Dos Décadas Que Son Tres
Alfredo Fernández Rodríguez
El 31 de diciembre a las 12 de la noche el mundo entrará en la segunda década del siglo XXI, pero los cubanos, entraremos en la tercera. Y no es que Cuba optara por un calendario diferente al gregoriano, otros derroteros nos obligaron a cambiar el dos por el tres.
Sucede que el siglo XXI cubano comenzó en el año 1990. Este año marcó la caída del Socialismo en toda la Europa Oriental, y nosotros vimos como el país se sumergía en la mayor crisis económica que halla atravesado La Revolución y quizás La República.
La Revolución, con medidas más paliativas que de solución, y con promesas de mejoras que no llegan, ha logrado consumir dos décadas de nuestras vidas esperando soluciones económicas elementales que permitan al ciudadano medio pintar su casa o comprarse con su salario un par de zapatos.
En la primera década del siglo XXI “cubano,” justo en el año 1994, se potenció la desesperación nacional y brotó la alternativa de la emigración como solución personal a la crisis, flagelo que día a día separa familiares y amigos que para encontrar una existencia realizable, marchan a cualquier lugar del planeta valiéndose de amores fingidos, de maestrías y doctorados en universidades foráneas, viajes de trabajo sin retorno o la desesperación de lanzarse al mar en una balsa.
Cuando comience el año 2010 del siglo XXI y el mundo inicie su segunda década con una crisis financiera de tres años, ya los cubanos nos habremos adelantado con una crisis económica de veinte; y lo que es peor, con el comienzo de una tercera década de desesperanza.