Un anacronismo manipulador
Por Osmel Ramírez Álvarez
HAVANA TIMES — El artículo de Elio Delgado Legón Los revolucionarios cubanos jamás dejaremos caer la espada, publicado en Havana Times el pasado 21 de abril, me motiva un artículo en forma de réplica. Un comentario no basta para aclarar el craso error que se deriva de utilizar anacrónicamente esa frase de Martí para una loa pseudo-revolucionaria de los apologistas modernos del despotismo.
¡Cuán lejos están de Martí!, ¡y cuánto lo mancillan usando su verbo libertario para justificar su paso torcido!
Elio utilizó para dar nombre y sustento al post la frase o idea martiana “a los revolucionarios cubanos nadie les arrancó la espada, simplemente la dejaron caer”. Sin averiguar la referencia de ese pensamiento lo asumo como cierto, porque realmente coincide con el criterio martiano sobre el tema, del cual he leído abundantemente.
Pero ¿de qué espada hablaba Martí? -Leyendo a Elio parece que fue la espada del comunismo o del despotismo. Martí vivió bajo el despotismo español, siendo hijo de españoles, y prefirió ser cubano, y defender la libertad de Cuba. Martí conoció bien el marxismo y le fue coetáneo, y tampoco abrazó esos ideales extremistas, solo su esencia emancipadora, su propósito de justicia social.
Entonces, si Martí habla de una espada simbólica, ¿será la del marxismo que Elio enarbola?, ¿o será la de la libertad?; ¿marxismo es sinónimo de libertad? –la historia ha demostrado con creses que NO. Y el que tenga dudas que lea el artículo Los cineastas y los contrarrevolucionarios, publicado junto al de Elio el mismo día u otros tantos que denuncian la falta de libertad y derechos del pueblo cubano.
Asumiendo que es correcto establecer ese puente de continuidad histórica entre todas las revoluciones “parciales” y que 1959 fuese el fin victorioso de la “gran Revolución Cubana” (cosa muy discrepada); también sería correcto decir que esa victoria resultó trunca al asumirse un sistema político antidemocrático, que cuarta libertades y desconoce derechos humanos elementales. Bajo esas condiciones jamás una revolución ni un sistema político serán martianos ni estarán llevando en alto la espada martiana, que es la espada de la libertad.
Querer el capitalismo, en la medida que sea, no niega a Martí ni a la libertad; más lo niegan el estatismo, la economía híperplanificada, la dictadura del proletariado (jamás alcanzada) y la dictadura de los partidos comunistas (pseudo-socialismos logrados en la práctica social del siglo XX y XXI).
Martí quería una república “con todos y para el bien de todos”, no un país dividido, donde los que no profesan la ideología dominante vivan como parias o tengan que emigrar, en un destierro forzado por la exclusión social.Tampoco luchó por el estatismo socialista, al que criticó fuertemente en su ensayo sobre la obra de Herbert Spencer “La nueva esclavitud”.
Ahora resulta que Elio y sus iguales, porque usan de parapeto el antimperialismo para resguardar un sistema más totalitario que el propio despotismo español que Martí combatió, creen que son los portadores de la espada martiana de la libertad.
Esa espada, que se forjó en Yara; que se rescató en Baraguá; en el 95 con el grito de Baire; en 1902 logrando la república frente al peligro anexionista; en 1940 con una Constitución progresista y justa, fruto de una etapa de intensa lucha; y en 1959 barriendo una dictadura y la promesa de justicia social, libertad, democracia y nacionalismo; esa espada cayó igual que en el Zanjón cuando nuestro pueblo emocionado por la lucha antimperialista, por la obra social de la Revolución, por estar dividido y exiliado en parte importante, y por el adoctrinamiento incívico, firmó la Constitución socialista en 1976. Una Carta Magna que oficializa el despotismo socialista al transferir la soberanía popular al Partido Comunista de Cuba.
No hay espada de la libertad en manos de los que defienden hoy la Revolución tal como está. Y como prefieren ver este país hundirse antes que permitir el paso de las ideas democráticas y de verdadera justicia social, es un hecho que son enemigos públicos de primer grado. Si llevan alguna espada ha de ser la del despotismo, la misma que tomó Napoleón cuando trocó la república en imperio y la misma que triunfó en el Zanjón.
La espada de Baraguá está siendo alzada hoy por todos aquellos buenos cubanos que deseamos un cambio democrático en Cuba. Nosotros, al contrario del sistema, no queremos imponer nada; abogamos por que sea el pueblo quien decida. Queremos el capitalismo, en la medida que el país lo desee y lo necesite, no para satisfacer monopolios ni imperios, sino porque nos conviene como nación. Queremos la democracia porque estamos cansados del despotismo y somos un pueblo capaz de votar directamente y elegir nuestros líderes. No necesitamos un PCC que sea nuestro tutor, albacea o ¿déspota?
No hay idea más absurda y obtusa que esa que tilda de neocolonialismo el desear mayor libertad y economía de mercado, como muestra de querer caer en la órbita de los EUA. Hay decenas de países con economía de mercado y democracia y no son subordinados a los EUA. Esa estrategia manipuladora de mezclar conceptos para embotar la mente del mal informado pueblo cubano no funciona en estos medios, donde hay información diversa y la mayoría ya se ha desatado los sesos.
Anacronismo total usar a Martí para justificar el despotismo, y más que eso un error garrafal y un desconocimiento total de su ideario: es tan manipulador como la mezcla de conceptos, y solamente demuestran que están contra la pared, porque saben que la espada de Baraguá (la de la libertad) derrotará finalmente a la del Zanjón (la del despotismo), para beneplácito de nuestro sufrido pueblo cubano.
`Totalmente de acuerdo.
Pues ahora le están dando a unas réplicas de la boina del Che un uso parecido al del sombrero de Gessler en la historia de Guillermo Tell: los trabajadores tienen que jurar ante el,las sus compromisos laborales.
