Arthur Miller regresa a La Habana

Milena Recio (Progreso Semanal)

Arthur Miller
Arthur Miller

HAVANA TIMES — En marzo de 2000 el dramaturgo norteamericano Arthur Miller llegó a La Habana. Acompañado por William Styron, el también célebre escritor, Miller vino a conocer de primera mano a Cuba. Sostuvo reuniones con intelectuales y compartió jornadas con Gabriel García Márquez y Fidel Castro.

Unas fotos de Inge Morath, fotógrafa y esposa del autor de La muerte de un viajante, los muestra reunidos en la localidad de Las Terrazas en Pinar del Río.

El corresponsal del diario El País de España, Mauricio Vicent, cronicando estas escenas de entonces, se preguntaba “¿Puede la literatura influir en la política o al menos servir de puente para el acercamiento entre dos países empecinados en el enfrentamiento desde hace 40 años?” El empecinamiento, es deber decirlo, ya acumula catorce años más.

Pero Miller, que murió en 2005, regresa a La Habana ahora, con su obra. Llega a un país todavía más dolido, en el que su literatura de crítica social adquiere sentidos más significativos; a un país que, para la mayoría de los grandes artistas norteamericanos, sigue siendo algo menos que ignoto.

Este viernes se estrena su “Panorama desde el puente”, en la sala Raquel Revuelta de esta capital, en una puesta de Vital Teatro, dirigida por Alejandro Palomino y con versión “respetuosa pero tal vez incisiva” de este y del también dramaturgo y periodista cubano Amado del Pino.

Miller (r) en Las Terrazas con Fidel.
Miller (r) en Las Terrazas con Fidel.

Del Pino ha realizado, durante los últimos años, en total, cinco proyectos -dos versiones y tres obras suyas originales- con Vital Teatro. En los próximos meses serán publicados esos textos en la compilación Triángulo Vital de Ediciones Unión que incluye “Triángulo”, el monólogo “En falso” y “Cuatro menos”, todas representadas por el mismo grupo.

A esta puesta en escena de la obra de Miller en Cuba la preceden otras importantes como la de El precio dirigida por Vicente Revuelta en 1979 y la muy recordada representación de Las brujas de Salem, por Carlos Díaz y Teatro El Público más recientemente.

Del Pino, que ha realizado desde la cercana lejanía de su vida en Madrid esta colaboración ya habitual con Vital Teatro nos presenta la obra e invita a este Panorama… de Miller.

Conociste a Arthur Miller en 2000 cuando visitó La Habana. En años donde era muy poco común que un artista tan gigantesco, norteamericano, visitara Cuba. En aquella ocasión escribiste sobre él. ¿Qué recuerdos tienes de este escritor que fue, como me has dicho antes, “un Nobel que no dieron”?

Miller estuvo en La Habana en marzo del 2000. Escribí para La Gaceta de Cuba de la UNEAC un trabajo que se nombraba “Media hora con Miller en un balcón del Vedado”. Era como una anticrónica, muy sincera. Unos cuarenta teatristas, o quizás un poco menos, nos reunimos junto al maestro. Dijo algunas frases amables. Tal vez estaba agotado pues su agenda incluyó cenas y encuentros con personalidad de primer nivel en nuestro país.

Yo decía -más bien exageraba- en la crónica, que suspiramos aliviados cuando se fue para seguir comentando sobre la grandeza de sus textos, sobre lo buena que fue la puesta de El precio de Vicente Revuelta en 1979.

Miller with Gabriel García Márquez
Arthur Miller durante su estancia en  Cuba en 2000 con el escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Visto desde ahora y leída tres veces casi su brillante autobiografía Vueltas al tiempo; releído su teatro, le encuentro más sentido a esa media hora con él, la visita y todo ese ambiente.

Miller fue profundamente marxista en su juventud. Una obra como Recuerdo de dos lunes, estrenada por cierto en Cuba en los sesenta, está llena de una crítica profunda y honda al capitalismo. Después viene la decepción por lo que va descubriendo en la Unión Soviética y otros países del Este europeo.

Entonces en fecha tan tardía como el 2000, desafiar todas las tensiones y venir a Cuba es o al menos puede verse como una prueba de la robusta independencia de su pensamiento y como una forma de diálogo con ese pensamiento marxista que nunca abandonó, aunque fue crítico con los disparates cometidos en su nombre.

