¿Dónde están los terroristas cubanos?

Dmitri Prieto

Niños cubanos. Foto: Caridad

El Departamento de Estado de EE.UU. volvió a poner a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo; esto sucede en un momento cuando EE.UU. aplica medidas rigurosas de control debido a las recientes amenazas terroristas. La noticia fue respondida con una declaración del MINREX cubano y con mítines en centros de trabajo y de estudios.

Me pregunto: ¿creen de veras en la Administración Obama que controlando “mejor” los pasaportes, los equipajes y los cuerpos mismos de quienes viajan desde “países terroristas” a EE.UU., se logrará disminuir la amenaza de nuevos ataques? ¿Alguien puede creer seriamente que los verdaderos terroristas viajarían a EE.UU. desde los mismos países que los patrocinan y los entrenan, con pasaportes propios y nombres auténticos?

Las medidas me recuerdan la pregunta recurrente que aparece en las planillas de los servicios migratorios norteamericanos: “¿Ha sido Ud. miembro de organizaciones comunistas y/o terroristas?.” Aunque me parece que ahora lo de “comunistas” lo quitaron.

En Cuba casi todos fuimos pioneros cuando niños, y respondíamos con un saludo cuasi-militar a la consigna de ¡Pioneros por el Comunismo! ¡Seremos como el Che! Casi todos recibimos entrenamiento militar bajo la doctrina de la “Guerra de Todo el Pueblo”.  Entonces, ¿somos todos terroristas? ¿Acaso no recibieron un entrenamiento similar (aunque acorde a la tecnología de la época) los minutemen de 1776? ¿Eran ellos terroristas?

No creo en la burocracia y menos aún en que alguien sea capaz de poner en una planilla para entrar a EE.UU.: “Yes, sir, pertenecí a una organización terrorista donde me enseñaron a poner bombas en aviones civiles, de hecho una vez pusimos una y funcionó.”

Rainy day. Foto: Caridad

Por ello, todas esas medidas me parecen ineficaces y ridículas, o, mencionando un cuasi-sinónimo de estos últimos adjetivos, simplemente “políticas.”

Lo peor es que sí, es verdad, existen los terroristas cubanos.  Existen cubanos que SÍ deberían responder en cualquier interrogatorio de Homeland Security: “Yes, sir, pertenecí a una organización terrorista donde me enseñaron a poner bombas en aviones civiles. De hecho una vez pusimos una. Y funcionó.”

Y entonces Homeland Security debería hacer con esos terroristas cubanos lo que normalmente se hace con un terrorista. O si les resulta apropiado, devolverlos a Cuba.  O a Venezuela, donde hay causas pendientes contra ellos.

Porque el punto ineficaz y ridículo, o simplemente “político,” de la continuación de la “guerra contra el terror,” ahora con Obama al frente, está en que los EE.UU. (¡y no Cuba!) se han convertido en un refugio seguro (safe haven) o si lo prefieren, un santuario (sanctuary), para dos confesos terroristas cubanos que una vez pusieron una bomba en un avión civil. Y funcionó. No me interesa mencionar los nombres de esos tipos.

Para que la “política” sea política, debe hacerse con voluntad, coraje, coherencia y conciencia política. Es una pena, pero ni ganarse un Premio Nobel de Literatura ayudaría a lograr lo que falta. ¿No era de Literatura? ¡Ups! Parece que me confundí de Nobel…

Por cierto, si mal no recuerdo, Libia y Corea del Norte ya no aparecen en la lista de los países terroristas.

No creo en la retórica ni en la eficacia del ruido propagandístico. Pero sí creo que las decisiones extremas sólo son eficaces para aumentar el capital político de los extremistas. Y no importa de cuál de los extremos estamos hablando.

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