Breve historia del embargo: La mayor manipulación política en la historia de Cuba

Por Vicente Morín Aguado

Fulgencio Batista y Fidel Castro. Fotos de archivo / cubanet.org

HAVANA TIMES – Había una vez un alemán barbudo que vivía en Londres, disfrutando de la libertad que solo el capitalismo de la Inglaterra victoriana podía garantizarle en Europa. Allí, donde descansa en la paz de los sepulcros, inventó el comunismo.

Al paso de un siglo, un joven en La Habana leyó entusiasmado el Manifiesto del Partido Comunista. Se hizo miembro en secreto de esa agrupación, en tanto autorizó a su hermano menor, eterno compañero de aventuras, a militar abiertamente en la entonces perseguida organización. Ambos juraron aplicar las enseñanzas de Carlos Marx, si un día gobernaban a Cuba.

Y gobernaron, bien se sabe, hasta el día de hoy. Estamos ante el origen del embargo/bloqueo.

En la madrugada del 1ro de enero de 1959, el dictador Fulgencio Batista escapó de Cuba, mientras Fidel Castro designaba un nuevo Gobierno en su condición de Comandante en Jefe del ejército guerrillero que dominaba el país.

Batista había gobernado casi 7 años, obviando la Constitución de la república, según unos estatutos que le permitían hacer leyes contando con un Consejo de Ministros elegido por el propio jefe de Estado. Al rebelarse contra el usurpador, Castro había jurado restablecer la pisoteada Carta Magna, votada en 1940 por una Asamblea elegida en ejemplar ejercicio democrático, con la participación activa, incluso, de seis delegados comunistas.

Bastó un mes de contenida impaciencia y el 7 de febrero, bajo la presión de quien detentaba el poder militar, junto al aplauso casi unánime de toda la sociedad, el joven guerrillero restableció con nombre nuevo los estatutos batistianos y, una semana después asumió el cargo de Primer Ministro, esta vez convertido en gobernante supremo.

Ambas cámaras legislativas fueron suspendidas para siempre, las leyes serían dictadas por su persona con el apoyo de un Consejo de Ministros que él mismo, celosamente, designaba y cambiaba a su antojo.

Del dicho al hecho

Hechos los cambios pertinentes, todavía jurando y perjurando que NO ERA COMUNISTA, decidió aplicar los mandamientos del inventor de tan controvertido proyecto social:

 “1. Expropiación de la propiedad territorial y empleo de la renta de la tierra para los gastos del Estado. 2. Fuerte impuesto progresivo. 3. Abolición del derecho de herencia. 4. Confiscación de la propiedad de todos los emigrados y sediciosos. 5. Centralización del crédito en manos del Estado por medio de un Banco Nacional con capital del Estado y régimen de monopolio. 6. Centralización en manos del Estado de todos los medios de transporte. 7. Multiplicación de las empresas fabriles pertenecientes al Estado y de los instrumentos de producción, roturación de los terrenos incultos y mejoramiento de las tierras, según un plan general. 8. Obligación de trabajar para todos; organización de ejércitos industriales, particularmente para la agricultura.” (Esta y otras citas tomadas de centromarx.org PDF/ Manifiesto del Partido Comunista.)

Subrayo los puntos 1 y 4, porque fueron los primeros en aplicarse. El No. 4 de inmediato, al crearse un ministerio de bienes malversados, encargado de la confiscación de propiedades vinculadas al dictador y sus cercanos colaboradores.

El No. 1 aplicado el 17 de mayo de ese año 1959, al proclamarse la Ley de Reforma Agraria, reduciendo la tenencia de la tierra a un máximo de 30 Ca. De hecho, fueron liquidados un centenar de grandes propietarios, entre ellos empresarios de los Estados Unidos.

Fidel Castro y Richard Nixon

El presidente Eisenhower, acostumbrado a los grandes acontecimientos, reaccionó con calma frente a los atrevimientos del joven cubano. El célebre general dejó caer algunas amenazas en torno a la estrecha relación entre la agroindustria azucarera cubana, el corazón de la nación, y el mercado estadounidense. En Washington estaban perplejos, así lo testimonió el vicepresidente Richard Nixon, quien se entrevistó con Fidel Castro el 19 de abril y opinó sobre su personalidad:

“O increíblemente ingenuo sobre el comunismo o está bajo la disciplina comunista”, mi opinión es lo primero.” Agregando el político californiano: “Independientemente de lo que pensemos de él, será un gran factor en el desarrollo de Cuba y muy posiblemente en el desarrollo de los asuntos latinoamericanos en general “. (Richard M. Nixon, borrador del resumen de la conversación entre el vicepresidente y Fidel Castro, 25 de abril de 1959)

En Moscú seguían con mucha atención los andares de aquel joven populista que olía a comunismo, aunque repitiera públicamente lo contrario. Muy pronto supieron la verdad cuando en fecha mantenida en secreto, pero el hecho es obvio, un conocido geógrafo cubano, militante declarado del antiguo Partido Socialista Popular (Comunista), Antonio Núñez Jiménez, se apareció en la Unión Soviética, nombrado meses más tarde embajador y, reconocido con inusual rapidez Doctor en Ciencias Geográficas (1960) por la Universidad Lomonosov.