Miller fue muy afín a Latinoamérica. Su encuentro con Neruda lo marcó y le dedica muchas páginas. Su condición de judío -entre casi y nada militante en cuanto a religión pero sí con pertenencia cultural- creo que lo influía también, en esa capacidad para poner la mirada en el diferente.

Panorama desde el puente tiene como base un guión sobre el puerto que le censuraron en los tiempos de la cacería de brujas, que después convertiría en la soberbia metáfora teatral de Las brujas de Salem.

El Puerto de Nueva York y sus luchas sindicales era el tema de esa película que nunca se rodó y lo puso en el punto de mira de los cazadores de brujas de su tiempo, pasando por la delación de la que fue víctima hasta por parte de su colaborador y gran director de escena Elia Kazán.

En Panorama… el puerto está de fondo y se va al interior de la familia de emigrantes a través de ese personaje de Eddie, el protagonista, que es un tipo duro, resentido, enemigo del arte, la belleza, lo diferente.

PANORAMA DESDE EL PUENTE (Fragmento de la versión de Amado del Pino)

EDDIE . ¿Te vas a casar con él?

CATHERINE. No lo sé. Sólo hemos estado… saliendo, nada más. ¿Pero tú qué tienes contra él?

EDDIE. Que no te respeta.

Oye, Katie… si tú no fueras huérfana, ¿no le pediría permiso a tu padre antes de pasarse todo el día contigo?

CATHERINE. Ah, bueno… no pensé que a ti te importara.

EDDIE. Él sabe bien que sí me importa, pero le trae sin cuidado que me importe.

CATHERINE. No, Eddie. Rodolfo me tiene todo el respeto del mundo. ¡Y a ti también!

Cuando cruzamos la calle me coge del brazo… ¡Casi me hace reverencias!

Estás completamente equivocado, Eddie.

EDDIE. Katie, ese muchacho sólo le hace reverencias al pasaporte.

CATHERINE. ¿Al pasaporte?

EDDIE. Claro. Si se casa contigo puede ser ciudadano americano. (OJO REPITO TEXTO Y HAGO ÉNFASIS POR RAZONES QUE CONOCEMOS Y BIEN ACTUALES MIENTRAS TECLEO EN MADRID Y EN LA HABANA HAY COLAS…) Pasaporte, nacionalidad, quedarse aquí en el desarrollo y la abundancia.(ELLA ESTÁ CONFUSA Y SORPRENDIDA) ¿Entiendes lo que te estoy diciendo? Ese chico está buscando su oportunidad de escapar, es lo único que está buscando.

CATHERINE. No, Eddie. Yo no lo veo así.

EDDIE. ¿Qué tú no lo ves así?

Katie, me vas a hacer llorar. ¿Qué clase de trabajador es ése? ¿Qué ha hecho con el primer dinero que ha ganado? Comprarse una chaqueta nueva de chulo, discos, un par de zapatos de punta. Y los hijos de su hermano allá con tuberculosis.

Éste es un vividor, niña. Sólo ve las luces de la ciudad (OJO TAL VEZ PUEDA VOLVER SUTIL LA BANDA SONORA. EL ARGUMENTO EN CONTRA DEL CANTO DEL ARTE, NO ESTÁ AHORA EN LAS PALABRAS DE EDDIE PERO SÍ EN SU CABEZA)

¡Estos tipos no piensan más que en sí mismos!

¡Cásate con él y cuando lo vuelvas a ver será para el divorcio!

CATHERINE. Eddie, él nunca me ha comentado nada ni de sus papeles, ni de nacionalidad ni nada de eso…

EDDIE. ¿Y qué esperas? ¿Que te lo cuente a ti?

CATHERINE. No creo, ni le ha pasado por la cabeza.

EDDIE. (A LA OFENSIVA) ¡Pues sería mejor que se le pasara!

El día menos pensado le pueden echar el guante y ya lo veo de vuelta, empujando taxis por cuesta para arriba.

CATHERINE. No, no me lo creo.

EDDIE. No me hagas sufrir, Katie. Escucha lo que te digo.

CATHERINE. No quiero oírlo. ¡Rodolfo me quiere!

EDDIE. Por dios bendito… ¡no digas eso! Es el negocio más antiguo de este país…

Cartel-Panorama-desde-el-puente

¿Con qué criterios se adapta una obra como Panorama desde el puente, para representrarla en La Habana en el año 2014?

