La obediencia a ciegas solo producirá desinterés
Esteban Díaz
Semanas atrás conocí a un joven llamado Alejandro que dio nuevos bríos a mi esperanza de que la juventud cubana despierte del letargo en que se encuentra; un joven de 21 años que a pesar de toda dificultad no esta dispuesto a resignarse al pesimismo.
Me comentaba que muchos amigos de él han caída en la indiferencia social dado el autoritarismo burocrático reinante que no deja desplegar en toda sus manifestaciones la originalidad revolucionaria de la juventud.
Así desde su grupo artístico trata de ofrecer otra opción que revitalice la revolución que se encuentra muy desmoralizada; ya ha dado un paso importante para la juventud y espero que se le sumen muchos más en su desarrollo.
Quiero traer a colación que en la prensa cubana en general se ha tocado en varios oportunidades la conducta de la juventud en Cuba, pero siempre se ha hecho hincapié en su rebeldía, vagancia, despreocupación por mantener el orden social, etc.; lo que nunca se ha mencionado cuales son los condicionamientos que han llevado a que la revolución produzca jóvenes de estas características.
Es imposible pretender algo más de ella sin no permiten que se emancipe libremente, si se la llena de prohibiciones sin ninguna explicación o por lo menos para nada convincente.
No se la vincula con las problemáticas más candentes del país, y no es que se encuentren indiferentes a esto, el hecho es que no se los toma en cuenta, se los trata como niños pequeños que nunca van a entender la situación.
Uno no nace sabiendo, aprende en el camino y se desarrolla mejor cuando le ofrecen críticas constructivas que no lo marginen y lo aplaquen a tal punto que no le den libertad de construirse a él mismo y a su entorno.
Sin juventud revolucionaria la revolución no tiene futuro, la obediencia ha ciegas solo producirá desinterés y pesimismo ante cualquier crisis social.
la revolución cubana fue hecha en su momento por jóvenes que actualmente son viejos. Recientemente con el cambio de poder el actual gobernante hermano del antiguo reforzó su aparato gubernamental con más viejos y destituyendo a los jóvenes del equipo de Fidel Castro.
Los jóvenes no son sólo segregados por el sistema gubernamental, sino que el sistema nunca ha confiado en ellos, nunca les ha escuchado legítimamente.