En febrero de 1960 llega a La Habana Anastas Mikoyán, miembro del politburó, comisionado especial para Cuba. Se firmaron acuerdos por 100 millones de dólares equivalentes en créditos soviéticos, además de la conformidad para intercambiar azúcar por petróleo.

El 29 de junio soplaron ráfagas huracanadas cuando las empresas TEXACO, Shell y ESSO se negaron a procesar crudo soviético, lógica decisión al considerar que tenían suministro propio a escasa distancia.

El conflicto era impostergable, Castro había develado su apuesta por el país que iniciaba con éxito la conquista del Cosmos.

De la apuesta soviética a la crisis del proyecto comunista

Los hielos al norte del trópico debieron derretirse antes de tiempo aquel verano de 1960, calentados con la apuesta de Castro por la Unión Soviética frente a Estados Unidos. El petróleo comunista, rechazado en Cuba por TEXACO, Shell y ESSO, desató una tormenta que perdura increíblemente después de la desaparición de la URSS.

El 6 de julio, Eisenhower decidió enseñar el puño, reduciendo en 700 mil toneladas de azúcar las compras a Cuba, de una cuota de 3 millones 119 mil, prevista entre ambos países.

La Compañía Cubana de Electricidad confiscada en 1960. ARCHIVO

Ese mismo día, Fidel respondió nacionalizando todas las empresas del poderoso vecino norteño en Cuba. Lo que siguió se sintetiza así:

  • Julio-agosto: expropiación de las principales empresas estadounidenses: 36 centrales azucareros, la Cuban Telephone Company y la Compañía Cubana de Electricidad
  • Septiembre 17: nacionalizados los bancos estadounidenses.
  • Octubre: confiscación de 376 grandes empresas de capital cubano.
  • Estatización de todo el sistema bancario.

Washington inicia lo que históricamente se ha llamado embargo, el 17 de octubre, al suspender todas las exportaciones a Cuba, excepto alimentos, medicinas y servicios médicos.

Las nuevas empresas estatales cubanas capearon el temporal comerciando abiertamente con el gigante comunista. El plan marxista continuó adelante:

  • Agosto-octubre de 1960: confiscación de todos los medios de transporte

Para finales de año el 95 % de la economía estaba en manos del Estado.     

El 3 de enero de 1961 Eisenhower anuncia la ruptura de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Fidel Castro.

Instalado en el despacho oval, John F. Kennedy completa el embargo al decretar la prohibición de todo tipo de importaciones del 3 y al 7 de febrero.

Cuba seguiría su programa comunista al pie de la letra. El extremo se alcanzó en octubre de 1962, cuando aviones espías de EE.UU. descubrieron la instalación de cohetes de alcance medio dotados con ojivas nucleares. Castro recomendó a su preceptor Nikita Krushev disparar primero en caso de un ataque inminente.

  • Junio de 1961: estatización de la enseñanza privada y prohibición de la instrucción religiosa: “¡quítense esos trapos! Si todavía saben rezar, recen, porque pronto se les acaba todo.” Así conminaban las autoridades a 584 miembros del clero, expulsados del país de mayo a septiembre de ese año.
  • Agosto 5 al 7 de 1961: cambio de la moneda. Apropiación por el Estado de los depósitos bancarios superiores a 10 mil pesos. Tope de tenencia en efectivo hasta 500 pesos.
  • Marzo de 1965. “Ofensiva revolucionaria”, liquidación del resto de pequeños propietarios, incluyendo hasta humildes trabajadores por cuenta propia.

El embargo/bloqueo ha durado hasta el día de hoy, a veces suavizado por algunos presidentes-Carter y Obama-, ahora reforzado por la Administración Trump, que decidió aplicar el Título III de la Ley de libertad y solidaridad democrática con Cuba, (Ley Helms-Burton de 1996.) Citamos el último por cuanto de la sección 301:

“Para disuadir el tráfico de bienes confiscados ilegalmente, los ciudadanos estadounidenses que fueron víctimas de estos decomisos deberían contar en los tribunales de Estados Unidos con un recurso judicial que impidiera que los traficantes se beneficiaran al explotar económicamente las incautaciones ilegales de Castro.”

Las nacionalizaciones están previstas en la mayoría de los textos constitucionales vigentes. ¿Por qué eran ilegales las ejecutadas en Cuba?

Belascoain 960 una tienda con articulos IMUSA

Las confiscaciones fueron ordenas por un gobierno de facto, desconociendo la Carta Magna de 1940, que ese Gobierno juró públicamente defender, modificando incluso artículos definitorios de los derechos ciudadanos, no por una cámara de diputados elegida por el pueblo, sino por un Consejo de Ministros designado por un líder político amparado en la fuerza.