Y eso no es nada. Deja que se acuerden que el simbolo comunista era la hoz y el martillo. Hara falta mas de dos brazos para levantarlas junto con la boina y la espada. El proximo?
y que vas a esperar de Elio..??? no ves que se le está desmoronando su maltrecha revolución, todo por lo que ha luchado, por lo que ha dado todo y en un abrir y cerrar de ojos se le está esfumando y lo peor, no hay relevo… Elio puede ir, como en el 59′ y asomarse por el cristalito de las nuevas Boutiques del Hotel 5 estrella Manzana de Gómez y ver los precios de su revolución de todo el pueblo… ahora Elio puede ir con su igualitaria libreta de racionamiento, su carnet del PCC, sos 20 medallas de calamina, sus diplomas y acreditaciones, su gloria revolucionaria y su pálida figura a comprar a esas capitalistas boutiques y va a ver como lo sacan a patadas.. también puede ver como tratan de señor al gringo capitalista explotador que se pasea por su habana revolucionaria, tirando fotos, bailando salsa con su vecina, la mulata rumbera, se bebe el alcohol y deja los condones sucios… Elio puede ver al rey de españa, mojito en mano, brindar solemnemente la derrota de los ideales de Martí y Maceo…
Ya la revolución no existe y a Elio, como al resto de los cubanos, los dejaron fuera..
Estimado Osmel Ramírez Álvarez:
Excelente su post.
Una contundente respuesta para quien, como el Sr. Elio, utiliza la historia tergiversándola para defender a unos Dictadores que han secuestrado al país y a todo su pueblo.
Esperemos ahora no vengan los de siempre a sacar la historia de que «porque los USA esto o lo otro».
Aquí se trata del derecho de TODOS los cubanos a decidir el futuro de Cuba a través de elecciones libres y democráticas.
Estimado jorgealejandro 1:
Lo de las «boinas» es como la historia de ciertas reliquias y solo puede ocurrir en un lugar tan absurdo que va más allá de lo «real maravilloso».
Estimado meresbala:
Leer sus comentarios es siempre un placer.
Lo que expresa usted es tan real, hasta el punto de ser cruel, que define justamente una cosa obvia: «La Revolución» -aquella de los humildes y para los humildes- no existe ya desde hace mucho tiempo.
…excelente resumen de la historia de cuba con un cuidado y muy meticuloso olvido de la importante participacion ,ingerencia e intervencion de los gobiernos de los usa para cambiar y manipular esa historia segun sus intereses…no crees que esa manipulacion de la memoria afecte lo que,innegablemente, tiene de real tu articulo y le quite credibilidad y sinceridad a lo que expones???…y disculpa que otra vez no este de acuerdo ni me ponga del bando de ustedes los apostoles y buenos cubanos que desean el cambio democratico en cuba…con esa estrategia de mezclar y olvidar conceptos y partes muy conocidas e importantes de nuestra historia no me convences asi que prefiero mantenerme del lado de los mal informados de mente embotada que sigue siendo mayoria….
Desde México, y con la panza llena, no digo yo… el socialcosadesa que se lo coman otros. De verdad que hay cada caras….
…imposible dejar de decir «porque los usa esto o lo otro»…imposible olvidar todo lo que han hecho y hacen los usa para participar e intervenir directa o indirectamente en los asuntos de cuba…imposible dejar de decir «porque los usa esto y lo otro» cuando una parte importante de los promotores de cambios «democraticos» en cuba miran primero hacia el norte pidiendo aprobacion cuando van a hablar de la cuba que piensan «cambiar»….
Qué triste su continua letanía.
Siempre lo mismo y lo mismo, sin proponer nada suyo, nada nuevo, solo repitiendo lo que obligan a decir los Dictadores pero… ¡claro! diciéndolo muy confortablemente desde fuera de Cuba.
Es como si no se diese -o no quisiese- darse cuenta que ni el mismo Castro II ni sus herederos creen ya en el cuento de «La Revolución» y que están vendiendo el país al mejor postor extranjero.
Y parece que su teclado sigue con problemas pues sigue «gritando» su nombre y casualmente no le ocurre solo a usted sino también a otros seudociberguerreros de la Dictadura.
…y tu donde estas???…que yo sepa no estas ni en el escambray ni en la sierra maestra luchando contra la socialcosadesa que tanto quieres cambiar…tienes razon…hay cada caras ….
Pues mira, te vas ha cansar de seguir «diciendo», porque a los que mandan en Cuba les entra por un oido y les sale por el otro todo lo que dicen los como tú y los como Elio y el señor Amílcar. «Gaesa», propiedad de los que mandan en Cuba es la que ha hecho todo lo posible para que USA participe en todo lo que sea que les venga a traer riqueza capitalista para sus cuentas privadas, y nada de indirectamente, lo están haciendo en la mera cara del pueblo al que han reducido a la peor indigencia que jamás el país haya conocido. Acaso no has visto el degradante espectáculo del molote de cubanos mirando por los cristales -entre otras cosas- una pluma Mont Blanc de miles de dólares?, porque ni siquiera pueden entrar a mirarla de cerca o simplemente poder entrar a deleitarse con el espacio como civilizadamente se podía hacer antes y se hace en todo el mundo libre. Y para que Elio vea que no somos desmemoriados, ni que es manipulación de la historia,, que haga la comparación de cuando su amiguito Celestino tenía que conformarse a sólo mirar los juguetes de los niños ricos,,,, expliquen para qué hicieron revolución?.
Por todo esto que se está viendo es que se puede estar de acuerdo en su totalidad con el texto, para que seguir queriendo tapar lo que la gran mayoría ya sabe, inclusive los mismos apóstoles-verde olivo saben que NO son la mayoría, porqué será que no se atreven ir a las urnas, de veras pueden pensar algunos que la mayoría en Cuba sigue con la mente bota?.
Eduardo y el cyber claria de turno insisten en el plattismo de la dependencia de Cuba a las políticas norteamericanas. No pueden permitir un debate interno sobre el gobierno cubano déspota e incompetente porque no pueden cortar el cordón umbilical con el «imperio». Por eso el discurso de barricada del «antimperialismo» y la «soberanía estatal» -porque popular no es- me parece una manipulación maquiavélica:¡Todo el poder para la dictadura totalitaria cubana! dicen Elio, Eduardo y comparsa. Antes con el comandante en polvo la consigna era: ¡El estado soy yo! El rey que nos dejó el país desvencijado y más vulnerable que nunca.
