La piedra angular del desarrollo

Por Pedro Campos

Foto: Desyree Valdivieso

HAVANA TIMES — Se acaba de inaugurar en La Habana el Congreso Pedagogía 2017, bajo el lema Educación: piedra angular del desarrollo. Según los índices del propio gobierno y los de la UNESCO, Cuba es uno de los países de mayor desarrollo educacional, de los que más médicos y profesionales per cápita gradúa anualmente, de los de menores índices de analfabetismos, etc.

Sin embargo, ese mismo gobierno acaba de reconocer que el PIB decreció en el año recién finalizado. Estamos en recesión y todo el mundo sabe que en Economía, como en todo lo demás, tenemos un desastre.

Si fuera real ese lema, pues con toda lógica, Cuba debería estar en la cima del desarrollo. Entonces, en verdad el lema trata de esconder las causas reales del desastre económico y, sobre todo, ocultar al verdadero eje del desarrollo.

Economistas oficialistas siguen hablando de falta de inversión extranjera y apuestan a que su aumento es lo que podría elevar el PIB, con cuyos números hacen cábalas, sin explicar nunca las causas reales de la baja inversión extranjera ni de la improductividad de las empresas estatales. La cadena, el mono no lo tocan.

Como la economía cubana se ha identificado erróneamente con el socialismo y como se da por descontado que la orientación marxista de la economía ha fallado, pues muy pocos de nuestros especialistas en el ramo se atreven ya a mencionar a Karl Marx y a sus teorías económicas para explicar el desastre cubano.

Además, como es una tendencia bastante general mundial culpar al marxismo del desastre del dizque socialismo en el siglo pasado, pues usar o citar sus teorías en análisis sobre economía es casi un pecado mortal que conlleva ser rechazado por editoriales y publicaciones especializadas.

Pues bien, a pesar de ello, cualquier análisis serio de la economía cubana, que pretendan encontrar las causas del desastre y hacer propuestas realistas, tiene que acudir necesariamente a las herramientas básicas de la economía política marxista, aunque vaya en contra de la filosofía voluntarista del estado-partido-gobierno cubano que se dice socialista y las editoriales y publicaciones te rechacen.

Foto: Doug Haight

Y para entrar en materia, una vez más, la piedra angular sobre la cual se sustenta el desarrollo de cualquier economía es la adecuada relación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Cuando existe armonía entre ambas, el desarrollo fluye y crece la economía. Cuando las relaciones que establecen los hombres en el proceso de producción (propiedad, cambio, distribución y consumo), frenan el desarrollo de las fuerzas productivas (medios de producción, técnicas y fuerzas de trabajo) vienen la desaceleración, el decrecimiento y la recesión.

Los enfoques capitalistas más interesados en mantener el sistema de explotación asalariada de los trabajadores, que en resolver los problemas generales de la sociedad, buscan las soluciones en la esfera de la circulación, la distribución y el consumo, no en las relaciones de producción, y con sus medidas como destruir medios de producción y consumo, reducir gastos de todo tipo, eliminar puestos de trabajo y hasta industrias completas, solo logran reducir parcialmente los efectos de la crisis, cargándolos generalmente sobre los trabajadores y la población.

Otras visiones capitalistas, más avanzadas, toman medidas en la esfera de las relaciones de producción y tratan de mantener el desarrollo del capitalismo, pero posibilitando dar alguna salida a las crecientes fuerzas productivas. En estos casos han tomado medidas como introducir las nuevas técnicas, buscando al mismo tiempo ampliar otras esferas de la producción que permitan absorber la fuerza de trabajo que quede disponible; dar acceso a los trabajadores a participar del capital, por medio de acciones o han favorecido el otorgamiento de créditos para microempresas, por ejemplo. Pudieran mencionarse otras.

En Cuba, ni el gobierno ni sus economistas analizan los problemas a partir del análisis marxista de la relación adecuada entre fuerzas productivas y relaciones de producción y asumen el facilismo de culpar a factores externos como la caída de la URSS y el “campo socialista”, y al bloqueo imperialista”. Los más aborrecibles culpan a los trabajadores, su falta de interés y desagradecimiento con el Estado y sus dirigentes.

