Carta a Granma (ésta, no publicada)

Por Pedro Campos

El Teatro Karl Marx de La Habana. Photo: Rafique

HAVANA TIMES, 2 de Feb. — A tenor de las muchas cartas que está publicando el periódico  Granma a favor y en contra del cooperativismo en los servicios, el pasado 9 de diciembre le envié la misiva que reproduzco a continuación, la cual no ha tenido a bien publicar hasta ahora, el órgano oficial del PCC.

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En relación con entregar a cuentapropistas y cooperativas los servicios gastronómicos y otros

Algunos compañeros hablan de las cooperativas y los cuentapropistas como si fueran capitalistas. Debe recordarse que el capitalismo se basa en el trabajo asalariado, el que explota fuerza de trabajo ajena, de donde sale la plusvalía (ley dinámica del capitalismo).

El cuentapropista no explota trabajo ajeno, no produce plusvalía, ni por tanto puede tener reproducción ampliada y cuando obtiene súper ganancias es por deformaciones de la economía estatal.

Igual hay compañeros que hablan de las cooperativas, como representantes de la economía privada.

Es no entender que precisamente las relaciones de producción en la cooperativa (propiedad colectiva o usufructuaria de los medios de producción, dirección y  gestión colectiva y repartición equitativa de una parte de las utilidades –ley dinámica del socialismo- luego de pagar impuestos sociales y separar una parte la reproducción ampliada, donde desaparece la contradicción entre el capital y el trabajo) son las nuevas relaciones socialistas de producción, el trabajo libre asociado (cooperativista o auto y cogestionario), que deberá sustituir el trabajo asalariado del capitalismo y extenderse a toda la economía industrial y los servicios en la etapa socialista, hasta llegar al comunismo. (El Capital Cap. XXVII, Tomo III)

Los que piensan que las cooperativas, por pertenecer colectivamente a personas individuales, son formas de “producción capitalistas,” no tienen en cuenta que la forma de explotación es lo que caracteriza la propiedad: es propiedad esclavista si se explota con trabajo esclavo, feudal si se explota con trabajo siervo,  capitalista si se explota con trabajo asalariado y es socialista si se produce con trabajo libre asociado.

Por eso Marx y Engels precisaban en el Manifiesto Comunista que la propiedad que había que erradicar era la propiedad capitalista, no la individual, no cualquier tipo de propiedad. Ellos precisaron también muchas veces, que solo cuando la propiedad sea socializada, es decir perteneciera a todos, individual o colectivamente, no al estado, habría verdadera propiedad individual.

El hombre solo será verdaderamente libre cuando no dependa  de otro, capitalista o estado, para ganarse la  subsistencia, lo cual será cuando sea dueño individual o colectivo de las condiciones de su reproducción.

Muchas veces Marx significó que los obreros, para hacer el socialismo, tendrían que dejar de ser esa clase asalariada explotada por el capitalismo, convertirse en clase para sí,  abolir el trabajo asalariado y transformarse en la nueva clase de trabajadores libres asociados. Algo frecuentemente olvidado por los partidarios del “socialismo real.”

El tema es muy amplio para ser abarcado en una cuartilla. En otra ocasión podría ser ampliado.