Ese grupo de carneros también hay que quitarselo de encima por ser los lamebotas de los déspotas.
Excelente artículo de Osmel.Gracias.
Algun dia le hare un cuento a mis nietos: se llamara La revolucion
esto forma parte de la deshumanización del comunismo, ellos deforman la personalidad, rebajan la dignidad de las personas ridiculizándolas y confunden los valores de los jóvenes : todos sabemos que los cubanos de a pie no creen en esos símbolos, ni los dirigentes tampoco, pero hacen que besen la boina, para que los cubanos sientan pena por ellos mismos, como los vuelven ladrones y mentirosos masivamente…es la destrucción de la personalidad, del orgullo humano…. Como cuando nos obligaron a que nuestros hijos dijeran orgullosos, en su inocencia, delante de nosotros : seremos como el che !!!
mire Eduardo : si un gusano esta en Miami (o en Portugal ), esta correcto, no puede vivir en Cuba, los botan, los discriminan…pero que un filo (o sin filo ) comunista como usted no este en a trinchera,vaya…es un poco loco,no cree ??
Marlene : los cubanos no se dan cuenta que cuando ceso la influencia buena o mala ,pues los angeles no existen, por desgracia,de los EEUU sobre Cuba,comenzó nuestra verdadera tragedia ?? Como lo entenderán ?…o lo saben y dicen que no los saben ?
Ya el solo hecho de denunciar en internet las mentiras y los abusos de la tiranía, de desmentir las cantaletas y los cuentos chinos que te obligan a repetir a ti, para defender lo indefendible, es una forma de lucha. seguir horadando la desinformación y la tergiversación de la realidad, y poner en evidencia a los papagayos del castrismo, es luchar. No en balde tus amos le tienen pavor a este medio. por algo será.
josé darío:
No es «un poco loco»: es descaro y es oportunismo, cuando no una máscara que usan los jaberos para hacerse pasar por quienes no son. Acuérdate de que hay una brigadita asignada a sitios como este. que cualquiera en el mjndo pueda leer las verdades que se dicen aquí, duele y preocupa mucho a loa alabarderos de la dictadura.
….tienes razon….eres todo un luchador…la gente en toda cuba solo espera tus comentarios en esta pagina tan influyente y conocida para iluminarse y saber como resistir y luchar contra la dictadura….eres todo un ejemplo que cuba agradecera y reconocera cuando sea libre…
Hola Eduardo y Jorge Alejandro, sería mucho pedir que regresan al tema del articulo y dejan de descalificar uno al otro. Esto aburre y peor cuando repite.
Mi artículo no trata de la inferencia de las potencias en Cuba, que han sido varias, se refiere a la lucha por la libertad, la democracia y una Cuba mejor; y en manos de quienes está hoy la espada simbólica que menciona Helio, del pensamiento martiano. El bla blanco sobre los USA es pura distracción para huir del tema, que es espinoso para algunos.
Exacto, ya lo he dicho también yo muchas veces.
Nuevamente: ¡bravo por el post!
Osmel, te cito:
«El bla blanco sobre los USA es pura distracción para huir del tema, que es espinoso para algunos»…
Al menos para este mortal, nuestra más que centenaria pugna para hacerle entender a ciertas fuerzas hegemónicas en EEUU que deseamos ser una nación soberana, para nada resta espacio a, o impide, la discusión abierta sobre la búsqueda de mejores opciones socio-económicas y políticas para nuestra tierra. Siempre insisto en que respeto y respaldo ese tu derecho ciudadano.
Ahora, de igual forma te puedo responder que para procurarle un nicho a tus aspiraciones en ese sentido, para que tu prédica cale más allá de los convencidos que te dedican el aplauso fácil, no hay por qué intentar banalizar nuestra historia, rebajándola a una interpretación que por momentos parece sacada de un libro de Corín Tellado, rayando incluso con el irrespeto a millones de tus compatriotas.
Y me explico, a partir de tus propios argumentos:
«… dividido y exiliado en parte importante, y por el adoctrinamiento incívico, firmó la Constitución socialista en 1976. Una Carta Magna que oficializa el despotismo socialista al transferir la soberanía popular al Partido Comunista de Cuba…»
Osmel, en 1976, la población cubana emigrada desde 1959 apenas rebasaba los 600 mil, mientras que más de mueve millones y medio habitábamos en el archipiélago. Calcula la relación numérica entre unos y otros. Y esa Carta Magna que «oficializó» del «despotismo socialista» la analizamos unos seis millones de cubanos en edad de voto, y la respaldamos en las urnas más del 97% de los votantes (cerca de cien mil votaron en contra, o dejaron en blanco sus boletas). ¿Qué planteas ahora, que unos 700 mil cubanos, afuera y adentro, llevaban toda la razón bajo la circunstancias vividas entonces, mientras más de cinco millones estábamos «confundidos» o éramos todos unos carneros a los que nos llevaron del narigón al matadero? Por eso menciono lo del irrespeto.
Creo que tú, que quizás ni había nacido cuando aquello, deberías mostrar un poco de modestia y perspectiva respecto a una época que no experimentaste en carne propia.
Excelente Osmel. Leyendote da la sensacion que es el mismo Jose Marti respondiendole a Elio y a los tiranos que han destruido a Cuba en su nombre.
Creo que Osmel ha madurado politicamente entendiendo el despotismo de la tirania castrista a partir de sufrir en carne propia la injusticia del estanco del tabaco. Habra otra sublevacion de los vegueros?
» Y esa Carta Magna que “oficializó” del “despotismo socialista” la analizamos unos seis millones de cubanos en edad de voto, y la respaldamos en las urnas más del 97% de los votantes (cerca de cien mil votaron en contra, o dejaron en blanco sus boletas).
Hablar como algo cierto de los noventitantos o incluso los ciento por ciento que han tenido de «aprobación» los disparates y las barrabasadas del gobierno, si es una muestra de irrespeto , pero a la verdad y al sentido común.
¿Me vas a decir que la traída y llevada «unanimidad», o la casi unanumidad eran de verdad?
