De nuevo la crisis del transporte público en La Habana

Foto: Caridad

Por Pedro Campos

A mi amigo, ya fallecido, Octavio “Cuco” Basilio*

HAVANA TIMES, 22 mar — De nuevo el transporte público de la capital entra en crisis. De nuevo los medios publicitarios del partido-gobierno culpan a los “trabajadores del transporte y a la indisciplina.”  De nuevo tales medios abogan por más controles y medidas represivas contra los trabajadores y el pueblo.

Para algunos, pareciera que “este pueblo no merece los sacrificios que por él hace el estado. No es merecedor de la confianza de sus dirigentes.” ¡Tartufos!, les llama, genialmente, mi amigo libertario, Ramoncito García.

Pero el estado gobierno mantiene en bajos niveles los salarios en las empresas estatales y continúa ignorando las propuestas de los trabajadores y de la izquierda de introducir la cogestión, la autogestión y el cooperativismo  en el sector y ni se cumplen los mismos lineamientos aprobados, hará ya un año el próximo mes de abril, por VI Congreso del PCC, sobre la extensión del cooperativismo a todas las esferas de la producción y los servicios.

¿Hasta cuándo el ciclo de inconsecuencias políticas, económicas y sociales? 

¿Hasta cuándo tendremos que oír a “periodistas” defensores del status quo burocrático, exponiendo las mismas barbaridades voluntaristas, anti proletarias y anti populares?

¿Hasta cuándo las propuestas verdaderamente socialistas van a ser ignoradas por el gobierno-partido?

Un artículo escrito en Julio del 2006, hace casi 6 años, bajo el título “La grave crisis del transporte urbano en La Habana. Una alternativa: las cooperativas de transportistas,” señalaba: “Cuando lleguen estos ómnibus –se refería a los yutong chinos-, serán necesarias un conjunto de medidas que garanticen su correcta y racional explotación, sin las cuales pronto podría ocurrir lo que siempre ha pasado: al cabo de unos meses o de pocos años, ya todo el parque debe ser renovado por falta de mantenimiento y correcta explotación.”

Bueno: ahí están los hechos. Hoy estamos ante el mismo problema, que tiene como causas principales la estatización y centralización del transporte público y la falta de estímulo a los trasportistas privados para que se agrupen en cooperativas, en fin la falta de socialización del sector, y solo nos queda reiterar las mismas propuestas de soluciones que el estado no asume, pero que, a su manera, lo están haciendo los mismos trabajadores, al disponer los choferes de parte de la recaudación para pagar las piezas y a los mecánicos y fregadores, y desde luego, para beneficio propio.

Y a falta de socialización organizada, iniciativa popular y capitalismo privado ocupan espacio.

Foto: Caridad

En ese artículo se proponía cooperativizar el transporte público y crear condiciones  para estimular económica y socialmente la cooperativización del privado, a fin de garantizar su estabilidad, calidad y bajos precios.

Dos eran las propuestas básicas que reproducimos, sin reiterar la amplia argumentación:

1- “Crear cooperativas de transporte socialistas autogestionadas de tipo superior con los colectivos de trabajadores, organizados en cada Terminal, de manera que todas las cooperativas de las terminales de La Habana unidas, formen una  unión de cooperativas del transporte urbano.”

2- “Eliminar las actuales restricciones a la entrega de licencias a los transportistas individuales  y bajar el costo de las licencias. En lugar de tratar de eliminarlos por vía de los impuestos y otras medidas administrativas, el estado debería ayudar, con créditos y descuentos en la compra de insumos, a los que estén dispuestos a formar cooperativas tradicionales que integren también a mecánicos, chapistas, poncheros, y otros trabajadores relacionados, con sus propios recursos”.

De lo sugerido, solo se abrió el permiso para licencias a transportistas privados; pero en lugar de impulsarlos a formas cooperadas, se ha estimulado a quienes tienen mucho dinero a comprar varios almendrones y a explotar trabajadores. El resultado general es conocido y el precio del transporte, en autos particulares de alquiler, ha aumentado.

Cabe recordar que en los primeros años de la Revolución cuando arreció el bloqueo imperialista, los trabajadores buscaban la forma de reparar el transporte, con sus propios recursos. Miles de mecánicos, torneros, fresadores, fundidores los apoyaban.

Aquel entusiasmo típico de todos los primeros momentos revolucionarios pasó y nunca fue sustituido por el proceso de socialización de la propiedad, que debió seguirle, para lograr ese llamado “sentido de pertenencia” al que ahora se apela, pero sin cambiar las condiciones de la explotación asalariada por el estado.

Ahora, puede que Marino Murillo haya logrado otros préstamos, en China o Ucrania donde estuvo recientemente, para piezas de repuesto y nuevos ómnibus. Cuando lleguen, mejorará el transporte hasta el reinicio del ciclo, si no se cambian las relaciones estatales asalariadas de producción.

