Alerta por secuestros y falsos secuestros de nicas en México

Texas Nicaraguan Community brinda recomendaciones sobre cómo identificar las estafas y qué deben hacer los familiares de los migrantes

Por Confidencial

HAVANA TIMES – Grupos delictivos en México usan a los migrantes nicaragüenses que viajan rumbo a Estados Unidos para extorsionar a sus familiares en Nicaragua, a través de secuestros y falsos secuestros, alerta la iniciativa Texas Nicaraguan Community (TNC), que brinda apoyo a familias de migrantes desaparecidos y fallecidos.

“Desgraciadamente han sabido que el nicaragüense no va a dejar a su familiar sin asistencia y de donde sea va a sacar ese dinero para ayudarlo. Entonces está siendo un negocio redondo para este tipo de delincuentes”, señalan.

El modus operandi incluye la realización de secuestros reales y de falsos secuestros. Este último consiste en que los grupos delictivos contactan a alguna familia en Nicaragua, que reportó en redes sociales la pérdida de contacto con su pariente migrante. A estos les dicen que lo tienen secuestrado, cuando en realidad la persona está detenida en migración.

Ante estos patrones delictivos, TNC realizó una serie de recomendaciones que ayudarán a las familias de los migrantes a evitar ser víctima de extorsiones. Entre estas señalan que “el peor error” es hacer una denuncia en redes sociales sobre la desaparición y no proceder a denunciar a través de los medios correspondientes. Asimismo, enfatizan que los familiares deben aprender a diferenciar un secuestro de un falso secuestro.

“Los secuestros y extorsiones (por falsos secuestros) son dos cosas diferentes. En el secuestro te van a dar pruebas de vida inmediata. El secuestrador te va a mandar un video y tu mismo familiar te va a decir que está secuestrado y que están pidiendo esta cantidad de dinero para tantos días”, explican.

En cambio, cuando se trata de una estafa por un falso secuestro, el familiar de este no tendrá esa prueba de vida real, es decir, no podrá hablar con el supuesto secuestrado. Solamente recibirá fotografías que están editadas para presionar al envío de dinero.

“Una señal de que estás siendo víctima de estafa es cuando te mandan una foto y una vez que la viste la borran, eso seguro es una estafa”, explican.

¿Qué hacer en caso de secuestro?

El grupo de voluntarios señala que, ante un posible secuestro, la primera acción es denunciar el hecho ante la Comisión Estatal de Búsqueda de México, que está en todos los estados de ese país.

Recomiendan que la denuncia se haga durante las primeras 24 horas, desde que tuvieron la última comunicación con su familiar migrante. Esta instancia verificará si el migrante se encuentra detenido en alguna delegación de Migración. La Comisión Estatal tiene un plazo de un día para darle respuesta a la familia.

Sí el familiar se encuentra detenido, la misma Comisión Estatal solicitará a Migración que le permitan a su familiar comunicarse con su familia en Nicaragua porque tiene derecho a una llamada. Este mecanismo impedirá a los familiares caer en las estafas por falsos secuestros.

“Ya hemos visto con varias familias que en la desesperación recogen el dinero, pagan y a los dos días se contactan con el familiar y se enteran que en realidad estaba en un centro de detención de migración, no estaba secuestrado. La familia no quiso hacer el reporte por temor y al final perdieron el dinero porque no había tal secuestro”, subrayan.

Asimismo, explican que han ocurrido casos donde los familiares pagan por este tipo de secuestros falsos y luego se enteran que el familiar se encuentra en la morgue y la familia no lo supo porque “no querían hacer ninguna denuncia porque les decían que iban a matar a su familiar”.

Migrantes secuestrados hasta cuatro veces

En el caso de secuestros reales indican que no hay ninguna seguridad de que los grupos delincuenciales liberen a los migrantes tras recibir el pago. Sin embargo, advierten que en estos casos se ha visto un ciclo de varios secuestros de una misma persona.

“Hay personas que dicen que han sido secuestradas tres o cuatro veces y no, los mismos grupos delictivos dicen: ‘allí van tres personas, me dieron tres mil dólares’, entonces se los entregan a otros grupos y esos te van a cobrar otra cantidad de dinero. Entonces se ha vuelto un negocio el nicaragüense en terreno mexicano”, lamentan.

Este modus operandi ha progresado porque los secuestradores han visto que en el caso de los nicaragüenses sí acceden a los pagos. Así que cuando encuentran grupos de migrantes de distintas nacionalidades tienden a seleccionar a los connacionales.

“No has visto el secuestro de un cubanos, del venezolano, pero del nicaragüense lo vemos semanalmente”, dicen y añaden “las familias que son más vistas son los grupos grandes, de siete u ocho, con mochilas llama mucho la atención”.

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