No ha de extrañarnos tal ejecutoria, pues literalmente Fidel Castro cumplía órdenes de Carlos Marx y Federico Engels:

 “Esto, naturalmente, no podrá cumplirse al principio más que por una violación despótica del derecho de propiedad y de las relaciones burguesas de producción, es decir, por la adopción de medidas que desde el punto de vista económico parecerán insuficientes e insostenibles, pero que en el curso del movimiento se sobrepasarán a sí mismas y serán indispensables como medio para transformar radicalmente todo el modo de producción.” (Manifiesto de Partido Comunista, 1848, ídem.)

El carácter arbitrario de las incautaciones llegó al extremo de suprimir un sensible párrafo del artículo No. 24 de la ya estrujada Constitución: “…el derecho del expropiado a ser amparado por los tribunales de justicia, y, en su caso, reintegrado en su propiedad. La certeza de la causa de utilidad pública o interés social y la necesidad de la expropiación corresponderá decidirla a los tribunales de justicia en caso de impugnación”.

De facto, las víctimas carecían de amparo judicial.

Legalmente se reconoció el derecho de los afectados a recibir una indemnización, que se fijaría teniendo en cuenta el valor de las fincas declarado ante las oficinas municipales con anterioridad al 10 de octubre de 1958. Los pagos se efectuarían en bonos del Estado, considerados valores públicos, cuyas emisiones se harían por un término de 20 años.

Esta última disposición significaba, primero, que no habría dinero contante y sonante, eran papelitos, promesas de pago para veinte años, hechas por un gobierno que desde mucho antes asediaba por todos los medios posibles a quiénes desposeía de sus bienes. Para muchos de ellos solo quedó la opción de escapar al exilio, en tal caso, otra ley oportunamente emitida, les privaba para siempre de sus propiedades.

Fidel Castro estaba violando juramentos, había destrozado el sistema legal- constitucional y hasta deliraba:

 “Nosotros vamos a tener, dentro de diez años, una producción de leche superior a Holanda y una producción de queso superior a Francia. Para esa fecha pensamos que se sobrepasen las cantidades de 30 millones de litros de leche. Así que habrá para exportar… ya se podrá imaginar”. (Entrevista con Eddy Martin, periódico Hoy, 2 de marzo de 1964.

No obstante, tales desatinos, la colaboración de la URSS le permitió al eterno Comandante burlarse de los EEUU y su bloqueo:

 “… los países socialistas nos pagan precios mucho mejores y tienen relaciones mucho mejores con nosotros que las que tenemos con los Estados Unidos. Hay un dicho popular que dice: ‘No cambies una vaca por una chiva’…” (entrevista Playboy, abril de 1985.)

Epílogo:

Al momento de firmar este artículo, las redes sociales amparan dos peticiones no necesariamente contrapuestas en su contenido, pero sí en sus objetivos políticos inmediatos:

El profesor Carlos Lazo ha recolectado 11466 firmas pidiendo a la Administración Trump levantar el bloqueo/embargo, al menos, durante la vigencia de la actual pandemia coronavirus.

El líder del movimiento Somos más, Eliécer Ávila, muestra 16685 aprobaciones a la petición de levantar el bloqueo interno, dígase las restricciones del Estado sobre los cubanos dentro y fuera de su país, en cuanto a las libertades de expresión, asociación y económicas, para el empoderamiento ciudadano.

A quien escribe le ha sucedido algo curioso:

De cuarentena en Miami, junto a sus compañeros de encierro, han comprado una olla arrocera. Escogieron la muy conocida marca IMUSA.

Ocurrió que, en La Habana, aprovechando las remesas enviadas desde esta ciudad, dos familiares de ellos habían comprado equipos electrodomésticos y, ¡sorpresa!, coincidieron en la ya mencionada marca IMUSA.

Está probado que las empresas estatales de Cuba, adquieren regularmente desde hace años millones de dólares en alimentos made in USA. El pasado 27 de junio varios comerciantes por cuenta propia con licencias para su actividad, recibieron condenas de hasta seis años de cárcel por el delito de comprar unas 15 mil manzanas en la tienda popular La Puntilla. Las frutas eran importadas directamente de este último país.

La Casa Blanca ha reiterado que su embargo no aplica para alimentos, medicinas y suministros médicos.

La vaca de la apuesta ha muerto, ¿qué hay con la chiva, digo, con el bloqueo?

—–

Vicente Morín Aguado:  [email protected]

One thought on “Breve historia del embargo: La mayor manipulación política en la historia de Cuba

  • Es conocido el bloqueo, por razones que se conocen nunca ha funcionado, primero el campo socialista, intercambio CAME, el acuerdo con los rusos nos convertimos en una colonia rusa en américa, a cambio ellos ponían bases militares en cuba y la célebre unidad de espía radio escucha Lurdes, después decimos que teníamos bloqueo.

Comentarios cerrados.