Y mientras, los trabajadores y el pueblo seguirán siendo responsabilizados con la crisis y llevando sobre sus hombros todo su peso, en tanto la burocracia, desde sus autos modernos climatizados, con chapas blancas, verdes, azules, carmelitas y amarillas, seguirá exigiendo disciplina laboral y social a los trabajadores y al pueblo.

Cuando los trabajadores y el pueblo se cansen de soportar tanto desastre y agravio, no le echen la culpa al “imperialismo, a sus agentes, a la contrarrevolución, o a los instigadores anarquistas.”

Los verdaderos y únicos responsables de la “desestabilización del socialismo en Cuba” son los que se resisten a impulsarlo, mientras divagan entre el neoliberalismo, el neoestalinismo y retozan con  el fuego del capitalismo nacional y extranjero.
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(*) Mi amigo Octavio “Cuco”  Basilio, activo militante de la Juventud Socialista, fue brutalmente torturado por la dictadura de Batista y con el cráneo destrozado por la culata de una pistola de sus torturadores, logró sobrevivir, gracias a una operación a la que fue sometido en la entonces República Democrática Alemana. En la clandestinidad, Cuco coordinó acciones entre la Juventud Socialista, el 26 de Julio y el 13 de Marzo. Después del triunfo de la Revolución fue Director Nacional de Control de Vehículos, en el Ministerio de Transporte.  

7 thoughts on “De nuevo la crisis del transporte público en La Habana

  • De un empresario francés.

    Lo que escribes lo entiendo perfectamente. Sabes eso de verdad sería la solución ideal pero se suponga que los hombres fuesen ideales también. La realidad es que los hombres son hombres con todas sus cualidades y también sus defectos.

    Con la larga experiencia que tengo -35 años de empresario- la mejor solución que hemos encontrado, hasta ahora es responsabilizar los cuadros por medio del salario. De la promoción y de las sanciones.

    Por los trabajadores el salario y las sanciones.

    El empresario que trabaja mucho más que cualquier empleado tiene que estar escuchando y entender a sus empleados. El dueño de derecho divino se acabo hace mucho tiempo.

    Eso es la filosofía mía sabiendo que nada nunca es adquirido y discúlpame por las faltas.

  • Traduccion de google.translate:

    Una excelente (y afortunadamente breve) artículo de una de las mentes más brillantes teóricos de la Cuba revolucionaria. Es desgarrador sin embargo, para el compañero Pedro Campos a estado tan cerca de la reforma que se necesita en el sector del transporte, sin embargo, ser bloqueado por su propia premisa incorrecta teórico de la economía verdaderamente socialista.

    Pedro va a la derecha hasta el borde de exigir que la institución jurídica de los derechos privados de propiedad productiva se re-instituido en Cuba, con el fin de lo “tradicional” propiedad de los trabajadores que las cooperativas podrían resolver los enormes problemas de transporte público, pero se queda corta y exige en cambio que estatal de transporte público, dejar que los trabajadores asalariados del Estado cooperar y auto gestión. Su concepto de la propiedad socialista sigue siendo propiedad del Estado, y él simplemente no puede conseguir su mente brillante en el hecho de que esto no es necesariamente el caso.

    Pero Pedro no está solo en esta interpretación incorrecta de lo que constituye la propiedad socialista. Los máximos dirigentes del Partido y toda la burocracia tienen la misma comprensión incorrecta. Ni Pedro ni los otros pueden desprenderse de este grillete porque todos ellos son parte del culto mismo culto cuasi-religioso de la ideología monopolista de Estado y sus fundadores, casi diefied.

    Lo que se necesita en La Habana el transporte público es una sociedad cooperativa de Mondragón-tipo en el que los trabajadores, desde la alta dirección a los mecánicos, son los principales propietarios y legales. El Estado cubano podría tener un bloque importante de la preferencia, sin derecho a voto, sin control de stock, y obtener los desembolsos trimestrales de dividendos cuando los trabajadores de distribución de dividendos a los mismos. Esto convertiría a los trabajadores de los asalariados del Estado para los propietarios de negocios de cooperación empresarial y darles los incentivos para proporcionar excelentes servicios al público.

    Trágicamente, Pedro sigue latiendo el caballo muerto de la propiedad estatal, más pseudo-cooperativas autogestión de los trabajadores. La buena noticia es que, si alguna vez tiene una epifanía en relación con los derechos privados de propiedad productiva, y la forma en que son necesarias para que el socialismo viable, podría liderar un movimiento que, efectivamente, iba a revolucionar Cuba y salvar las conquistas históricas que se han hecho.

