La problemática vida del chofer

Daisy Valera

Una guagua cubana. Foto: Caridad

El chofer del ómnibus capitalino se ha convertido en estos días en un personaje más activo en nuestras vidas.

Más allá de obligarnos a escuchar sus preferencias musicales a todo volumen, ahora los choferes y las problemáticas de estos son un tema incluso de la prensa.

Cual es el motivo, sencillamente que los pasajeros están pagándole al chofer en lugar de depositar el dinero en la alcancía.

La tendencia de entregarle el dinero al conductor comenzó desde que las nuevas guaguas tienen alcancía en lugar de alguien que cobre y entregue el vuelto a los que se suben en este medio de transporte.

El pasaje cuesta solo 40 centavos, pero como es muy difícil conseguir menudo, las personas se ven obligadas a pagar más del doble, porque la moneda que normalmente tienen es de un peso.

En mi opinión lo que sucede es que el pueblo a comenzado a reaccionar ante una situación tan incómoda con solidaridad.

Solidaridad con el chofer, porque saben que seguramente a el tampoco le alcanza su salario para vivir, y prefieren pagarle a el porque es una forma de protestar ante la subida del precio del pasaje.

Hay algunas personas que ven como desfachatada esta situación, la ven como una contribución a la indisciplina social, o como una afectación al Estado.

Definitivamente no puedo ponerme de acuerdo con estas críticas, hay algo que siempre se les pierde de vista a las personas que utilizan estos argumentos.

En primer lugar los bajísimos salarios de la población toda, el aumento del pasaje que no es explícito pero si real, y la falta de respuesta a los ciudadanos capitalinos que se han quejado por esta situación.

En lugar de atacar a los choferes supuestamente desvergonzados, que es lo único que hacen estos críticos deberían buscar soluciones como la pueden ser que alguien cobre el pasaje para que este no exceda  los 40 centavos, o informar a donde va el dinero que se paga en la guagua para que así todos podamos tener un conocimiento claro de lo que sucede con el transporte cubano.