A un CDI de cubanos fui a parar….

Gustavo Borges*  

HAVANA TIMES, 9 marzo — Generalmente no narro hechos personales en los que involucre a la familia, no me gusta que esta quede sujeta a la opinión de otros. Pero voy a romper con eso hoy y es por una razón que considero importante.

Ayer mi chamo de 2 años tropezó saliendo del baño, perdiendo el equilibrio y dándose zendo carajaso y haciéndose una enorme cuca en el güiro y el respectivo chorro e sangre.

Más cagao que palo e gallinero lo tomo en mis brazos y me piro pal sitio más cercano a mi gajo: un CDI (Centro de Diagnóstico Integral). Al llegar consigo al centro de salud popular repleto de personas adultas y niños que esperaban turno para ser atendidos.

No les paro bolas a ninguno y me zumbo directo, aunque observé en sus caras esa solidaridad tan arrecha nuestra cuando es el papá que llega con un carajito echando sangre por la tostadora, ok, y paso directo con mi chamo guindando, abro la puerta de uno de los consultorios interrumpiendo a la doctora que al echarle el cuento me dice que lo lleve inmediatamente a la sala de emergencia y enfermería a la cual me dirijo de inmediato siendo recibido por una de las médicos comunitarias venezolanas, una lindura de doctora, asignada a ese centro de salud popular.

De una pusieron manos a la obra. Revisaron la herida, la limpiaron, raparon la zona para dejarla libre, anestesiaron a su alrededor y empezaron a saturar; cuatro puntos se ganó el chamo en su primera herida de guerra.

Luego, volvieron a limpiar, cortaron hilos de la sutura, le pusieron cremita, qué no se que koño era y cubrieron la zona en conflicto con su respectiva gasa.

“Pase por rayos X”, me dijeron, orgullosas de haber acoñaseao a mi hijo entre dos.

“Es mejor ver que dice la radiografía.”

Salgo con mi muchacho remendao y entro en una salita más de pinga por lo moderno, donde un medico cubano se tripea a Chávez que está lanzándose una lírica ruda en la televisión, inmediatamente me ayuda a colocar al cachorro en la máquina de rayos X tomándole la placa.

“Espera en el pasillo, yo te llamo”, me dice .

Conté los minutos, 8 exactamente.

“Nahun Borges!”, suena por allá!

Estaba lista la foto del güiro del chamo y ya en manos de la doctora, cubana también, era analizada a contraluz.

“Tranquilo, tu niño está bien, no hay nada de que preocuparse, mijo tú te vas más asustado que él.”

Pela por un bolígrafo y escribe varias sugerencias sobre una nota y me entrega varios calmantes y medicamentos que deben ser administrados al carajito.

“Si notas algo extraño tráelo de inmediato, ya sea fiebre, vómitos o desmayos, tráemelo en siete días pa retirarle los puntos….”

Ve al bordón, toma su rostro entre sus manos y le da un beso y le dice cariñosamente con acento de pinareña: “eres un guerrero mijo, pa cuatro puntos te portaste como un hombrecito vale”..Koño y yo ahí parao todo aguebonao por el carisma de la tipa, “bueno chico y tú que esperas” me dice, “quieres que te deje hospitalizado a ti y al muchacho, ya ta listo te puedes ir!”

Vergaka y al salir me di cuenta que todo ese beta duro solo 45 minutos desde que pisé el CDI…!

* Gustavo Borges es un bloguero comunitario de la Parroquia 23 de Enero, Caracas, Venezuela. 

 

 

2 thoughts on “A un CDI de cubanos fui a parar….

  • Gustavo, así somos los cubanos mi pana.
    Me gustó mucho su post

  • Es solo eso “solidaridad”..”humanismo”..ahi entre otras cosas del “sistema cubano”..en lo politico..pero ahi si te doy la razon…esa “solidaridad” que con el “triempo” se va perdiendo entre “nosotros mismos los cubanos”..no solo lo que estan en el exterior ..por una causa u otra”…pero habia una solidarida (cuando vivia en Cuba) ..que no la experimento…en el extranjero…saludos..

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