos, aún no se sabe si abriremos mañana.

Ante el hermetismo de los vigilantes, único contacto posible, desde el público se filtró la noticia referente a una auditoría general, en tanto por la puerta lateral, colindante con la calle Árbol Seco, una empleada se limitó a decir que estaban realizando tareas de limpieza. La gente, molesta, tomó las palabras de los custodios agregando: “Asuntos técnicos, casi seguro es el DTI”, se trata del temido Departamento Técnico de Investigaciones, policía encargada en Cuba de los delitos económicos.”

Aunque las anteriores opiniones no pudieron ser verificadas, pasadas la una de la tarde, utilizando el número 080000724—sistema nacional de atención al cliente—, una operadora identificada con el nombre de Liudmila mostró total desconocimiento del suceso siendo incapaz de ofrecer información al respecto, ni siquiera sabía que la Plaza de Carlos III estaba cerrada.

Se trata de un edificio principal con 10 mil metros cuadrados de planta, multiplicados por 4 pisos, además de una segunda construcción ligeramente menor en área, con hasta tres niveles y varias tiendas accesorias. Considerando las dimensiones de esta TRD, varias personas frustradas en su intento por comprar, coincidieron al afirmar que sólo un asunto extremo provocaría la decisión de cerrar este almacén, considerado el mayor de su tipo en el país.

Acontecimientos anteriores apuntan hacia la probable auditoría general, repentina, entre otros, durante el 2014 se filtraron videos a través del muy popular intercambio de memorias USB, mostrando detalles de un operativo policial contra la venta ilegal de artículos de ferretería, así como  accesorios de autos.

Posteriormente, el 17 de agosto de 2015 la enorme instalación fue evacuada en la mañana ante la alerta de una bomba colocada en su interior.

De este último suceso nada publicó la prensa oficial, aunque los agentes especializados del Ministerio del Interior intervinieron de inmediato aplicando las técnicas de rigor para tales casos. En los alrededores se escucharon frecuentes comentarios aludiendo al refrán popular que dice “río revuelto, ganancia para pescadores.”

Se trata de aprovechar circunstancias extremas imprevistas, tal vez hasta provocadas, para ocultar faltantes de dinero y/o mercancías, parte de una corrupción generalizada en la cual participan empleados y administrativos cuya cifra es imposible determinar.

Un ejemplo elocuente ocurrió a finales del mes pasado, cuando ardió hasta consumirse totalmente la TRD popularmente conocida como “El Cristal”—Variedades de Rayo—, precisamente cuando estaba siendo inspeccionada.

Corresponde a peritos e investigadores determinar las probables conexiones entre estos sucesos, a los que se agregan otros, ofreciendo finalmente a la ciudadanía la merecida información, capaz de clarificar un clima de incertidumbre que mucho molesta a la población.

Vicente Morín Aguado: [email protected]