La Casa de las Américas Tomada

Daisy Valera

En los últimos días  de diciembre se realizó en La Habana el segundo encuentro de jóvenes artistas y escritores de América Latina y el Caribe.

El evento se llamó también “Casa Tomada”, porque por casi una semana en los diferentes espacios de La Casa de las Américas se desarrollaron ponencias y exposiciones de artistas de casi todas las ramas.

Se puede mencionar entre ellos Conciertos de Jazz, Intervenciones de diseñadores gráficos, Recitales poéticos, talleres de Teatro, y presentaciones de revistas.

En la Casa no faltaron tampoco espacios de reflexión, entre ellos, el papel de los jóvenes y el arte, responsabilidad de la intelectualidad, y Pensar Cuba hoy entre otros.

Aunque definitivamente es muy variada la propuesta que nos trajo a La Habana este segundo encuentro de jóvenes artistas, la participación del público en general no fue muy buena.

Lamenté estar en la sala Che Guevara de esta institución, en la hay una capacidad para 248 personas sentadas, y encontrarme con solamente 30, cuando se estaba desarrollando el Panel/Espacio: Participación y legitimación, medios de comunicación masiva/medios alternativos marginalidades.

Aunque el tema era muy interesante, de los 30 participantes, el mayor por ciento era contradictoriamente de extranjeros.

Las justificaciones a que este encuentro no fue acogido con mayor entusiasmo por la juventud habanera pueden ser variadas; después de reflexionar sobre esta situación se me ocurren algunos motivos.

Pero el de mayor peso es en mi opinión que los jóvenes no vieron reflejados sus puntos de vistas e inquietudes en el ambiente de “Casa Tomada”. Porque no se habló por ejemplo de las limitaciones por un lado económicas que implica crear y por otro de que en muchas ocasiones se tiene que tener cuidado al expresar ideas que pueden llevar a malintencionadas interpretaciones.

Además en uno de los paneles una de las invitadas tuvo la desacertada idea de de exponer  que muchos artistas en Europa tenían dinero y no sabían que crear, pero la realidad es que todos somos latinoamericanos y a ninguno nos hizo gracia el comentario.

Considero imprescindible encuentros donde puedan llegar a debatir sobre diversos temas del arte y la intelectualidad, pero pienso que en primer lugar lo que no debe faltar es la participación, que solo se logra si el espacio es capaz de promover discusiones y debates no solamente la imagen del conocedor hablando y el publico escuchando, que es lo que sucedió en este encuentro.