Buena Fe y su álbum “Catalejo”

Puente Musical desde Cuba*

Osmel Almaguer

El Duo BUENA FE. Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Una de las más logradas producciones discográficas del dúo cubano Buena Fe, es su álbum “Catalejo”. Tanto desde el punto de vista musical, como por sus letras llenas de sátira, reflexión y poesía.

Grabado en al año 2008, es el quinto de un total de siete discos en la última década, desde el debut de la agrupación en la escena musical cubana.

Han trabajado la mayoría de las canciones con mucha intencionalidad. En ellas, el ser cubano se define tanto desde lo rítmico como desde lo semántico, lo histórico y lo cultural. Sin embargo, también sobran razones para afirmar que se trata de una obra universal.

Temas concernientes al hombre de todos los tiempos y naciones, como el amor, la confianza, el arte y la muerte, entre muchos otros; se mezclan en ritmos internacionales como el rock n´roll, el pop, la balada, el funky y el hip hop, claro está, sin dejar de aprovechar las posibilidades que brindan los ritmos del patio.

La figura simbólica del catalejo se constituye aquí en instrumento trascendental. Más allá de una visión crítica de la sociedad, a la que ya nos tienen acostumbrados los jóvenes músicos, el nuevo artilugio, ya en nuestras manos, nos facilita una visión englobadora, de una condición humana indiscutible, y con un nivel de sugerencia y placer estético notables.

De los doce temas incluidos en esta producción, algunos se hacen notar por sobre otros, debido a su intensidad, nivel de sugerencia o melodía. Son los casos de “Los barcos en el puerto”; “Cada país”; “En cueros”; “Lástima”; “Catalejo”; “A la muerte” y “Viernes, sábado y domingo”.

“Los barcos en el puerto”, por encabezar el orden, nos acerca a ese punto estratégico de la ciudad, en que comienza y termina todo (el puerto), como boca y punto de partida hacia otros horizontes. Deja abierta una ventana al segundo tema del disco “Cada país”, que toca zonas sensibles de esa otra identidad cubana, la del desterrado, la del desarraigo, el extravío de las raíces y el impacto de las fronteras en la vida emocional de las personas.

“En cueros”, por su parte, es un canto a la autenticidad, a la par que una denuncia sociológica, en la que el poder y los medios de difusión llevan la peor parte. “Lástima”, de lenta cadencia, abre todo un abanico semántico desde lo afectivo, pero hacia distintos tipos de amores, el carnal y paternal (este último en probable alusión política).

“Catalejo”, la que da título al fonograma, engloba la intensión de la obra, y fija límites e intenciones a la hora de comunicar al público. Es aquí que el dúo despliega todo su arsenal irónico.

Con “A la muerte”, podían haber terminado el disco. Este tema es la intensidad materializada. Pura pasión. Pura poesía. Me recuerda una pintura bien conocida de las artes plásticas cubanas, perteneciente a  Carlos Enríquez. ¿Su título? Supongo que ya lo saben.

“Viernes, sábado y domingo”, penúltima en el orden. Relajante, agradable, como los fines de semana. Aunque claro, donde cunden las necesidades y el trabajo, los fines de semana no lucen igual.
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(*) El Puente Musical desde Cuba: Este material es parte de una serie con el fin de promover la comunicación entre la gente de las diversas regiones del planeta.  Estaré utilizando una narración sencilla para hacer llegar al público interesado el mensaje que trasmiten esas canciones cubanas que por su escaso potencial comercial y las dificultades que supone su traducción, a veces permanecen en un estancamiento comunicacional, a pesar de ser verdaderas joyas de la cultura cubana.