Creo que tiene mucho que decirle al público cubano de hoy. En la obra está presente el tema del emigrante. Como se sabe Cuba fue durante décadas tierra que recibía emigrantes -los abuelos de muchos de los cubanos de hoy- y en los últimos tiempos la emigración nos está dejando, dolorosamente, sin una parte de nuestra juventud, incluyendo la más preparada. Otro tema básico de esta obra maestra es la delación. Delicado tema entre nosotros pero que es hora de revisarlo con esa transparencia y ese sentido de inmediatez y complicidad irrepetible que sólo se da en una sala teatral repleta.

Durante el ensayo.
Durante los ensayos de Panorama desde el puente. Cortesía de Vital Teatro

Trabajé la versión haciendo síntesis, pero las palabras de mi cosecha que añadí no deben llegar juntas a tres cuartillas.

La complicidad ante un tema o pasión que propicia la realidad cubana de hoy es distinta a la de cuando Miller escribe el texto. Ese poder de lo gestual -parte esencial del teatro y más entre nosotros tan físicos, tocones, expresivos- lo traté de trasmitir en esta versión. Y también los valores del silencio y lo que se suele llamar en el lenguaje del teatro subtexto: esa carga que está por debajo y rodeando las palabras que pronuncia el actor o la actriz.

Está presente cada vez más en la agenda política y periodística el tema del intercambio cultural entre los dos países: Cuba y Estados Unidos. En el ámbito del teatro se han dado pasos, pero todavía escasos. ¿Qué posibilidades quedan por explorar para ampliar más aún ese camino, y que pueda ser de doble vía? ¿Qué papel tendría el teatro cubano de la diáspora?

Durante los ensayos de Panorama desde el puente. Cortesía de Vital Teatro.
Durante los ensayos de Panorama desde el puente. Cortesía de Vital Teatro.

Hay grupos cubanos que han ido a los Estados Unidos. Carlos Díaz logró el año pasado algo emocionante con una obra del cubanoamericano Nilo Cruz que ganó un Pulitzer con Ana en el trópico.

Esa obra se hizo en Estados Unidos y después fue a La Habana, al Trianón con Mabel Roch y la muy popular Lili Rentería volviendo a estar frente a su público después de décadas de lejanía. Fue el año pasado durante el Festival de Teatro.

También Alberto Sarraín y otros creadores han logrado que se haga -sobre todo en Miami- dramaturgia cubana de resonancia internacional. Por ejemplo Huevos, esa grande y dolorosa obra de Ulises Rodríguez Febles o buena parte del repertorio de otro talento esencial: Abel González Melo.

Yo estoy por ese intercambio. Leo, escucho, coincido y discrepo con opiniones diversas. A los que no respeto es a los que dejan la calidad artística fuera para levantar banderas políticas intolerantes. Se ha ejercido esa intolerancia de ambos lados durante décadas.

Fotos durante los ensayos de Panorama desde el puente. Cortesía de Vital Teatro
Durante los ensayos de Panorama desde el puente. Cortesía de Vital Teatro

Tu obra Cuatro menos tuvo un notable éxito en la escena cubana cuando se puso en La Habana, en 2011. ¿Le auguras igual triunfo a Panorama…?

Ambas tienen un profundo contenido social; contienen una o más historias sentimentales y para colmo de cercanía buena parte del elenco de Cuatro… estará este viernes sobre las tablas en la sala Raquel Revuelta en el estreno de Panorama desde el puente. En ambas obras está el tema de la emigración. Se complementan. En Cuatro… gente que sueña con salir de su país; en Panorama… el emigrante que llega -con ilusiones reales y otras falsas- al país poderosos como tierra de promisión

La diferencia entre Cuatro… y Panorama… es que Miller es de los cuatro o cinco mayores dramaturgos del siglo XX.

One thought on “Arthur Miller regresa a La Habana

  • Ah, recuerdo ese día…Gabo y Miller estaban visitando la residencia de Hemingway en la Finca la Vigía y coincidí con ellos. El colombiano, como casi siempre, escabulléndose de los cubanos que no tenemos “pedigrí”; el yanki sin embargo, me dedicó un buen rato, para contarme de sus peripecias en China, donde en los años 80 tuvo que hacer maravillas para poder poner en escena las Brujas de Salem…¡Buenos recuerdos!

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