El tiempo, que es el mejor maestro, ha demostrado cuánta razón tenían esos 700 mil cubanos que no paran de aumentar en número, ni con los decretos de Trump. El pueblo cubano nunca dejó de votar con los pies lo que no votó en las urnas fraudulentas del castrismo. Y agárrate para lo que se espera con la segunda fase de la «Ley de Nietos»
Marlene Azor Hernández (8): ese ‘quitárselos de encima’ es lo único que no me cuadra de tu brillantemente sintético y lúcido comentario. Ésos no están encima de nadie; simplemente comparten un espacio de rebaño tonto y aberrado que no acierta a ver cómo la proporción demográfica del país es más o menos la misma, o peor, que antes del ’59: el 5% realizado, el 20% más o menos “escapando” y el resto pasando las de Caín para sobrevivir. Y los ‘infames capitalistas extranjeros’ haciendo negocios y disfrutando de una vida vetada al cubano común. Y eso con el agravante de tener que soportar que te digan ‘a la cara’ que todo el esfuerzo es por el bienestar del pueblo.
Qué más podría uno pedirle a la vida que tener una conveniente fe en algo o alguien –Jehová, Alá, Cristo, Buda, Obbatalá, Zeus, Baal, Satanás, el neoliberalismo, el marxismo, la revolución o lo que sea. Pero al parecer la fe está programada en el ADN, como las potenciales adicciones que puedes sufrir, y es opuesta a la capacidad íntima y soberana de razonamiento (por cierto, no sé a quién se le ocurrió el término libertad de pensamiento, casi absurda por redundante) que no se modifica con nada sino que se afianza con el paso del tiempo y la experiencia resultante.
El caso de estos individuos es sorprendente: contra toda lógica, siguen aferrados a consignas y a la retórica oficial, sin mirar alrededor cómo la vida real contradice lo proclamado. Como aquellos sujetos que rezan y piden a su dios o divinidad predilecta algo, y aunque no se manifieste en esas entidades divinas voluntad alguna para complacerlo, lejos de dejar esa práctica, obvian la desatención y el poco caso y vuelven a pedir o a esperar con fervor inagotable, ejerciendo su fe a contracorriente y a contralógica.
No están encima de nadie. Sólo se sitúan al margen de la vida real.
Que les sea leve.
Estimado Isidro:
Siempre he respetado su capacidad para defender sus ideas sin caer en lugares comunes ni tanto menos ofender.
En mi humilde opinión, este fragmento «para que tu prédica cale más allá de los convencidos que te dedican el aplauso fácil, no hay por qué intentar banalizar nuestra historia» no era necesario para defender sus puntos de vista.
Quién ofende para defender una opinión pasa inmediatamente de la parte equivocada, sea lo que sea que se esté defendiendo.
Mi aplauso a este post del Sr. Osmel no es «fácil».
Y créame que preferiría aplaudir por la llegada de un nuevo presidente y un nuevo gobierno elegido democráticamente por todo el pueblo cubano. Preferiría aplaudir el respeto por el derecho de cada cubano a viajar libremente hacia y desde su propio país. Preferiría aplaudir la libertad de cada cubano a abrir y desarrollar su propio negocio. Preferiría aplaudir esas y otras tantas cosas.
Mientras no lleguen, pues aplaudo muy orgullosamente convencido la intención, el esfuerzo y la vocación de personas como el Sr Osmel, con el que no coincido en todo pero del cual valoro mucho la vocación democrática.
Gracias por comentar, Dhaniel y, de paso, ayudar a enriquecer el intercambio. Creo que eso es lo mejor que dejan estos espacios.
Lo que intento hacerle ver a Osmel (y no es la primera vez) es que no hay demasiado mérito en predicar entre convencidos, quienes le den la razón en todo y coincidan con él a pie juntillas, que son los que en mayoría ahora alaban su punto de vista.
Lo arduo siempre será colocar esa prédica entre quienes no acepten su expresión, que de seguro son muchos, si bien no tienen hasta hoy el privilegio de acceder a estas páginas, por razones harto conocidas.
En el momento en que el redactor de este post se pare delante de posibles impugnadores y logre, cuando menos, sembrar un ápice de reflexión en ellos, por no hablar ya de que consiga que coincidan con su punto de vista, entiendo que entonces su discurso comenzará a rendir frutos.
Pero para lograr eso – y esto ya es una sugerencia en buena lid – debe comenzar por apegarse a los hechos y respetar las verdades ajenas. Y, muy en particular, no banalizar, que implica asumir cada momento de nuestra historia en todas sus complejidades. Sobre todo cuando no se han vivido en carne propia, por razones generacionales, ciertas etapas.
Espero que lo que me afano en explicar no implique falta de respeto. Ni a Osmel ni a nadie. Y pido lo mismo para los que diferimos.
Jorgealejandro:
Yo todavía recuerdo las discusiones que generó la Constitución de 1976 en los centros de trabajo, estudio y en las comunidades, en particular el debate con los que sugerían que el país se denominara en lo adelante República Socialista de Cuba. Y no lo olvido, entre otros motivos, porque fui de los que se pronunció en contra de esa posibilidad.
Con esto te estoy diciendo que en aquella ocasión casi seis millones de cubanos en la Isla tuvimos la oportunidad de pronunciarnos libremente respecto a la Carta Magna. Yo no vi otra cosa. El que no habló fue porque no quiso, o por miedo, o lo peor, por doble moral, pero oportunidad tuvo…Lo otro es que haya dicho lo suyo, pero al final quedó en minoría…
Cuando vengo a opinar aquí, lo hago ante todo desde mi experiencia personal, como supongo que lo hagas tú y todos los demás «opinadores».
Y ya que llegamos a ese punto, hago una propuesta concreta:
¿Qué tal si todos los que tienen una opinión distinta a esta que acabo de verter, reviven para beneficio del diálogo las propuestas que hicieron en aquella época, ya que juzgando por lo que dicen aquí, supongo que no faltaran los que en aquel entonces pidieron la restitución de la Constitución del 40, y con ella la vuelta del multipartidismo, de la prensa libre, de elecciones directas para la primera magistratura, de la economía de mercado, del derecho a la huelga obrera, entre otros…?
