Elecciones reñidas en Chile el domingo

Por Daniela Estrada

HAVANA TIMES, 15 enero (IPS) — Unos pocos miles de votos podrían dirimir este domingo la segunda vuelta presidencial de Chile entre los candidatos de la coalición gobernante de centroizquierda, el ex mandatario Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y el de la oposición derechista, Sebastián Piñera.

“El resultado es incierto”, resumió a IPS Gustavo Martínez, director del Centro de Estudios de Opinión Pública de la estatal Universidad de Chile, quien tiende a pensar que ganará el ex senador y multimillonario empresario Piñera por estrechísimo margen.

Un triunfo del representante de la derechista Coalición por el Cambio significaría el fin de la hegemonía que ha mantenido  la centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia desde que se restauró la democracia en 1990, con la elección consecutiva de tres presidentes y una presidenta en este país austral latinoamericano.

Se trata de  los democratacristianos Patricio Aylwin (1990-1994) y Frei (1994-2000), actual senador que busca un nuevo mandato presidencial, y los socialistas Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet, cuyo mandato concluye el 11 de marzo.

Una victoria de Piñera sería la primera de la derecha a través de las urnas desde 1958, sin tener en cuenta su participación en la dictadura del fallecido general Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.

Según la última encuesta difundida antes de la definitiva jornada electoral por el Centro de Estudios Mori, Piñera, de 60 años, se impondría al ex mandatario, un ingeniero hidráulico de 67 años, por 50,9 contra 49,1 por ciento de los votos.

Si se considera el margen de error del sondeo, el resultado indicaría un “empate técnico” entre los contendores.

En la primera vuelta presidencial, el 13 de diciembre, Piñera obtuvo 44 por ciento de los sufragios, Frei 29 por ciento, el independiente Marco Enríquez-Ominami 20 por ciento y el representante del izquierdista Pacto Juntos Podemos, Jorge Arrate, seis por ciento.

Arrate y Enriquez-Ominami y Bachalet Apoyan a Frei

Arrate anunció su apoyo a Frei el 22 de diciembre, mientras que Enríquez-Ominami demoró hasta este miércoles 13 para indicar que votará por el ex mandatario, tras constatar que algunas de sus propuestas de campaña, como la reforma tributaria y la declaración del agua como bien de uso público, fueron acogidas por el oficialismo.

“Ante la incertidumbre de que la derecha pueda llegar a impedir la marcha de Chile hacia el futuro, es mi responsabilidad contribuir a que eso no ocurra”, declaró el joven diputado, hijo del líder histórico del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, asesinado

en 1974 por agentes de la dictadura de Pinochet.

Sin embargo, el parlamentario, de 36 años, aclaró que dejaba en libertad de acción a sus partidarios, y ha mantenido el discurso crítico tanto contra la Concertación como contra la Coalición por el Cambio durante toda la campaña electoral, lo que sembró dudas respecto a su pronunciamiento a favor de Frei.

Precisamente una de las claves de la elección del domingo,  según coinciden  analistas de deferente signo, será el comportamiento de los 1,4 millones de votantes que optaron por Enríquez-Ominami en diciembre.

De acuerdo al sondeo de Mori, 44 por ciento de los electores del diputado y cineasta, que renunció al co-gobernante Partido Socialista para lanzar una candidatura ajena a la  Concertación, respaldarían a Frei, mientras que 20 por ciento se sumarían a Piñera.

“El electorado de Enríquez-Ominami es bastante más heterogéneo que el de Arrate”, por lo que es difícil hacer cálculos exactos respecto a la opción que tomará esa masa de votantes, planteó el politólogo Martínez.

Según los expertos, en el balotaje también serían decisivas las personas que piensan votar blanco y nulo, que en diciembre sumaron algo más de 284.000 votos.

En tanto, la abstención en primera vuelta fue de un 12,32 por ciento.

Por ello, tanto Bachelet como los dos candidatos en sus cierres de campaña del jueves llamaron a los 8,2 millones de electores a no anular sus votos como una forma de crítica.

“Efectivamente, es la elección presidencial más complicada (desde 1990) porque en primera vuelta la Concertación se presentó con tres candidatos en la práctica”, dijo a IPS la politóloga María de los Ángeles Fernández, directora ejecutiva de la no gubernamental Fundación Chile 21, ligada al oficialismo.

“Pero una elección igualmente difícil, no lo olvidemos, fue la que disputaron (el ex mandatario Ricardo) Lagos y (el candidato derechista Joaquín) Lavín en 2000 y que le dio el triunfo a Lagos, en segunda vuelta, por escaso margen (30.000 votos)”, acotó.

Fernández estima que Frei “ganará por 51 por ciento versus 49 por ciento, aunque, en la práctica, todos los análisis avizoran un virtual empate técnico”.

El senador es hijo del ex presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), asesinado por envenenamiento en una clínica en enero de 1982 por agentes de la dictadura de Pinochet, según una investigación judicial en curso.

Este jueves, la presidenta dijo que votaría por Frei “porque es una persona honesta” y aseguró que el ex mandatario logró separar sus negocios de la política cuando ingresó al servicio público.

Sin nombrarlo, Bachelet recordó los conflictos de intereses que constantemente se le achacan a Piñera, cuya fortuna se estima en más de 1.200 millones de dólares, con acciones en el popular equipo de fútbol Colo-Colo y el canal de televisión Chilevisión, entre otras empresas.

Piñera acusado de vínculos con Pinochet

Además, en las últimas semanas las fuerzas que apoyan a Frei intensificaron su estrategia de asociar a Piñera con la dictadura de Pinochet.

Aunque el candidato derechista siempre ha asegurado que votó “No” en el plebiscito sobre la extensión del régimen dictatorial realizado en 1988, buena parte de los líderes del Partido Unión Demócrata Independiente (UDI), que lo apoya, fueron colaboradores directos de la dictadura.

Compelido a definirse al respecto, Piñera se comprometió sólo a no nombrarlos ministros de un eventual gabinete suyo.

Diversos politólogos, coinciden en la idea de que si triunfa Piñera será más una derrota de la coalición gobernante que un mérito del representante de la derecha.

“A mi juicio, la Concertación en esta elección no ha marcado de manera clara la diferencia entre las dos candidaturas en términos políticos-sociales”, dijo a IPS Martínez.

La coalición gobernante tuvo éxitos destacados,  como reducir de 38 a 13 por ciento la pobreza del país en 16 años, pero también se le critica su falta de renovación y de democracia interna, la lógica de cuotas de poder que se instaló en su seno y los hechos de corrupción conocidos en los últimos años.

Consciente de las suspicacias que puede generar una elección estrecha, el director del Servicio Electoral, Juan Ignacio García, declaró que “si todos los actores cumplen su labor de acuerdo con la ley y buena voluntad habrá un proceso electoral transparente reconocido por todo el mundo”.