El plan de Raúl en crisis

Por Pedro Campos

Raúl Castro y Miguel Díaz Canel. Foto: telecubanacan.icrt.cu

HAVANA TIMES – La estrategia del General Raúl Castro para reflotar la economía cubana tenía tres pilares fundamentales:

1-Unas frágiles reformas para dar algunas facilidades a la economía privada y cooperativa, pero siempre subordinadas al estado.

2-Continuar con la ayuda petrolera de Venezuela y la exportación de médicos al área del ALBA y países amigos del Cono Sur Americano y

3-Mejorar las relaciones con EEUU para conseguir más dinero proveniente de las remesas, el turismo y el mercado, pero sin dar espacios a otros intercambios que pudiera afectar el control del estado sobre la economía y la sociedad.

Del 2008 al 2018 dio pasos en esas direcciones, pero todo le ha salido bastante mal.

1-El propio sistema estatalista, centralizado y burocrático ha impedido que  las “reformas” avancen y han quedado en una caricatura que ha generado más oposición que apoyo, por las expectativas que generó y las trabas impuestas.

2-La caída de los precios del petróleo y las equivocadas políticas de Maduro en Venezuela, no solo pusieron en crisis la ayuda petrolera venezolana sino todo el sistema del  ALBA, mientras que la ola populista que se extendía por el Cono Sur y demandaba cientos de miles de médicos cubanos cuyos honorarios iban a engrosar las arcas del castrismo, se ha ido revirtiendo en Argentina, Brasil y hasta en Ecuador, provocando una disminución fundamental de esas entradas.

3-La mejoría de relaciones con EEUU alcanzada con Obama fue puesta en crisis por el mismo castrismo, que se aterrorizó cuando la visita del mandatario estadounidense a Cuba y creyó que podía parar las relaciones “pueblo a pueblo” y mantener al mismo tiempo un incremento significativo del turismo y el mercado según su conveniencia. La llegada de Trump y los problemas con los llamados ataque sónicos a diplomáticos de EEUU, echaron por tierra lo que quedaba de esos planes.

Fracaso completo de la estrategia

Así llegó Raúl Castro al final del mandato que él mismo se había propuesto terminar en febrero de 2018. Irma ha sido una justificación más en medio del desastre, como justificaciones todas las sin razones subjetivas expuestas por Murillo y demás Ministros para tratar de explicar la disfuncionalidad del plan,  ante la última reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En fin, todas demostraciones de la incapacidad del equipo gobernante del General para sacar la economía del país adelante.

Fidel and Raul Castro.

La prórroga por dos meses solo indica que, ante tan complicada situación, los factores principales de poder llegaron a la conclusión de que Díaz Canel, nominado sustituto, no estaba en condiciones de asumirla, fuera por consideraciones de otros o de él mismo.

Téngase en cuenta que en ese sistema verticalista centralizado, si el Jefe del Consejo de Ministro y del Consejo de Estado, no es también el 1er Secretario del PCC, estaría atado de pies y manos para ejecutar cualquier política. Quizás se filtre algo posteriormente. El viaje último de Raúl a Santiago de Cuba y sus estrechas relaciones con el primer Secretario del PCC en esa provincia, Lázaro Expósito, puede tener relación con el hecho.

En cualquier caso, lo cierto es que el castrismo anda dando tumbos, por la situación económica difícil, las propias trabas del estatalismo y la mezcla de caudillismo, estalinismo y dinastía, con el “rey” muerto y con los “nobles, vasallos y hasta los siervos” en busca de oportunidades e independencia.

Como se quiera presentar, lo cierto es que estamos viviendo los tiempos finales del entuerto que llamaron socialismo por conveniencia, que en verdad no fue más que una dictadura personal en su estricto sentido. Sin el dictador por y para el cual fue diseñado el modelo, éste carece de sentido; pero sus leales se obstinan en mantenerlo a contrapelo de toda realidad.

Si a Raúl el sayo le queda grande, a Díaz Canel o a cualquier otro, ni que decir. Solo un cambio de sistema económico y político que no han querido hacer, por engreídos, hubiera podido dar alguna continuidad al castrismo sin Fidel.

