Adiós a Lucius Walker, amigo de Cuba
Por Bill Hackwell
HAVANA TIMES, 20 de sep. — El viernes 18 se realizó en la repleta Iglesia Bautista de Harlem el funeral del amigo de Cuba durante mucho tiempo, reverendo Lucius Walker, de 80 años.
Cientos de personas de todas partes del país vinieron a rendir tributo a este extraordinario luchador por los derechos humanos, los pobres y la clase trabajadora, quien fue también una figura que se mantuvo firme contra muchas injusticias cometidas por el Gobierno de los Estados Unidos en el extranjero.
La piedra angular de su labor durante los últimos 20 años fue su solidaridad con Cuba, que practicó a través de las Caravanas de Amistad con Cuba organizado por Pastores Por La Paz. Un total de 21 caravanas de Estados Unidos hacia Cuba han llevado más de 3 mil toneladas de ayuda humanitaria.
Sin embargo, la rica historia de lucha de Walker comenzó durante el movimiento de los derechos civiles, y es importante decir también que la organización de Pastores por la Paz ha enviado docenas de caravanas a comunidades luchadoras predominantemente indígenas en Chiapas, Honduras y Nicaragua.
El cuerpo de Lucius descansa en un sencillo ataúd de pino rodeado de grandes arreglos florales, incluyendo uno de la Misión Cubana en las Naciones Unidas y uno enviado personalmente por Fidel Castro.
Los que vinieron a decirle adiós fueron un diverso grupo de diferentes edades, razas y creencias religiosas. La mayoría habían trabajado con Lucius en al menos un proyecto de los Pastores por la Paz, incluyendo muchos que participaron directamente como conductores de las caravanas.
También estuvieron personas de movimientos progresistas, así como aquellos que transportaron biblias y bicicletas en las primeras caravanas, al igual que los que ayunaron junto a él para lograr pasar computadoras y ómnibus escolares amarillas a través de la frontera EE.UU.-Mexico con destino a Cuba, desafiando el bloqueo estadounidense.
Igualmente asistieron un hombre, que cocinaba para las caravanas en el pueblo de McCallen, Texas, quien voló desde Los Ángeles; un gran número de miembros de la congregación de la Iglesia Bautista La Salvación, de Brooklyn, donde Lucius sermoneaba cada domingo, así como líderes religiosos de diferentes creencias.
Un proyecto especial de Lucius durante los pasados 10 años fue la selección y apoyo a estudiantes con bajos ingresos de comunidades estadounidenses para estudiar medicina en la Escuela Latinoamericana de Medicina con sede en La Habana. Actualmente 125 estudiantes estadounidenses están matriculados y 47 se han graduado ya.
Veinte de esos graduados fueron al funeral, incluyendo algunos que acaban de regresar de Haití, donde trabajaban con equipos de médicos cubanos. Ellos dijeron que Lucius siempre los incitó a ser médicos revolucionarios y a servir como agentes activos de cambio social.
Ofelia Ortega, teóloga presbiteriana y copresidenta del Consejo Mundial de Iglesias para América Latina y el Caribe, habló en nombre del pueblo de Cuba, agradeciendo a la familia Walker por el apoyo a Lucius en su esfuerzo de apoyar a Cuba durante tantos años con tanta pasión y entrega.
Ella envió saludos de parte de Raúl y Fidel Castro y, especialmente, de todos los niños cubanos, quienes han disfrutado los beneficios de las Caravanas de los Pastores por la Paz. Comparó a Lucius con el Héroe Nacional cubano José Martí, quien llamó a las personas a realizar una campaña de ternura, que fue lo que hizo el reverendo de forma tan ejemplar.
En el funeral también estuvieron el embajador cubano en las Naciones Unidas, Pedro Núñez Mosquera; Ramsey Clark, antiguo Fiscal General de Estados Unidos; Charles Barron, concejal de Nueva York; la embajadora nicaragüense para las Naciones Unidas, María Eugenia Rubiales de Chamorro; Brian Becker, coordinador nacional de la coalición ANSWER; Jane Franklin, escritora sobre asuntos cubanos, y Alicia Jrapko, coordinadora del Comité Internacional por la Liberación de los Cinco Cubanos presos en Estados Unidos, así como muchas otras personalidades.