  • Tengo sesenta y tres años, de los cuales padecí veinte años del sarampión fidelista. ¿Cuántas veces he oído y leído ‘análisis’ como los que hace Pedro Campos? Pedro es uno de los que juega con la cadena, pero sin atreverse a tocar al mono; nuestro pueblo no merece que se le siga engañando de esa forma. Ni el problema del transporte ni los otros que padece el pueblo cubano desde hace más de medio siglo, podrán resolverse mientras no se abra un espacio de reflexión y diálogo en nuestra patria, “con todos y para el bien de todos”. Por ello invito a todas las personas amantes de la justicia y la paz a firmar la solicitud hecha por medio centenar de personalidades internacionales –encabezadas por el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz- de crear un espacio de reflexión y diálogo que permita “superar la intolerancia y la hostilidad”.

  • ¡Por favor Pedro! ¿Cómo se le ocurre decir que hay OTRA crisis en el transporte capitalino? Esta sigue siendo la misma crisis. Hasta que la plaga no se vaya la crisis no acabara. Ellos se han preocupado de mantener a todos los cubanos en la miseria total. Esas soluciones nunca se podrán implementar si no hay libertad. Ellos les tienen más miedo a una clase cubana con poder económico que a los Estados Unidos.

  • asimismo. esta no es otra crisis, es la misma de siempre.

    y el tema de que el cooperativismo sea mejor que el capitalismo convencional es un tema muy debatible a mi entender y creo que esta muy lejos el momento de que forme parte del debate nacional.

  • Dios mio cuanta falta de entendimiento a la realidad por mas que vuelvo una y otra vez a este articulo menos puedo entender que alguien con tanta inteligencia sea capaz de no ver nada de nada, como no entender que solo cuando hay un dueno que le duele que estos mismos omnibus deben dar el maximo de rendimiento y vida util para lo cual se necesita cuidado, mantenimiento y todo lo necesario para que brinde la maxima ganancia y a la vez utilizar esos dividendos para el futuro relevo de la proxima generacion de omnibus es la unica forma probada y funcional que resolvera este problema en el transporte y aplicable la misma formula a toda la esfera economica.

    Este colectivismo que quiere aplicarse a todo es la herencia de lo que por mas de 52 anos ha calado en todos los cerebros y que aun hoy hace tanto dano en los analisis creo que hay que asociar a ello tambien el aquello de con esta posicion no estar totalmente en desacuerdo con el modelo actual hay que tener el valor necesario de romper con la idea colectiva y pasarse totalmente a el deseo individual ese que hace que cada individuo por conveniencias y ganancias sea el motor de una actividad economica tal como sucede en todo el primer mundo y que a su vez genera en su individualismo lo suficiente para todos aportar lo necesario a la sociedad hay que llevar la riqueza al individuo y este hara rico al estado con su aporte en los impuestos.

    Si un individuo es dueno de una empresa o un grupo de dos o tres o 20 son esos duenos por ejemplo de una terminal esten o no involucrados no solo con capital es posible que alguno de ellos esten trabajando en esta terminal para llevar el control y las riendas del mismo o han nombrado un administrador que vela por los intereses de todos utilizando las experiencias de terminales afines en otras latitudes o paises o en el mismo con toda una experiencia en todas las actividades donde saben costos, ganancias, inversion etc, sin lugar a dudas tendran el conocimiento de como hacer funcionar esta terminal y podran con mas garantias de exito hacer funcional la misma, les aseguro que cuando se trate de involucrar a como se recomienda en este articulo a los choferes y a los trabajadores creando una coperativa esta terminal o empresa marchara bien hasta tanto haga falta el dinero necesario para ser utlizado en la misma y no lo tengan, podran poner la coperativa como respaldo ante el banco pero de que respaldo o garantias contara una empresa que para funcionar no tiene el capital necesario?, podriamos estar escribiendo paginas tras paginas y analizar una y otra vez este tema, solo una sociedad economica capitalista brindara las herramientas para el progreso y el bienestar individual.

  • Ya tengo 42 años y desde que tuve uso de razon, la situacion del transporte publico en La Habana ha pasado por diferentes etapas y que supongo que muchos de los lectores de este foro conocen perfectamente. La verdad, no se cual seria la solucion para Cuba. En algunos paises, coexisten el modelo cooperativo de transporte, con el sector privado y estatal. La proporcion de estos sectores varia de un pais a otro, dependiendo en parte, de las politicas del Estado y tambien de los recursos que dispone para subsidiarlo o mantenerlo funcionando mas o menos eficientemente.
    La solucion que me gustaria ver (ojo, no necesariamente la optima para el caso de Cuba) seria un sistema integral donde se conjugaran varias formas. Tal vez para distancias largas en el perimetro urbano, seria necesario inversiones en un ferrocarril urbano moderno y eficiente. En algunos paises, esas inversiones son financiadas por el presupuesto estatal y en otros, en una combinacion de capital estatal y privado. Por otra parte, las cooperativas de omnibus podrian operar en zonas donde no operara el ferrocaril y ofrecer el servicio desde esos puntos a zonas residenciales aledañas, por ejemplo, aunque eso tambien podria ser hecho por una empresa estatal o privada. Tal vez el estado deberia concentrar la inversion donde mayor beneficio pueda prestar y contratar los servicios locals / regionales a cooperativas.

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