¡Arriba, corazones…!
Muy bueno este artículo-respuesta a las manipulaciones del comisario Elio; y la cita de Martí es adecuada como argumento,pero… Martí fue un señor muy brillante, un patriota excelso, etc… del siglo XIX, y nosotros vivimos en el XXI.
Martí puede usarse como una referencia fundamental, pero intentar vivir bajo el llamado ïdeario martiano» es condenarnos como nación a dos siglos de atraso.
La médula es la necesidad, y muy necesitados estamos de libertades individuales -las únicas verdaderas, de democracia y economía de mercado, del respeto y uso de los Derechos Humanos.
Por otro lado, con los Elios no hay debate racional posible, pues son fanáticos, esclavos mentales de un culto horroroso, el comunismo. El sentido de la vida de esos personajes es de servirles de perros guardianes a la mafia castrista, es el de inyectar veneno a las nuevas generaciones, el exigir obediencia absoluta a los cleptócratas sangrientos estalinistas que desgobiernan a mi Cuba .
Elio y su comparsa, al justificar y hasta alabar los horrores del comunismo, también tienen las manos llenas de sangre con los crímenes de la tiranía que apoyan.
El rebatir la ponzoña de estos criminales es un deber, y un tributo a los miles de fusilados, los ahogados intentando escapar de la isla-prisión, los presos políticos los exiliados, los once millones de esclavos sumidos en la miseria moral y material de estos últimos 60 años.
Votaron por el dogal, porque primero los aterrorizaron con los fusilamientos masivos, desapariciones forzozas y torturas, luego, ya acobardados, les lavaron el cerebro.
Cuba es una isla-prisión, con un pueblo-rebaño sodomizado por una mafia estalinista; en esas condiciones el «voto»no es válido.
Isidro: como siempre tus comentarios me ayudan a extenderme en las ideas que manejo en mis artículos, con tus preguntas o interpretaciones, siempre inteligentes y oportunas. Gracias de corazón. Te reitero que, a pesar e independientemente de eso que argumentas sobre nuestro diferendo nacional con los intereses de los EUA y que comparto, sí creo y es evidentísimo que el asunto se usa y abusa como distracción para no analizar ni resolver otros problemas nacionales hoy más importantes, decisorios y vitales que el diferendo; porque nuestra independencia y soberanía ya no están amenazadas, lo saben hasta los tontos.
Hoy la amenaza es otra. Pero con el mismo cuentecito nos asustan y nos mantienen enquistados e intentan justificar el despotismo supuestamente bueno (para mí no existe ni despotismo ni terrorismo bueno). No olvido ni recomiendo olvidar la historia, pero creo que es nocivo quedarse atrapado en ella. Hay que conocerla y usarla como experiencia para tener los ojos abiertos, no para manipular pueblos ni robarles su soberanía. Es un crimen peor que el de una potencia que pretendiese aprovecharse de tus debilidades, porque viene de adentro, del mismo país. Así pienso amigo, dime tú si acaso piensas que estoy errado. Sobre el irrespeto al expresar mi criterio sobre la Constitución de 1976, te digo que solo tenía un año de nacido con dos meses y cuatro días, (hoy precisamente cumplo 42 años).
Pero así mismo firmé yo no el 1999 (no estoy seguro del año) la reforma constitucional sobre la perpetuidad del carácter socialista, sin saber quién era Payá, ni qué era el proyecto Varela, ni nada por el estilo, solo escuchaba la propaganda oficial de que “el imperialismo quería arrebatarnos la independencia y la soberanía a través de un grupito de lumpens contrarrevolucionarios, mercenarios que pagados por ellos pretendían usar un resquicio legal para destruir la gloria que se ha vivido” –¿ves por qué hablo? -voté y no sabía por qué. ¿Crees que tú y los millones de cubanos que votaron en 1976 sabían más que yo entonces? ¿Crees que no habría hecho gran diferencia que ese sector que emigró, en el número nada insignificante que mencionas, y que al igual que la población de la isla se multiplicó en el extranjero, con la diferencia de que sus hijos no están registrados como cubanos aunque se sientan como tal, y que los que emigraron fueron en gran medida de élites culturales y económicas, grupos de opinión contraria que impulsan y lideran, y no fueron escuchados, crees que no hubiesen movido voluntades y afectado esa aparente unanimidad? No sé lo que piensas al respecto, pero creo que Cuba es de todos los cubanos, no de los fidelistas; y creo que Fidel y Raúl tienen los mismos derechos como cubanos que un guajiro de la montaña más recóndita, a liderar, a convencer de su verdad, de su creencia o de su idea para un mejor país. No ofendo a nadie, solo hablo de una realidad: tú mismo votaste y aunque no lo reconozcas fuiste víctima de un discurso único, no tuviste todos los elementos, fuiste manipulado por el contexto y por el sistema; tal vez no hubieses variado tu voto, pero tenías ese derecho. De eso hablo, de derechos irrenunciables y de una soberanía que ustedes entregaron vitaliciamente al PCC, cosa ilegal porque la soberanía popular es un derecho natural de los pueblos, intransferible.
¿Crees que no hubo adoctrinamiento y manipulación?, ¿crees que no fue un acto criminal atar a un pueblo a un solo destino sin retorno legal y pacífico?, ¿existe un mecanismo legal en esa constitución que ustedes firmaron para deshacernos de ellos si no nos convienen más?, ¿Quién les dio el derecho de decidir en 1976 por todas las generaciones de Cubanos que no habían nacido siquiera entonces? –espero tus respuestas.
Esa parece que fue su experiencia, POlo, no generalice. No se deje llevar por la ceguera voluntaria. Los que se alzaron contra el nuevo gobierno no recibieron oposición de fuerzas extranjeras, ni de una élite, sino en su gran mayoría de guajiros, obreros y gente modesta que creyeron en un modelo de sociedad distinta. Y tomando en cuenta los resultados – vigentes hasta hoy -, parece que los segundos eran mayoría…
A la larga, el gran reto de la Nación sería procurar que no haya más bandos enfrentados. Al menos no en el campo de batalla…
Osmel:
Yo también agradezco la atención y paciencia que me deparas. Te confieso que siempre es más interesante intercambiar con quien piensa distinto. Opuesto incluso, pero ensayando un mínimo de respeto hacia el otro. Los cubanos necesitamos con urgencia salirnos del molde de «Ud. está equivocado – o peor aun, del «cállate la boca» – para pasar al «no estoy de acuerdo, pero le escucho».
