Alerta de seguridad para quienes visitan a Cuba

Las zonas con más frecuencia de robos son las cercanías de los aeropuertos. / 14ymedio

Por Natalia López Moya (14ymedio)

HAVANA TIMES – El parque donde se hace la cola para entrar al Consulado de Estados Unidos en La Habana daría para varias películas sobre la realidad cubana. Ahí se escuchan confesiones, se ven lágrimas y hasta puede servir como termómetro de la inseguridad que se vive en las calles de la Isla. El lugar se llena desde la mañana con los solicitantes de visado y, cada vez más, con quienes han sido víctimas de robos y asaltos en los que les fueron arrebatados su documento de residencia o su pasaporte estadounidense. 

«Fue a la salida del Aeropuerto de La Habana. Mi familia me había ido a buscar en un carro, era de noche y nos hicieron una encerrona a la salida», contó el pasado jueves a 14ymedio Celeste, de 76 años. «Es en un pedazo de carretera que está oscuro como boca de lobo y, como hay baches, el chofer tuvo que aminorar la velocidad. Ahí mismo se nos tiraron arriba con tubos y palos, eran seis hombres con la cara tapada».

Junto a los maletines cargados de regalos para la familia, Celeste perdió en aquel asalto su pertenencia más valiosa: el pasaporte que la acredita como ciudadana de Estados Unidos. «Fue lo que más me dolió, porque todo lo otro se puede volver a comprar, pero ahora tengo que hacer el proceso para volver a solicitar mis documentos. Se llevaron también mis tarjetas bancarias, que tuve que cancelar inmediatamente».

Celeste perdió su vuelo de regreso y tuvo que comenzar el proceso de solicitud de un nuevo pasaporte. Ese jueves por la tarde, cuando acudió al Consulado, la fila de personas en su situación superaba la decena. «A mi me robaron en la carretera cerca de Jatibonico. Estaba con mis hermanas y paramos a comer en una paladar. Nada más bajarnos del carro salieron dos hombres de un matorral y, a punta de cuchillos, nos llevaron hasta los aretes. Perdí mi green card [tarjeta de residencia permanente en EE UU] y las ganas de volver a este país. Aquí no regreso más».

«El número de cubanos y estadounidenses que están viniendo a solicitar documentos nuevos porque les robaron los suyos ha crecido significativamente en los últimos meses. La mayoría de los casos son por robos o asaltos. Lo que más se escucha es que les quitaron las cosas en las carreteras, cuando salían o llegaban al aeropuerto, o mientras se trasladaban de provincia», confirma a este diario una trabajadora cubana del Consulado que prefiere mantener el anonimato.

«No es solo el susto en el momento y luego tener que hacer todos los trámites para recuperar esos documentos, es que se trata de identificaciones que tienen información personal y que cualquiera puede usar para usurpar la personalidad o hacerse pasar por la víctima del robo. Es un tema muy delicado y siempre recomendamos tener bien protegido el pasaporte, evitar ponerse en situación de riesgo con él encima», añade la empleada.

Las carreteras cubanas, ya de por sí inseguras debido al deterioro de su infraestructura, la mala señalización y los animales sueltos en la vía, ahora también se han vuelto peligrosas por los frecuentes asaltos y robos. Los delincuentes prefieren los vehículos vinculados al turismo, como autos de renta o taxis más caros, pero también tienen en la mira a los carros con pasajeros nacionales y a los motoristas. Las zonas con más frecuencia de robos son las cercanías de los aeropuertos, los caminos en la periferia de las ciudades y los alrededores de gasolineras o locales de comida ubicados en las autopistas.

En las redes sociales, los choferes tratan de avisarse mutuamente sobre los tramos más peligrosos y lamentan que la Policía no controle mejor los entronques y zonas donde han sido reportados estos asaltos. Dainier González ha sido uno de los que ha advertido, en un grupo de Facebook dedicado a publicar sobre accidentes de tránsito, de los riesgos de transitar por el puente de primer anillo hacia la Ocho Vías en San Miguel del Padrón, en La Habana.

«Hay un bache, y cuando aflojas te abren el maletero. Ayer le sucedió a una amistad. Se bajaron del carro a mirar y salieron unos cuantos con machete hiriendo al acompañante en una mano. Al otro día regresaron y hay hasta un camino cerca que parece ser por donde entran con las cosas robadas», detalla González en un post que rápidamente acumuló en los comentarios anécdotas similares.

«Anoche me asaltaron en el cruce con la línea de tren que va para Quesada cerca de Ciego de Ávila. Me abrieron el maletero y la patrulla de la Policía nos vio cayéndole atrás a los ladrones y no nos ayudó a perseguirlos», lamentó el internauta Richard Bertó Noa. Otros contaron sus historias en las que se repiten algunos patrones: los asaltos ocurren casi siempre de noche y en partes de la carretera en que los vehículos deben aminorar la marcha.

«Mi esposo y yo veníamos para La Habana desde Camagüey en una guagua Yutong, de esas que hace esa ruta cada día», cuenta a este diario Natacha, de 45 años. «En un momento en que el chofer tuvo que parar porque venía el tren, salieron de los matorrales tres hombres, forzaron la puerta del maletero y se robaron dos bolsos grandes y una maleta. Nosotros lo vimos todo desde la ventanilla y se veía que tenían práctica, que lo habían hecho ya varias veces».

En las cercanías de la terminal 3 del aeropuerto de la capital cubana, «hay unas bandas que esperan a los carros que salen cargados de maletas y, cuando bajan la velocidad, se les tiran encima. Les dicen los ninjas porque son muy rápidos, a veces llevan patines para pegarse a la parte de atrás del carro antes de que tenga que parar en algún cruce.  Entonces fuerzan la puerta del maletero y se llevan lo que pueden. A veces vienen con otros que hacen parar al carro amenazándolo con romperle el parabrisas de un tubazo», describe a este diario Rolando, residente en las cercanías de la Avenida Boyeros, una de las rutas desde la estación aérea.

«El otro día mi hijo y yo estábamos en el portal de la casa y vimos todo como si fuera una película. Eran cuatro hombres y cuando el taxi, con los turistas, dobló para incorporarse a Boyeros, y casi tuvo que parar porque venían otros carros por la avenida, se le tiraron encima. El chofer salió con un machete, pero no pudo hacer nada porque eran varios y tenían tubos y un cuchillo», explica.

Los pasajeros fueron desvalijados en pocos segundos. «Había una mujer que se veía que era europea y estaba temblando de pies a cabeza, La dejaron nada más que con la ropa que llevaba puesta», agrega. «La Policía llegó como media hora después y el chofer del taxi, antes de eso, tiró el machete en la hierba, bien lejos, porque si lo cogen portando armas blancas la multa se la meten a él y a los ladrones ni los atrapan».

Entre las pertenencias de los turistas asaltados es muy probable que estuvieran sus pasaportes y tarjetas bancarias. Al otro día, en la cola de algún consulado de la zona de El Vedado o Miramar, dos extranjeros molestos y sin identificación empezarían el enésimo proceso de esa semana para recuperar sus papeles y salir cuanto antes de la Isla.

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