Un país anclado en el pasado

Por Laura Vázquez López*

Foto: Felix Lupa

HAVANA TIMES — Todavía recuerdo el olor a tormenta que se sentía constantemente en la atmósfera, las gotas de sudor que por la humedad escurrían por mi nuca, los cielos más bonitos que jamás he visto, y el calor y amabilidad de la gente.

Cuba fue un buen destino de viaje; quizás, si uno se lo plantea como la Habana Vieja y Varadero no entenderá todo lo que la Isla le puede ofrecer. Cada callejuela, cada comercio, cada iglesia y monumento eran en sí una obra de arte que mezclaban los colores más vivos que te puedes imaginar, con los edificios más derruidos que he visto, pero posiblemente ahí esté su magia.

Es un país anclado en el pasado y eso se puede observar a simple vista en sus coches, costumbres, tecnologías casi inexistentes o en su falta de infraestructuras de comunicación u otras muchas cosas que debido al tipo de Estado que son, se les ha prohibido a lo largo de los años.

Pero si algo hay que destacar de Cuba es su gente, que aunque en su mayoría no están ya de acuerdo con vivir en la situación en la que se encuentran, tienen un orgullo patrio casi envidiable; son gente que aun estando en desacuerdo con la situación y queriendo aportar algo para que eso cambie, viven felices con lo poco que les permiten, aun cuando se ven obligados a trabajar largas jornadas laborales por demasiado poco dinero.

Hace unos meses que volvimos de aquel paraíso caribeño que recorrimos durante 10 días y aún recuerdo todo con demasiada nitidez. Ciudades como Trinidad o Remedios, de construcciones coloniales bellísimas, hechas para la fotografía y el turismo, donde cada lugar parece una postal vacacional.

El valle de Viñales. Foto: Bill Klipp

Cayos del norte y del oeste, con la arena más fina y blanca que he visto hasta la fecha, donde parece que el sol solo calienta, pero quema en exceso. Viñales, una joya dentro de la Isla, con sus “mogotes”, su verde vida, sus carros tirados por animales, sus plantaciones inmensas, creo que casi con seguridad está en mi lista de lugares preferidos.

Y qué decir de La Habana, mentiría si dijera que me la esperaba tal y como es, realmente no imaginaba que a excepción de la zona turística pudiera estar tan mal cuidada, pero incluso así es bella, tiene una belleza especial, inigualable a cualquier otro sitio que conozco.

En conclusión, ahora desde España solo puedo recordar aquellos diez días como algo maravilloso, el descubrimiento de todos aquellos lugares, la forma de vivir de los isleños, los olores, colores, la vida en sí… quién me diera poder para volver un mes atrás.

*Laura visitó Cuba en agosto de 2016.

4 thoughts on “Un país anclado en el pasado

  • No viven felices con largas jornadas de trabajo y un salario paupérrimo.Esta aseveración de la turista es demasiado superficial.Nos siguen viendo como “el buen y noble salvaje”

  • Laura vino a hacer “Una excursión a Vuelta Abajo”… y ya.

  • Viven felices con la botella de chispa!!!

  • Por que no publican la historia del gringo que se propuso vivir un mes en Cuba con el salario medio nacional de 20 cuc y por poco se muere de hambre.

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