Manos mexicanas al desastre en Haití

Por Emilio Godoy

HAVANA TIMES, 13 enero (IPS) — Dejan sus labores cotidianas, alistan sus equipos, corren para obtener visados y buscan las formas de arribar a Haití lo más rápido posible, para asistir a las víctimas del terremoto que destruyó la noche del martes la capital de ese país caribeño.

Son los integrantes de la Brigada Internacional de Rescate Topos Tlatelolco Azteca, surgida luego del terremoto del 19 de septiembre de 1985 que devastó la ciudad de México.

“Estamos en la fase de preparación del viaje, estamos viendo la opción de llegar vía República Dominicana, pues el aeropuerto de Puerto Príncipe está cerrado”, explicó a IPS Omar Flores, miembro de la brigada.

Un grupo de 15 voluntarios de esa agrupación se preparaba este miércoles para trasladarse a la nación caribeña. A ellos están por sumarse rescatistas de Estados Unidos, Bolivia y Perú.

Desde su formación en 1985, la Brigada ha acudido al llamado de las emergencias dentro y fuera de territorio mexicano. Así han estado presentes en las labores de ayuda después del terremoto en El Salvador en 1986, los atentados que derribaron las Torres Gemelas en Nueva York en 2001 o el tsunami en Indonesia en diciembre de 2006.

En 1999, Flores le pidió a su tío Héctor Méndez, fundador de la Brigada, sumarse al grupo. Su bautismo ocurrió en Venezuela, adonde acudió para colaborar con las víctimas de los deslaves registrados ese mismo año en esa nación sudamericana.

Este licenciado en Filosofía y Letras por la estatal Universidad Nacional Autónoma de México y guía de turistas, de 35 años de edad y originario de la capital mexicana, estuvo en 2009 en Italia, en auxilio de los afectados por el terremoto de abril, y en Indonesia, por la misma causa, en octubre pasado.

Al momento de integrarse a la organización, el voluntario recibe entrenamiento en temas como estrategias de rescate, manejo de estructuras colapsadas y la administración de riesgos.

Los Topos cuentan con 30 adscritos en México y colaboradores en Estados Unidos, El Salvador, Bolivia, Perú, España, Alemania e Indonesia.

En sus viajes, las aerolíneas les permiten transportar 30 kilogramos de equipo por personas. Sus herramientas incluyen palas, picos, barrenas y armellas, mucho de lo cual queda en los grupos locales de las naciones perjudicadas por los fenómenos naturales.

“La labor del rescatista es reconocida, se atiende a la población, tenemos amigos y muchos se solidarizan”, resaltó Flores.

El gobierno mexicano y las organizaciones de la sociedad civil reaccionaron rápidamente a las noticias del terremoto en Haití, que podría haber dejado más 100.000 personas muertas y unos tres millones de desamparados, según las primeras estimaciones oficiales.

Salvador Beltrán, subsecretario (viceministro) de Relaciones Exteriores de México, anunció la noche del martes a la prensa el viaje a Haití de “un grupo de expertos y asesores, integrados por médicos especialistas en lesiones por colapso de estructuras, binomios de búsqueda y rescate, expertos en la valuación de daños y en administración de emergencias” para determinar la colaboración ante la crisis.

Y, para alcanzar a los aproximadamente 80 mexicanos radicados en la nación caribeña, se puso en marcha el Plan de Protección a Mexicanos en Condiciones de Emergencia por desastres naturales.

Adicionalmente, la oficina mexicana de la Organización de Naciones Unidas informó este miércoles que sus expertos están en ruta hacia Haití para cooperar en la evaluación de los efectos del fenómeno telúrico y de las necesidades mayores, así como la coordinación de la asistencia internacional.

Organizaciones no gubernamentales como la representación mexicana de Médicos Sin Fronteras (MSF) ya inició el proceso de recepción de ayuda para enfrentar la emergencia.

“Empezamos a recibir información desde el mismo momento en que ocurrió el terremoto. La situación en Puerto Príncipe es caótica, no hay medios de comunicación para establecer contacto con los actores sobre el terreno”, declaró a IPS Carlos Gaido, portavoz de MSF en México.

Esta institución con sede en Suiza, con presencia en el país caribeño desde 1991, opera tres proyectos ahí, que incluyen la operación de tres hospitales, una maternidad, un centro para atender traumatismos y rehabilitación y otro para casos de violencia urbana. MSF emplea a 820 persona y beneficia anualmente a 40.000 haitianos y haitianas.

Las donaciones financieras recibidas son canalizadas a Francia, donde se compran víveres y materiales que luego son enviados a Haití.

El grupo de los Topos podría permanecer unos 10 días en Puerto Príncipe. “Tenemos un equipo altamente capacitado. Nunca hemos perdido a un rescatista”, concluyó Flores.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe recordó este miércoles que el terremoto empeora la de por sí grave situación de Haití, el país más pobre de América y donde cuatro ciclones ocurridos en 2008 dejaron pérdidas por unos 900 millones de dólares.