Dicho esto, comienzo por darte la razón: Todos los cubanos, pensemos como pensemos, debemos tener los mismos derechos. Ese debe ser un principio cardinal de la política nacional, hecho efectivo en leyes. Partiendo de esa noción, puedo entender que no aceptes la actual Constitución. Que incluso te propongas transformarla, si es que logras el quórum ciudadano para ello en algún momento.
Sin embargo, ateniéndome al socorrido adagio de que la política es el arte de lo posible, y en consecuencia, tratando de ubicarnos en tiempo y circunstancia, quiero llamarte la atención sobre varios puntos:
Cuando esa Carta Magna (1976) se analizó y posteriormente se votó, el mundo era bastante diverso de lo que hoy nos rodea. Recuerda que existía un campo socialista – al parecer en pleno desarrollo y expansión- , cuyas fronteras rebasaban a Eurasia. Vivíamos en un planeta partido en dos, donde capitalismo y socialismo intentaban vender sus “vidrieras”, tanto materiales como ideológicas. Por otro lado, parecía de momento un imposible que hubiera cualquier acuerdo trascendentalmente positivo entre Cuba y EE.UU. y todo apuntaba a un conflicto sin fin. País adentro, la economía se beneficiaba a dos manos de las ayudas recién aseguradas por el Gran Hermano socialista, a través del CAME y otros mecanismos – ¡se podía vivir del salario! -, se habían reducido a una expresión mínima las salidas del país. Cuba comenzaba a ensayar el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, con gurúes como Humberto Pérez anunciando la entrada a un mundo de prosperidad, noticia significativa para el grueso de la población, tras el derrumbe económico y moral que siguió a los desafueros de la Zafra de los Diez Millones y la Ofensiva Revolucionaria del 68. Este era el panorama general en 1976, grosso modo…
Con estos antecedentes, estimado Osmel, no hacía falta que nadie viniera a confundirnos, o “lavarnos el cerebro” a los que en mayoría votamos por ese documento, como sugieres. Cuando en el día a día ves tus problemas más acuciantes resueltos, te vencen las circunstancias, no los discursos ni las imposiciones. Si hoy Cubatabaco te dijera que a partir del próximo mes recibirás el triple de pago por tu quintal de tabaco, y que para mayor dicha te lo darán en CUC, no en CUP, te estarán “moviendo el piso”. Al menos una parte de tus actuales demandas se harán polvo … El entorno material hala y mucho…
Con todo ello te estoy exhortando a que te pongas en los zapatos de los que ya teníamos uso de raciocino en aquel entonces, entre los que había personas de todos los sectores, desde el lumpen proletario y el obrero o campesino, hasta la más encumbrada intelectualidad, entre estos últimos un flujo nunca antes visto de profesionales formados en el nuevo sistema.
¿Qué había descontentos y disidentes? Desde luego que los había, pero su prédica no parecía hacer mella en el entusiasmo colectivo, primero por su número, y en buena medida por las razones ya expuestas, además de la rapidez con se les neutralizaba y el hecho de que no había, como hoy, esta revolución tecnológica que hace noticia de cualquier llanto de vecino.
Observa que un poco más arriba lancé un reto, al responderle a Jorgealejandro. Sería muy productivo e interesante que estas personas que ahora te elogian aquí – los que tengan edad para ello, desde luego – , hicieran memoria de qué propuestas contra el Socialismo – o mejor, a favor del capitalismo – presentaron en 1976. O cómo votaron por aquella Carta Magna y luego se desilusionaron. Los espero.
Por último, aunque no menos importante: admito que el contencioso con EEUU no puede ser óbice para emprender los cambios que hoy pide a gritos nuestra sociedad, sumida en demasiadas carencias y cortapisas al ejercicio ciudadano. Pero mientras pugnamos por ello, no debemos perder de vista que para mejorar nuestra nación lo primero debe ser que garanticemos contar con eso: una Nación. No el traspatio de nadie.
Saludos y continuamos en el intercambio…
isidro:
Lamento aguarte ese cuadro idílico: El año 1976 está dentro de la época de mayor represión que vivieron los cubanos, esa pretendida bonanza que tu idealizas no estaba calzada por logros reales de la econompía cubana, sino por el subsidio soviético. Era la época en que el difunto, sintiéndose respaldado, pensaba que el mundo era suyo, y hacía y deshacía cuanto le venía en ganas sin rendirle cuentas a nadie malbaratando los recursos de la nación. Era la época del apartheid turístico por nacionalidad; y, ni pensar en libertad de viajar. La desinformación y la tergiversación de la realidad estaban en su máximo esplendor. El cubano vivía literalmente tras la cortina de hierro.En esa época, por decir en un medio publico la mitad o menos de lo que dice en este post, Osmel hubiera tenido 20 almanaques bien sonados en el combinado del este. y no, no había esa bonanaza que tú y otros miran con nostalgia, si bien los mercados estaban un poco mejor surtidos, había. como hay hoy cartilla de racionamiento, y todos los salarios no daban para una factura en Sears de la Habana, ni para comprarse una camisa «Yumurí», ni para comprarse telas en la tienda de «Opina»; ni un perfume «Alicia Alonso» que valía 50 pesos cubanos. Era la época de esplendor de la chivatería en los centros de trabajo y de estudio . El cubano vivía amordazado. Si todo hubiera sido tan bonito, y las «circustancias» hubieran sido otras; si todo el mundo hubiera estado tan de acuerdo y tan satisfecho, no hubiera pasado lo que pasó 4 añitos después cuando el montón de carnets del partido a la entrada de la embajada de Perú casi daba al pecho; y, si no cierran la llave, se les va media Cuba. Apostaría que la inmensa mayoría de los que se fueron por el Mariel, y los que no se fueron porque no los dejaron irse, votaron esa Constitución. Lo demás no tengo que repetirlo porque todos lo sabemos
Jorgealejandro:
No me aguas el «cuadro idílico». Más bien lo enriqueces, porque eso, más o menos, fue lo que solicité cuando pedí que quienes comentan acá, y estaban en Cuba con edad de voto en 1976, aportaran sus puntos de vista sobre lo sucedió en aquel año, que para nada tienen que coincidir con los míos. Faltaba más.
