Ya no hay humanidad en Cuba

Mercedes González Amade        

Mercedes González Amade

HAVANA TIMES — Soy discapacitada. Por problemas de salud hace un tiempo me traslado en una silla de ruedas y no sé hasta cuándo estaré en ella.

Como soy joven me gusta divertirme aunque a veces una simple salida o paseo se convierte en una lucha contra la incomprensión, inhumanidad y por sobre todas las cosas falta de sensibilidad hacia el ser humano.

Tenemos prioridades: asientos específicos en todos los medios de transporte, el pago de la mitad del pasaje sea este aéreo o terrestre, y otras más, pero eso no lo es todo.

Lo que importa es la sensibilidad de las personas que poco a poco ha ido desapareciendo.

Ejemplos de esto se ven todos los días.

Es más común que sea una mujer y no un hombre quien me ceda el asiento en la guagua. Si necesito ayuda, más rápido se brinda una persona mayor que un joven.

Sin contar que debo tener alertas mis cinco sentidos -y uno más-  para evitar a los apurados, los entretenidos -sea con un celular, un mp3 o cualquier aparato electrónico-,  y todo lo que deambula cerca de mí.

Para muchas de estas personas no existen las disculpas y mucho menos pasa por sus mentes preguntarse si una necesita algún apoyo. Te miran como bicho raro o como seguras de que “eso a mí no me va a pasar”.

Cuando subo al autobús noto que la mayoría se olvida, ignora o no le da importancia al hecho de que no todos tenemos las mismas habilidades. Me empujan, me pisan, y los frenazos del chofer son  horrorosos.

A veces, si un discapacitado se atreve a reclamar puede escuchar palabras dolorosas y hasta ofensas.

Hay personas que no piensan en el envejecimiento, en que sus facultades ya no serán las mismas cuando pasen unos años, que una simple caída puede darle un giro de 180 grados a su vida y cambiarla radicalmente.

No piensan en sus abuelos, en un amigo enfermo, en un niño; cualquiera puede necesitar ayuda en determinado momento.

Nunca se sabe cuándo sucederá algo que ponga a prueba nuestra calidad humana, las ganas de ayudar al prójimo y la necesidad de respetar al que es diferente pero también es humano.

6 thoughts on “Ya no hay humanidad en Cuba

  • Mercedes buen articulo!
    Creo que la razón o explicación es por la falta de educación sobre las necesidades de los discapacitados. Escribiendo sobre tu vida y tus puntos de vista ayudaría en eso. Lastima que escritos como los que se publican acá en HT no aparezcan en la prensa escrita.

  • A veces no entiendo qué pasa en Cuba que socialmente seguimos como salvajes, como animales… No sé.

    Coincido con Julio, es falta de educación. A mi me ha tocado ver aqui en el capitalismo tercermundista que nunca prometió un lindo futuro que los discapacitados son especialmente protegidos.

    Me explico.

    Primero, hay una dependencia del Estado que se ocupa del tema. Y en ella trabajan muchos discapacitados. Gente que conoce sus propios problemas y tiene la sensibilidad para impulsar proyectos que los favorezcan.

    Segundo, se eliminó lo de separar a niños discapacitados en escuelas especiales. Niños con distintas discapacidades son admitidos en escuelas comunes, públicas o privadas. Así ha surgido una generación que se ha adaptado a convivir con la discapacidad, que ha crecido viendo de cerca sus limitaciones y que en algún momento le ha prestado su colaboración. Mi hijo estaba en pre-kinder y ya tenía un compañerito con discapacidad mental. Generalmente, en el aula ha habido algún niño con alguna discapacidad física o mental. Como eso no es nuevo, es posible encontrate una abogada ciega o un estadístico sordomudo, porque se les facilitó la educación formal.

    Tercero, el derecho y el acceso al trabajo. Las empresas reciben beneficios fiscales por contratar discapacitados. Así, muchas personas discapacitados han conseguido estabilidad laboral.

  • Hola Mercedes. Me gusto mucho lo que escribes. Pero quiero decirte que siempre ha habido esa
    inhumanidad en Cuba. Para darte un ejemplo.,yo tenia los dientes superiors muy grandes, y tenia
    dificultad para cerrar la boca. Me llamaban ”diente frio” hasta un farmaceutico me decia ”conejito”,y cuando
    Por la esquina de la casa de unas muchachas muy finas y educadas. ,me gritaban “peineta”.En, el 1967,
    abrieron una” Clinica Dental”en mi ciudad.Ya yo estaba esperando mi salida del pais, pero fui a ver que
    hacer por mi, No tenian arreglo. . Me los tuvieron que extraer y operarme la encia..Aqui donde vivo tampoco
    le dan un asiento en los buses , ni enlos trenes a una mujer en estado, ni a las personas mayores, y si lo ofrecen casi siempre son las mujeres. Suerte, con tus escritos

  • ¡Buen argumento, Mercy!

    Me regocija que te hayas sumado a la cruzada de Jorge Milanés, para señalarnos cuántas carencias nos asedian en el flanco del humanismo cotidiano. En ese aspecto, como en tantos otros en Cuba, lo que no cabe, en primer lugar, son el silencio y la indiferencia.

    Espero que sigas en HT,

    Un abrazo fuerte

  • Luisita, Yo también siento la inhumanidad: tengo los dientes grandes y tampoco me dan el asiento en la guagua.

  • El tema no es agradable pero suma mucha importancia el ser incapacitado para realizar movimientos, es algo difícil en verdad, en algún momento en la vida todos hemos pasado por eso, por cualquier causa, pero digo no te frustres amigo cuando te veas amenazado por gente indolente avanza con tu frente alta y no tengas miedo perdonarlos porque no saben lo que hacen, y que dios se apiade de ellos no les desees el mal que ellos solo se lo buscan sin más un amigo que quiere a la humanidad.

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