Y lo hacen así simplemente, porque de analizarlo consecuentemente con los instrumentos de la teoría marxista, tendrían que aceptar que en Cuba las relaciones de producción mayoritarias siguen siendo asalariadas, como en el capitalismo, solo que para el Estado y son ellas las que frenan el desarrollo de las fuerzas productivas y de la economía en general.

En consecuencia, lo que correspondería según una valoración marxista de la economía cubana, es dejar atrás esas relaciones estatal-asalariadas y todo lo que traen colgado, como la “planificación centralizada”, la concentración del mercado en los monopolios estatales, los bajos salarios, la corrupción, el desvío y mal uso de recursos, los controles de precio y de producciones y demás “relaciones” paternalistas, voluntaristas y populistas del estado dueño con los productores y consumidores.

Foto: Doug Haight

Y asumir el análisis marxista consecuente, que lleva a identificar el problema central que es el capitalismo monopolista de estado impuesto en nombre de un inexistente socialismo y aceptar que hay que cambiar el estatalismo asalariado, por las múltiples relaciones de producción que ahora corresponde al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas cubanas: capitalismo privado (pequeño, mediano y grande) y trabajo libre privado (verdaderos cuentapropistas) y asociado (cooperativas, mutuales, asociaciones de trabajadores de tipo diverso) con otras relaciones sociales y enfoques económicos y de mercado afines.

Si Cuba avanza, será porque habremos echado al basurero de la historia todo ese enfoque estalinista de la economía estatal centralizada. Si los que están arriba, decidiendo, no pueden o no lo entienden o no les conviene, más temprano que tarde, también tendrán que convertirse en historia pasada, porque según Karl Marx en Contribución a la Crítica de la Economía política”:

“En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones que son necesarias e independientes de su voluntad, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre lo que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto con las relaciones de producción dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De forma de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social.”

7 thoughts on “La piedra angular del desarrollo

  • na, eso se arregla con un par de lineamientos, algun que otro compromiso, algo de nuevos sacrificios y sobre todo, una tonelada de culpas lo mismo al imperialismo yanqui que a los osos polares y van a ver que en unos 60 anos, todo está resuelto.

  • Evidentemente, la gestión estatal monopolista de la economía en Cuba, basada en estadísticas y no en cálculos, debe de desechar la mecánica gruesa con la que ha operado. Y de eso se trata cuando se habla de perfeccionamiento empresarial del aparato productivo. Lo que sucede es que la concepción que asiste al proceso se remite al capitalismo de monopolios –claro está, estatales– de principios del siglo XX. El proceso de modernización que avanzan se reduce a una capitalización de la economía, y por tanto, para ello necesitan del trabajo salariado. Admitirán al capital privado, a las cooperativas y al autoempleo en la medida que sean “complementos” dentro del sistema y no actores que discutan el control estatal-capitalista de la economía.

    Y esta es la norma para toda empresa monopolista que opera hoy mismo. Así actúan las 500 empresas más importantes del mundo, según la revista Forbes. En esa lógica se mueve el poder en Cuba. Esto es, no se trata de la confrontación entre bloques sino entre corporaciones que se disputan los mercados.Y con el óptimo de estos últimos es de 300 a 500 millones de personas, la idea de la colaboración Sur-Sur se ha convertido en pura retórica. El enemigo real es el capitalismo estatal o privado. La solución es comunicar la economía, no atomizarla. El tipo de economía que Martínez concibió, y que se halla en la reforma soviética de los 60-70s, un montón de pequeñas expresivas todas iguales, que basadas en el libre juego del mercado nos llevarían a la tierra prometida, en el mejor de los casos, resulta la imagen invertida de ese capitalismo estatal-monilita que nos tratan de imponer hoy mismo.

