¿Por qué tanta espera?
Esteban Diaz
Ha pasado tiempo desde que se menciono la “ansiada” realización del VI Congreso del PCC, y digo ansiada ya que un porcentaje de cubanos tienen expectativas de cambio en lo que respecta la política del país.
En estos dos últimos años se produjeron varios congresos de diferentes organizaciones de masas, entre ellas se encuentran el CDR, FMC, CTC, UNEAC y estoy informado de que se realizara el IX Congreso de la UJC dentro de poco. Todos cuentan con más de cinco congresos realizados y presentan como principales dirigentes a miembros del PCC.
Todo esto me trae a la mente la tan ultrajada palabra vanguardia, y me pregunto:
¿Si el PCC se muestra como la vanguardia, por que las más importantes organizaciones de masas de Cuba revelan mayores intentos de democracia entre sus filas?
¿Es que desde 1975 no se produjeron cambios importantes a nivel nacional e internacional como para efectuar mayor número de congresos? (El ultimo fue en 1997.)
¿El Comité Central del PCC se ha olvidado que en los inicios de la III internacional —los cuatro primeros congresos, luego comenzó la debacle estalinista— se había estipulado que debían concretarse como mínimo un congreso cada dos años justificando por que no se producía anualmente, sin olvidar que el Partido Bolchevique en medio de guerra civil y resistiendo en el poder a más de 21 ejércitos de diversos Estados no se olvidaba de oxigenar las luchas intestinas del partido?
En medio de la descomunal crisis económica internacional y con un escenario colmado de revueltas sociales, los dirigentes del PCC se permitieron aplazar el congreso para este año.
Así vemos como un “PC” [Cubano] arrastra adeptos mediante una “fe religiosa” sin presentar un programa ni democracia a la medida de las circunstancias nacionales e internacionales.
Mas arriba refería como las organizaciones de masas revelan mayores intentos de democracia, y quiero enfatizar en i n t e n t o s, ya que en un Estado burocrático si no se pierden todos los miedos que ocasionan las arbitrariedades del régimen por el solo hecho de pensar diferente a los lideres, es imposible soñar con una democracia proletaria efectiva.
La desmoralización dentro de la población es terrible; el arbitraje, la persecución por opinar contrario fuera y dentro del marco socialista es llevarse otro fastidio a la casa, con todo lo que tiene que aguantar un trabajador en la lucha por la supervivencia.
Otros factores son la falta de trabajo político coherente y sistemático que desarrolle el pensamiento político critico en todo el pueblo, o tan siquiera en los trabajadores; el contraste económico con los que tienen puestos de dirigentes, los lumpens en incremento, el descenso del nivel educacional, la hiperbolizacion de los lideres y el cerco capitalista que ataca sin tregua.
Esto deja en claro que si Cuba se encuentra en periodo de transición, esta más cerca del capitalismo que de alcanzar el socialismo.
Hoy más que nunca falta en Cuba armar un partido marxista que formule un programa que vincule las luchas nacionales como internacionales de forma orgánica, que desarrolle un nuevo modo de producción de las relaciones sociales mediante una autoridad moral, es decir, de la energía, la experiencia, la capacidad y la tolerancia y no un estado que asfixia cualquier intento de desarrollo social.