Eso sí, esperé que añadieras asimismo (centro de mi solicitud) tus posibles propuestas o postura durante el debate de la Carta Magna (tal como hice yo sobre la mía en el primer comentario), porque si algo no me podrá negar nadie aquí, es que el documento de marras pasó por las manos del cubano de a pie en escuelas, centros de trabajo y los barrios. Todos pudimos manifestarnos al respecto. El que estando decididamente en contra del Socialismo, decidió guardar silencio entonces, o peor aun, fingir aquiescencia, colaboró con esto que hoy impugna Osmel en su texto, siquiera por aquello de «el que calla otorga». Así que lo primero sería practicar un sano «harakiri» de conciencia a quien le corresponda.
Otro aspecto, también enmarcado en la fraseología popular al uso, deriva de que «cada cual cuenta la fiesta según le haya ido en ella» porque, insisto, siempre parto de mis experiencias personales.
En aquel entonces yo tenía 19 años. Como miembro de una familia que en su mayoría fueron campesinos y obreros, resultamos más beneficiados que perjudicados por el nuevo sistema, y no tenía mayores conflictos con la política imperante, si bien admito, como citas, que se vivía cierta atmósfera represiva, experimentada con especial énfasis entre intelectuales y artistas. Pero en el plano puramente económico, te reitero que fue la época de mayor afluencia en la Cuba post-1959 (de 1975 a 1991), merced a los acuerdos con el CAME y a las políticas económicas referidas, que ayudaron a instalar Humberto Pérez et al, dando paso al hoy muy evocado mercado paralelo. No es que lo diga yo. Hay estudios independientes al respecto. Aquí hay un amplio análisis de Cepal al respecto: http://archivo.cepal.org/pdfs/1987/S8770926.pdf. También fue la época en que comenzaron a instalarse, como promesa que a la larga quedó trunca, las bases del Poder Popular.
Lo cierto es que en aquel entonces en mi núcleo familiar vivíamos de los salarios, incluso pagando todavía alquiler, sin mayores lujos, pero con lo suficiente. Súmale que además podía estudiar casi cualquier carrera, teníamos la salud asegurada y disponíamos de amplias opciones culturales y recreativas. ¿Alguien recuerda toda la obra de Carpentier a uno y dos pesos el volumen; o lo mismo para los clásicos de la ciencia ficción, de Bradbury a Asimov; o todo el teatro de Tenessee Williams? Cada cosa en su momento.
Hay algo en lo que te quiero dar la razón:
Las visitas de los «comunitarios», a partir del 78-79, nos «movieron el piso» (me encanta el símil). Esa parentela retornada, cargada casi siempre de artículos de consumo y dólares, que casi ninguno podíamos tener entonces en la Isla, fue un manotazo en la nuca para muchos. Como bien dices, en apenas dos años se reflejó en los sucesos de la Embajada del Perú y posterior Éxodo del Mariel.
O sea, es cierto que se fueron muchos militantes entonces y los que votaron por la Carta Magna. Pero colocando el tema en perspectiva, sería buen tema de debate calcular cuántos de los que hoy se marchan se quedarían si tuvieran las condiciones de vida reinantes del 75 al 91…
Isidro: sí, el debate es realmente interesante y sin estos complementos estaría el post incompleto; y es así que se concibe este tipo de periodismo. Podrás releer todo lo que yo escribo y verás que jamás culpo a nuestro pueblo por lo que ha hecho ni siquiera a los que los indujeron, solo lo señalo, lo critico constructivamente y señalo cuál creo mejor forma de solucionarlo. No es correcto ni ético juzgar con los saberes y experiencias de hoy los errores del pasado; pero sí es inteligente analizarlos y rectificarlos. Eso es lo que juzgo y eso es lo critico: el hecho real de que hoy con tanta experiencia y saberes se mantengan los decisores en el inmovilismo, en la manipulación, en el discurso hipócrita, en el enquistamiento mezquino para preservar posiciones de “gloria y poder”. Y el diferendo, que claro que existió de manera amenazante para nuestra soberanía e independencia y aún hoy existe como una sombra que debemos observar con cautela, es la distracción y el cucú para asustar al pueblo de rescatar su soberanía, arrebatada por el PCC en la susodicha Constitución de 1976, que si la analizas bien para lo único que sirve es para asegurar el poder despótico, porque todos los derechos y garantía no son asegurados en artículos fuertes de los cuales han de desprenderse las leyes; en esta “ley de leyes” todo está, por el contrario, subordinado a “según diga la ley”. Analiza bien, que no hay que ser especialista en derecho constitucional para percatarse de que ahí hay una trampa, porque luego la ley la dictan ellos por decretos, en un Consejo de Estado que ya tú sabes todo el poder que tiene y quién lo propone, y quiénes además proponen y postulan a los Diputados que lo eligen y aprueban unánimemente lo que dicten. ¡Vaya democracia! Seguro que la mayoría de los que critican hoy y tuvieron edad para votar, la aprobaron como tú, yo también lo hubiera hecho, por todo lo que tú argumentas (que es la parte visible de la historia, en verdad una réplica política de una novela rosa de Corín Tellado) y también por todo lo que yo argumento, incluso también desde la óptica de Jorge Alejandro, más desde el zapato de los opositores, en el que también hay que meterse. Esta última ya no tiene nada de novela rosa, es una película de terror, que el pueblo que votaba no veía. La esencia Isidro, más allá de la pasión y las divergencias políticas, es que hay una verdad superior al miedo al imperialismo y al deseo de hacer justicia social: el pueblo es el soberano y debe elegir sus líderes directamente; el pueblo cubano es uno solo con iguales derechos, viva donde viva, piense como piense; y no se avalan cosas tan transcendentales como sistemas políticos en actos de masa, sino con el voto secreto y directo, fruto de un debate multipartidista, o lo que es lo mismo, dejando que todos expresen sus puntos de vista; lo otro es crimen, manipulación y demás actos detestables. Apartamos el bagazo y este es el guarapo que queda amigo, duélale a quien le duela. Y aunque la política es el arte de lo posible, es nuestro deber hacer todo lo posible y hasta lo imposible, para que nuestro pueblo recupere su poder soberano; y que luego gobierne quien gobierne, y si tendremos socialismo o capitalismo, lo decidamos todos los cubanos en igualdad de derechos, esa es la mayor tarea que tenemos actualmente los hombres y mujeres honrados de esta tierra. La dirección Histórica de la Revolución no lo ve así, se creen dioses redentores y no empleados públicos del pueblo; por eso andan tan fracasados y la historia los condenará, lo cual lamento sinceramente porque nadie podría enderezar el rumbo de Cuba mejor que ellos, desde la posición que hoy tienen, si estuvieran interesados en “toda la justicia”. Así lo veo.
