A domicilio, el mercado llega a la puerta

Por Aurelio Pedroso (Progreso Semanal)

Foto: Scott Loftesness.
Foto: Scott Loftesness.

HAVANA TIMES — El delgado muchacho con manos de gorrión, como dibujara Gabriel García Márquez, grita desde la acera tu nombre con las pocas fuerzas que le quedan luego de un angustioso desplazamiento intermunicipal, y espera la respuesta o luz verde para subir –cual alpinista criollo-escaleras arriba con la bicicleta en hombros.

Una vez alcanzada la “cumbre”, pide un vaso de agua y extrae de su mochila un disco duro para copiar en casa el Paquete de la semana por dos pesos convertibles en razón de uno por el servicio y otro por ponértelo en la puerta de tu hogar. Desaparece el agua boca abajo y sin mucho preámbulo confiesa que anda con prisas porque aún le esperan otros clientes.

El servicio a domicilio, una modalidad que hace muchos años existió por parte del Estado y que tal vez su última expresión en la capital fuera la recogida y entrega de ropa que hacía una tintorería llamada Chantres, en El Vedado, ha cobrado inusitadas fuerzas al calor y fomento de la iniciativa privada.

Con la aparición de ese acicate que es la competencia, todos quieren ser los primeros en llegar. Lo mismo para cumplir con un pedido de embutidos de cerdo, que pizzas, almuerzos más cubanos que chinos, reparar una mecedora, cambiar una lámpara, desaparecer un salidero, cambiarte el color del pelo, recibir un masaje, el bufet de la fiesta, un “dinerito” que la parentela envía desde Miami, la nueva cama encargada hace dos meses, más que a un carpintero, a un muy demandado artesano, y hasta en la más absoluta y arriesgada de las operaciones encubiertas, probarte una prótesis dental que incluye un colmillo de oro…

Muy raro es que en estos días no exista un servicio a puerta de casa. Casi todos lo anuncian. Los pequeños y medianos empresarios de esta nueva oleada se valen de bicicletas, motos, yipis con remolque, camionetas de los años 40 y 50 y autos, pero en ocasiones a puro pie, en fatigantes jornadas de infantería militar con los naturales escollos o sobresaltos que representa para el mensajero el fuerte sol del mediodía, la lluvia que inunda aceras y calles o el transporte público –aún en terapia porque no logra gozar de salud plena y mucho menos de puntualidad ante cualquier cita.

Algunas empresas del Estado también hacen sus malabares pero, básicamente, sólo en el sector gastronómico. Mucho honor merece ese servicio de taxis que de manera gratuita conduce a los hospitales a los pacientes requeridos de hemodiálisis. Un botón de muestra de las razones tributarias en un país que pretende organizarse.

Heraldos del bienestar hogareño son en mayoría estos jóvenes mensajeros. Saben bien ganarse el sustento del día a día en una nación que ha comenzado a moverse llevando consigo un mensaje –y valga la repetición- de que los tiempos van cambiando.

Basta por hoy, que tocan a la puerta.

 

3 thoughts on “A domicilio, el mercado llega a la puerta

  • Tocaron a la puerta para traerle q? No nos deje con la curiosidad hombre

  • Eduardo el “paquete semanal” o internet ofline cubano. De ese tema se han publicado varios post aquí en HT.

  • El servicio a domicilio que usted dice hacìa el Estado hace muchos años,ya lo estaba haciendo la tintoreriaChantres-según muchos la mejor de América Latina en aquella época-cuando era de su verdadero dueño quien la dirigía y fundara en el año 1954( en el Vedado,ya que la vieja tintoreria Chantres estaba ubicada en otra zona). En el año 1960 fue confiscada,y sí.durante años siguió con el servicio a domicilio,…pero pasando de unos 80 empleados….a cinco o seis..hasta que se arruinó todo.Gracias por admitirme la ampliación a su comentario

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