Una curita sobre ruedas

Por Matraca (El Toque)

HAVANA TIMES – Pareciera un déjà vu. Otra vez el Gobierno cubano “ha convocado” a quienes conducen vehículo estatales “a apoyar la transportación de pasajeros”. La indicación es cíclica: sucedió en abril de 2022, en octubre de 2021, en marzo de 2020 y en septiembre de 2019. Regresa siempre que aumentan las denuncias en redes sociales o la crisis en la movilidad ciudadana se agudiza —nunca se ha resuelto— por la falta de combustible y piezas de repuesto.

La “buena noticia“ estuvo precedida —¡qué casualidad!— por una publicación en redes sociales en la que una habanera contaba cómo le dio “botella” el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla.

“Como servidores públicos, nuestro mayor compromiso es con y para el pueblo”, dijo el primer ministro Manuel Marrero, como si realmente mucha gente fuera a creerle. A pesar del alivio que esta indicación podría tener en el transporte público urbano, las personas se mantienen incrédulas porque no es la primera vez que se cumple durante los primeros días y luego los carros estatales vuelven a convertirse en vehículos privados. 

Solo aquellos que les conviene y cuando les conviene, es del pueblo, como la deuda que esta semana se llevó a juicio en Londres. El fallo se dará a conocer en unos días, y sea cual sea su resultado, la gente seguirá haciendo colas en las paradas, esperando horas por una guagua, pagando a altos precios los pasajes, y resistiendo ante “indicaciones gubernamentales” que vuelven de forma cíclica a intentar poner una curita en la herida sangrante que es la realidad cubana actual. 

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