La Otra Pandemia #2

Verónica Fernandez

Perro de la Habana.  Foto: Caridad
Perro de la Habana. Foto: Caridad

Desde niña sentí predilección por los animales.  Me gustaba tener en la casa tanto a gatos como a perros. Recuerdo que a los siete años tuve un incidente con el gato que tenia en defensa de una comida que se había llevado de la mesa de mi hermana y eso me obligo a regalarlo a unas personas que sabia lo cuidarían y atenderían.

Entonces, hasta la fecha, solo he tenido perros; algunos han muerto por envenenamiento de los propios vecinos, otros, se han mantenido conmigo hasta el fin de sus días, como la perrita que tengo desde hace mas de siete años, a la que le puse el espectacular nombre de Princesa.

Durante lo peor del llamado periodo especial, en los años 1993 y 94, a raíz del derrumbe del campo socialista, yo diría que mas del 50% de la población cubana echo sus perros a la calle, los que contrajeron enfermedades de todo tipo, entre ellas, la llamada comúnmente Sarna que podía afectar también a muchas personas.

De hecho, conozco a varias de ellas que contrajeron la sarna a causa de perros infectados en las calles y, puedo decir mas, tengo conocimiento de barrios de la Habana que en la calle había casi la misma cantidad de animales (perros y gatos) que de personas.

En esa época el famoso “carro de los perros”- que años atrás venia recogiendo a los animales que eran echados a la calle o simplemente, nacían allí y no tenían amparo-, dejo de existir, pues ese vehículo, destinado por Salud Publica en función de la higienización ambiental, desapareció durante casi una década por la carencia de combustible y piezas de repuesto que conllevo toda aquella funesta etapa.

Hoy día, ese “carro de recogida de perros” ha vuelto a salir a las calles cubanas aunque con menor frecuencia que en años anteriores al periodo especial. Me pongo a reflexionar y a mirar detenidamente a mis alrededores y me percato que aun siguen deambulando estos perros infectados y lo tengo muy de cerca, al lado de mi propia casa.

Mi vecina, hace unos pocos meses, decidió tener un perrito porque dice que a ella esos animalitos le gustan mucho y me imagino que pudiera pasar si no le gustaran. Ese perro de mi vecina esta que dan ganas de llorar por el mal estado en que se encuentra y además, se la pasa recorriendo todo el vecindario y afectando de hecho, a otros animalitos domésticos que solo se asoman a la calle con sus dueños y protegidos con los arreos necesarios.

Esta, es otra PANDEMIA de la sociedad. Pienso que si las personas que convivimos con cualquier tipo de animalito en nuestras casas, no somos capaces de cuidarlos, mucho menos seamos capaces de cuidarnos nosotros mismos.

Durante todo este año, Cuba, ha estado realizando grandes esfuerzos en el área de la Salud Publica para combatir el dengue, la conjuntivitis viral y hemorrágica, otros virus de influenza y ahora, el AH1N1.

Visitan nuestras casas asiduamente el personal de la salud para las fumigaciones que se llevan a cabo y sin embargo, erradicar de una vez y por toda esta situación de los animales enfermos en las calles, continua perseverando. ¿De quien es la culpa?

Se invierten grandes sumas de dinero por el estado cubano con el objetivo de prevenir las enfermedades y se han comenzado a hacer campañas mediáticas para mantener la higiene en nuestras casas y centros de trabajo, pero ¿Y la otra parte fundamental de la falta de higiene que nos esta golpeando? ¿Cómo se acaba con esto? ¿A quien se le atribuye esta falta de control?

¿Es que acaso, dejando estos animalitos sueltos y enfermos en las calles, se podrá decir que existe algún mínimo nivel de higiene y de prevención en nuestra sociedad? ¿Por que no se toman medidas severas con estos organismos y personas que coadyuvan a la propensión de enfermedades y seguimos permitiendo que esto suceda?. ¿Es que los directivos de las sociedades caninas de nuestro país no están al tanto de esta situación?

Esta es otra de las PANDEMIAS que estamos afrontando, pero que no estamos enfrentando.

¿Hasta cuando tenemos que seguir arrastrando lo del periodo especial? Es obvio que si todos los que- de una forma u otra- tienen que ver con el sistema de salud cubano y mas aun, nuestra población en general, no es capaz de cooperar para lograr un ambiente más higiénico, más ecológico, en fin, mucho más saludable, estamos perdidos.

Y como dijera un buen amigo mío, intelectual de esta época- y me reservo su nombre- : “Si estamos perdidos, de hecho, iremos al fracaso y nos destruiremos nosotros mismos.”

Veronica Fernadez

Veronica Fernandez: Naci en el pueblo de Regla, al otro lado de la bahia de la Habana. Muchos reglanos, huyendo de la contaminación de la refinería de petróleo, tradicionalmente han ido a vivir en Cojimar. Asi hizo mi familia cuando apenas cumplí cuatro años. Desde niña he sentido atracción por las artes y las letras. La poesía y el ensayo son mis predilectos. Tuve la dicha de estudiar Filología en la Universidad de la Habana con profesores de tallo mayor. Como Capricornio, me encanta la organización, la madurez de las personas, lo romántico de la vida y el desinterés, medula espinal de estos tiempos. Disfruto la comida criollo (arroz blanco, frijoles negros, pork y yuca con mojo) y la italiana, el chocolate y tomar un mojito en el casco histórico de mi ciudad.

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One thought on “La Otra Pandemia #2

  • Estimada Verónica

    Muy prudente y útil tu alerta sobre nuestras carencias y errores en la higiene pública y familiar
    Ojalá lleguen tus palabras a oídos receptivos

    saludos de un compatriota doble (reglano y alamareño)

Comentarios cerrados.