  • Querido Mongui. El capitalismo privado no es enemigo de las relaciones de producción propiamente socialistas, no es enemigo del cooperativismo, del asociacionismo en sus diversas formas. De hecho todas esas formas socialistas surgen en la economía de mercado capitalista y más se desarrollan mientras más libre es la inversión, mientras menos trabas monopólicas, mientras menos regulaciones. Para los los clásicos y cualquier que tenga dos dedos de frente, tal y como lo explicó Marx en la Crítica al Programa de Gotha, en el socialismo, etapa de tránsito, tendrian cabida las formas de producción anteriores. Ninguna formación económico social ha caído del cielo, impuesta por un estado, o lo que sea, cuando así ha sido ha terminado en fracaso. En los países capitalistas mas desarrollados es donde más formas socialistas y autogestionarias encontramos, donde más trabajo libre, privado o asociado, se encuentra.
    Pero además en las condiciones concretas de Cuba, el capitalismo privado permitido está demostrando ser superior al estatalismo asalariado y está generando la libertad que nunca podrá el estatalismo. Un abrazo P

  • Yo, cuando sea grande quiero trabajar para la UNESCO donde se ganan altos salarios se tienen beneficios laborales magníficos y evidentemente hay que trabajar poco o nada. Esto último se confirma cuando sus funcionarios ni siquiera se toman el trabajo de corroborar las estadísticas que les dan los propios países y que ellos asumen como perfectamente verídicas como estas afirmaciones risibles que hacen sobre la calidad educacional en Cuba.

  • Parque Tematico, la UNESCO si ha comprobado la calidad educativa de Cuba mediante examenes a los estudiante y ha comparado resultados con los de los estudiantes de otros paises de la region latinoamericana frente a los mismos examens. Y verdaderamente los resultados de Cuba por largo trecho son mejores. Ademas el que ha podido vivir en latinoamerica sabe que la educacion publica tiene serios problemas comparada con la de Cuba.

  • Sí, sí… no hay más que leer los comentarios en estos foros de médicos, ingenieros y demás profesionales universitarios, todos jóvenes egresados de “la potencia educativa cubana”. Sólo le digo que parodiando los evangelios, “por su ortografía los conoceréis”.

  • Cito: “Economistas oficialistas siguen hablando de falta de inversión extranjera y apuestan a que su aumento es lo que podría elevar el PIB, con cuyos números hacen cábalas, sin explicar nunca las causas reales de la baja inversión extranjera ni de la improductividad de las empresas estatales. La cadena, el mono no lo tocan”. Pedro, esos economista a que te refieres y sus superiores, deberían saber que las inversiones extranjera solas no van a resolver el problema de Cuba, porque debería existir un equilibrio entre el capital nacional que no existe y el capital internacional, voy a poner un ejemplo, Brasil, el gobierno Temer que por cierto es un gobierno REFORMISTA, no como lo han clasificado de conservador en otros foros no así en HT, está implementando reformas que desde el equilibrio de las cuentas públicas, pasando por reforma de la previdencia social (jubilaciones), trabajista, tributaria, política hasta privatizaciones, entre otras cuestiones, para atraer inversiones extranjeras y nacionales, pero las empresas brasileñas grandes, medianas, pequeñas y micro empresas están bastantes proliferadas y con un nivel de desarrollo medianamente aceptable, entonces la inversión extranjera es un complemento bienvenido y potencializa a la inversión nacional desde el punto de vista tecnológico y como generadora de servicios para la mediana y pequeña empresa así como para los prestadores de servicios técnicos y profesionales autónomos, también como empleadoras directas y generadoras de empleos indirectos porque si se eleva el PIB, que actualmente es negativo, mejora toda la sociedad y fundamentalmente el desempleo que es de 14% actualmente. En el caso de Cuba la inversión extranjera bajo las condiciones actuales es muy nociva y peligrosa para el futuro de Cuba, es nociva porque contratarán trabajadores cuasi esclavos y no beneficiará directamente a las pequeñas y medias empresas y a trabajadores autónomos nacionales por razones obvias (no existen). El capital extranjero es peligroso para el futuro de Cuba, porque ahora entran formando empresas mixtas con el actual estado totalitario pero futuramente cuando Cuba alcance un régimen democrático el capital internacional que esté posicionado en Cuba, pasará a dueño absoluto y la mayoría de los cubanos se tendrán que conformar con ser sus asalariados o cuando más recibir las migajas que caigan sus mesas después de saciar su voracidad. Pienso que toda esas desgracias para Cuba y para los pesara en las conciencias de los economistas oficialista a que te has referido por jugar con la cadena, sin tocar el mono para no enfurecerlo.

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