El inmovilismo ha recobrado terreno

Por Pedro Campos

HAVANA TIMES — He estado siguiendo la información que se ha publicado sobre las recientes reuniones del partido-gobierno y si otras veces me he entusiasmado con las palabras del Presidente, esta vez las encuentro más bien desalentadoras.

Se sigue apostando al modelo estatal-asalariado-centralizado-autoritario en entredicho, incapaz de generar bienestar en el pueblo y los trabajadores por su divorcio total con los medios y fines de la nueva sociedad que anhelan las grandes mayorías.

El “cambio de estructuras y de mentalidad” no se ha producido siquiera entre los principales niveles del partido-gobierno.

El objetivo central de la “actualización”: quitarle al estado todo lo que se considere carga económica y entregar lo que no le funciona a formas “no estatales de producción”, ha resultado básicamente en dar prioridad al cuentapropismo que “contrata trabajadores”, una eufemística manera de llamar al capitalismo privado.

La participación de los trabajadores y el pueblo sigue reducida a opinar. Los lineamientos fueron aprobados por el VI Congreso del PCC, no por el pueblo.

Los “lineamientos” y el llamado proceso de “actualización” no son más que un intento de mantener, en esencia, el viejo modelo burocrático del “socialismo de estado”, donde la tendencia estatalista ha predominado, la economicista pro-capitalista ha logrado meter base y la autogestionaria-socialista ha quedado reducida al papel de simple espectadora de unos selectivos y estatalmente monitoreados “experimentos” sobre cooperativas, de los que saldrá una eventual ley, en unos ¿cuántos? años.

De manera que para el gobierno-partido la amplia experiencia cooperativa y asociativa nacional e internacional  es insuficiente para aprobar una ley cooperativa extensiva a todos los sectores de la economía.

El inmovilismo ha recobrado terreno. Presidente: no se puede hacer seña para la izquierda y doblar para la derecha, sin crear problemas en la vía.

Ni hay socialismo, sin la participación directa del pueblo y los trabajadores en todas  las decisiones que los afectan.

Ni los enemigos son los críticos de la lentitud en las políticas gubernamentales, sino quienes desde el poder las dificultan.

Ni la política del gobierno norteamericano parece ser convertir a Cuba en otra Libia, como sí alentar la actual dirigencia en sus  esfuerzos “pragmáticas” tendientes a restaurar el capitalismo privado nacional y extranjero.

Ni el gobierno de Cuba tiene que discutir con el gobierno de EEUU nuestros problemas políticos  internos, sino con su pueblo.

La llamada “actualización” no ha generado beneficios tangibles para las mayorías. La nueva sociedad se construye hoy mismo, no mañana.

La juventud y los profesionales no aguantan más y se siguen yendo del país. ¿Hasta cuándo las políticas absurdas?

Otros hechos, en ámbitos muy delicados, le están saliendo mal al gobierno, no por culpa del imperialismo, sino por la incapacidad y la incultura política de sus funcionarios y  “especialistas”.

Las consecuencias internas y externas de estos desaguisados y de los pobres resultados económicos, políticos y sociales de los últimos años, están por verse.

No me siento alentado por lo que últimamente viene haciendo y diciendo el gobierno. Si es restaurado el capitalismo en Cuba, los únicos responsables serán los siempre gobernantes.

De nuestra parte también “la mesa está servida”…pero NO para el imperialismo, sino para todos los cubanos. Con el imperio no tenemos nada que discutir, mientras mantenga su criminal bloqueo, y nunca, nuestros asuntos internos.
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