Guanajerías cubanas para el 2010

Por Alfredo Fernández Rodríguez

Un amigo me pidió un vaticinio para la Cuba del año que recién comienza. Yo, que no cuento entre mis fuertes al optimismo, accedí con este sano pronóstico.

Imaginemos  que al finalizar el 2009 el Primer Ministro del país al dirigirse al pueblo de Cuba le dijera: “el próximo año será tan bueno como los cubanos quieran que sea,” en lugar de “este será un año difícil.” Desde esta suposición escribiré este artículo repleto de conjeturas y  esperanzas. El vaticinio se me antoja así:

1. Medidas estatales permiten la pequeña empresa al punto que cooperativas urbanas solucionan el problema del transporte del país por primera vez en 51 años.

2. Medidas tomadas en el sector de la agricultura repercuten en el abastecimiento de alimentos en el país, al punto que comer deja ser problema en los hogares cubanos.

3. Los cubanos hacen uso de su derecho a viajar y corroboran los efectos de la crisis económica, al tiempo que conocen el mundo real.

4. Los residentes de las catorce provincias del país eligen a su Primer Secretario (Alcalde).

5. Es permitido a cubanos emigrados regresar a la isla sin importar su posicionamiento  político.

6. Las universidades del país gozan de autonomía, eligen al rector y  resto del personal que trabaja en ellas.

7. Se elimina la doble moneda, dándole fin a un “apartheid” económico de 17 años.

8. Es aprobado el matrimonio entre homosexuales y la adopción de niños por estas parejas.

9. El 6 de noviembre del 2010 el grupo OMNI organiza una marcha por la no violencia con gran participación de jóvenes de todos los sectores del país.

10. El discurso oficial cubano se despoja de su tono beligerante al abordar la relación con los E.U. A.

Desde este decálogo, me gustaría responderle la difícil pregunta a mi amigo de un pronóstico nacional para el año que comienza. Ojalá mis sueños se hagan realidad, aunque no se cumplan en el 2010. Pero que tampoco demoren demasiado.