Pero han perdido mucho tiempo y oportunidades, ya parece tarde. Estamos presenciando la etapa terminal del castrismo.

6 thoughts on “El plan de Raúl en crisis

  • // Como el güajirito que escribió a sus padres: “No aprendo inglés y se me está olvidando el español” //

    Y para nosotros es peor: Nunca supimos “el español” de gobernarnos y **seguimos sin hacer algo para aprenderlo**.

  • La farsa de democracia socialista cruje por donde quiera. Supuestamente deberia haber una eleccion entre los diputados para elegir al presidente de Cuba y otra en el Congreso del PCC para elegir al guru politico, pero como no es un Castro nadie mas es confiable entre los 12 millones de cubanos para gobernar una pais en ruinas y con la tormenta perfecta sobre la isla. No habia que ser un politologo para ver lo que se venia.

    Obama les dio el pie forzado para hacer los cambios necesarios y hasta la posibilidad real de levantar el embargo. Pero a Raul le faltaron pantalones para hacer los cambios casi obligados estando el dictador historico vivo y tampoco despues de muerto. Dejo pasar la gran oportunidad historica y ahora recurre a lo unico que sabe hacer: jinetear a Rusia y China a cambio de ser su satelite a 90 millas del imperio.

  • No tengo ambiciones political, no quiero suceder a Raul, ja . ja….pero me estan retratando.

    Copio:

    Un Salomón sería mucho pedir, pero Cuba necesitaría, después de Fidel y Raúl, alguien que tenga el coraje de sacudir al país hasta que se le quite la bobería que tiene. Un hombre que hubiera viajado por el mundo, no como parte de delegaciones oficiales, que haya leído extensamente, y no sólo discursos de Fidel y el diario del Che, sino, a Shakespeare, a Cervantes, a Dostoievsky, El Siglo de las Luces, que haya estudiado economía, derecho, finanzas, historia, ciencia política, filosofía, o comunicaciones en una universidad de verdad, no en una supuesta escuela del Partido. Más necesario aún sería que tuviera por los cubanos compasión y afecto, y, crucialmente, que comprendiera el significado, el júbilo y los beneficios de la libertad.

  • Pedro, estoy de acuerdo contigo en que “estamos presenciando la etapa terminal del castrismo” pero si los que de una forma u otra están luchando por la democratización de Cuba no se integran institucionalmente, independientemente de ideología o de agendas políticas específicas llegado ese momento Cuba se convertirá en otro caos mayor que el castrista o lo más posible en otro estado totalitario o autoritario sea de izquierda o de derecha.

  • Y cuando pasen los dos meses inventan otra cosa. Y al final será otro Castro el que coja el mando, a que si?
    Es un negocio familiar y de sus allegados.

  • Buen análisis. Realmente es un plan en crisis o ya fracasado como fue concebido. Más de una década sin resultados positivos relevantes, solo más crisis. Raúl fue una esperanza para muchos, porque se atrevió a cambiar algo, aunque fuese mínimo. Antes, con Fidel, nada de nada. Pero el sistema es centrifugante y batió con semillas y todo cualquier idea medio positiva que podría haber marcado la diferencia. El hecho es que solo cosechan fracasos. Ahora solamente el turismo crece de verdad y tienen tremendas limitaciones para asumirlo, empezando por los servicios aeroportuarios. Pero ni eso es mérito propio, porque el actual boom no es fruto de su propio marketing, sino del favor que les hizo Obama dando esperanzas de flexibilización con las relaciones, visitando Cuba y comiendo en sus restaurantes criollos de la Habana vieja, cubierto por cámaras de todo el mundo, en un excelente comercial gratis. Solo hay que mirar los números. Pero un sistema como el cubano, disfuncional, puede recibir 10 millones de turistas y llegar a producir 10 millones de barriles diarios en el golfo, hipotéticamente, que de todas formas no funciona. Solo seguirá funcionando para ellos, porque es de ellos. Los cubanos necesitamos muchas cosas, pero lo primero que necesitamos es democracia, de ahí parte todo. Gracias Pedro.

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