Violencia contra la revolución pacífica

Por Elio Delgado Legón

Foto: Caridad
Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Durante las décadas de los años 60, 70 y 80, predominó la idea de que tener un gobierno que defendiera a los trabajadores, a los pobres, que acabara con la pobreza extrema, la insalubridad, el analfabetismo, el hambre, las discriminaciones, que disminuyera la mortalidad infantil y acabara con las muertes por enfermedades prevenibles y curables, en fin, un gobierno revolucionario de izquierda, era solo posible mediante la lucha armada.

Era la etapa de las dictaduras militares en América Latina, que tantos miles de jóvenes asesinaron, torturaron y desaparecieron.

En ese contexto se inscribe el esfuerzo realizado por Ernesto Che Guevara en Bolivia, que fue combatido a fuego y sangre, hasta terminar en su captura herido y luego asesinado por orden la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.

En la década del 70, Salvador Allende intentó llevar la izquierda al poder mediante las urnas y lo logró, pero no completamente, porque el congreso, con mayoría derechista le obstaculizaba constantemente su labor, hasta que en 1973 fue víctima de un cruento golpe de estado  fascista, que terminó en su muerte.

Esos hechos me reafirmaron en la idea de que la vía pacífica para hacer una revolución verdadera era imposible.

Pasaron algunos años y el empuje de los pueblos hizo imposible que se mantuvieran las dictaduras militares y fueron pasando a regímenes democráticos.

El ejemplo de Cuba y sus avances a pesar de los obstáculos impuestos por Estados Unidos con su bloqueo económico, comercial y financiero, que dura ya más de 50 años, fue motivo de inspiración para que en muchos países de América Latina la izquierda se hiciera fuerte y tomara el poder mediante las urnas.

Se vislumbraba entonces la posibilidad de que las revoluciones pacíficas fueran tomando el poder en nuestra América y ello sirviera de ejemplo para el resto del mundo, que hoy padece una profunda crisis provocada por el sistema capitalista neoliberal.

En un artículo anterior publicado en Havana Times el 14 de mayo de 2012 bajo el título de La revolución pacífica dominará el mundo, en sus últimos dos párrafos yo expresaba:

“Al triunfo de Hugo Chávez en Venezuela, y los cambios positivos que ha significado para su pueblo, le han seguido otros como Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua y los demás gobiernos de izquierda y nacionalistas, que han mostrado claramente dónde está el camino.

“La represión a los movimientos sociales e indígenas en otros países no han hecho más que profundizar la conciencia de los pueblos en el conocimiento de hacia dónde deben ir, y la necesidad de llevar adelante la revolución pacífica que antes no fue posible y que más temprano que tarde dominará el mundo. “

De que lo dominará no me caben dudas, y las políticas de izquierda se impondrán y ganarán cada vez más terreno hasta convertirse en invencibles. Pero nadie se llame a engaño, el capitalismo y las clases sociales inherentes a su sistema no se dan por vencidos fácilmente y recurren a la violencia, a los intentos desestabilizadores, al golpe de estado y hasta al asesinato, con tal de no perder sus prebendas.

Ejemplos ya tenemos suficientes para que nadie se descuide. El más cruento fue el golpe de estado fascista en Chile en 1973, pero más recientemente, el intento de golpe en Bolivia y hasta de dividir el país en dos; el intento de golpe en Ecuador, que casi le cuesta la vida al presidente Correa; el golpe de Estado en Venezuela, que tuvo que dar marcha atrás por el empuje del pueblo y las fuerzas armadas leales, y el paro petrolero, que costó al país miles de millones de dólares. Todos han sido intentos desesperados de la derecha para apoderarse del gobierno a cualquier precio.

Más recientemente, luego de las elecciones presidenciales en Venezuela, en las que Nicolás Maduro resultó electo, la oposición, en una actitud abiertamente fascista, arremetió contra el pueblo revolucionario y chavista con un resultado de ocho muertos y decenas de heridos.

¿Cuántos intentos más de derrocar a la izquierda con la violencia fascista tendremos que ver? Los pueblos tendrán que estar alertas, porque sus enemigos, los que sólo usan la política para enriquecerse y enriquecer aun más a las transnacionales extranjeras, seguirán usando la violencia contra la revolución pacífica.

2 thoughts on “Violencia contra la revolución pacífica

  • Otro articulejo de propaganda que se le escapó a la redacción de HT.

  • En este tema sólo queda reconocer que, a menos que se pruebe lo contrario – y todo apunta a que no lo será- , ganó Maduro. Incluso si fue por un sólo voto más es el vencedor. ¡Vaya con oposición tan obcecada!

Comentarios cerrados.