Isidro
De verdad que yo me maravillo conttigo:¿Solo «cierta atmósfera represiva» en 1976?? ¿De verdad? Dero tienes razón en lo de “cada cual cuenta la fiesta según le haya ido en ella”, y me alegra tu sinceridad: tú no podías sentir es represión porque estabas identificado con ese régimen y, como sería normal, tu vida estaría enmarcada en ambientes afines al régimen y con personas que pensaban igual que tú. pero sucede que otros eran todo lo contrario, y sí sentimos la represión porque, para empezar no solo no sentíamos afecto por el gobierno, sino que de manera alguna nos sentíamos representados por él. Pero tanto tú como yo somos pueblo cubano; y ninguno es más púeblo que el otro por apoyar a un gobierno x o no . La realidad cruda es que tú nunca perteneciste al bando de los reprimidos porque simpatizabas con los represores (Para eso no hay que ser necesariamente uno mismo un represor, por si acaso), pero muchísimos sí sufrimos represión pura y dura en todos los ámbitos, en primer lugar en el secuestro de todos nuestros derechos ciudadanos. Y no, no me tengo que hacer ningún harakiri porque esa constitución no la firme porque no tenía edad para ello. Tampoco tuve otro carnet que el de identidad, nunca chivateé, nunca me serví de la politiquería como una patente de corso, ni nunca le puse una cáscara de plátano a nadie. Cuando tuve que decir «NO» a ir a Angola, lo dije, cuando tuve que decir en el preuniversitario ; y más tarde en mi centro de trabajo que no iba a actos de repudio; lo hice; y en ambos casos sabía que me la estaba jugando. el primer caso me salió bien, en el segundo perdí un empleo que amaba. Así que, ya ves, yo no tengo cargo de conciencia, y, si no hice más fue porque el ser gusano no es sinónimo de ser comemierda; y preso no le iba a resolver nada a nadie; pero voté,, y bien votado, con los pies. Gracias a eso vivo en libertad y me libré de una tiranía. yo puedo pasearme por miami y por la habana con la cabeza bien alta, y sabiendo positivamente que nadie me puede señalar con el dedo. ah, ¿La constitución del 76? Por la manera en que el gobierno la ha violado cada vez que le dio la gana ya uno puede deducir pára qué sirvió.
Jorgealejandro:
Una sugerencia: no te lo tomes personalmente. Yo lancé la pregunta para los que como yo si tuvieron la oportunidad de participar en el referéndum y su análisis. Si no tenías edad, pues nada, no votaste. No pasa nada. Ni te toca el dichoso «harakiri».
Ahora, a mí lo que no deja de maravillarme es que quienes sí analizaron la Carta Magna y luego la aprobaron, sin que les pusieran una pistola en el pecho para ello, hoy no admitan que contribuyeron con su decisión a cimentar eso que hoy condenan desde el exilio. Si en aquel entonces, el más de un millón de cubanos que creo que salieron de Cuba desde 1976 se hubieran pronunciado contra el documento de marras, quizás hoy la historia sería otra. ¿No crees?
Por lo demás, no te niego mis simpatías y las de casi toda mi familia por lo que sucedía entonces en el país en líneas generales. Guajiros y trabajadores casi todos ellos, no podían menos que sentirse agradecidos por las oportunidades que en aquellos años les brindó la Revolución. Que hubo represión, no lo niego, pero a mí no me impidió desarrollarme como persona, ni a mis deudos inmediatos (de ahí lo de la «fiesta»). Y súmale que cuando aquello no había Internet ni tanta disidencia y gente contestataria como hoy.
Por lo demás, comparto ciertas cualidades contigo: Dije que no iba a Angola (sin consecuencias ningunas para mí) y nunca he participado en actos de repudio. Y cuando me lo permite el sol, levanto la frente en Pekín, en Melbourne, en La Habana y hasta en Pinar del Río…
Ya ves, algo tenemos en común…
Al parecer ninguno de estos habla boberias trabaja, porque tienen tiempo suficiente para dedicarse a criticar bla bla bla, lean a Martí y analicen la historia como es, pero más que eso miren lo que vive el mundo hoy y saquen sus conclusiones, no critiquen y aporten algo bueno para que su país sea mejor, que de seguro ninguno aporta nada para ello.
Claudia, ya que esta de criticona a los demás que atreven opinar, ¿por qué no cuenta a los lectores lo que usted hace en concreto para hacer un mejor país? Y otra pregunta, ¿si usted lee y comenta aquí significa que no trabaja?
Claudia todos queremos aportar con ideas, proyectos y soluciones a nuestro pais que esta hecho tierra, pero los que gobiernan eternamente y todo lo deciden nos niegan el derecho a opinar, proponer y a sacarlos del poder por incompetentes. Acaso tu si tienes ese derecho otorgado o eres uno de ellos?
Claudia:
Si miro el mundo de hoy (Y tengo toda la libertad y las posibilidades para verlo y sin salir de mi casa) lo que veo es que prácticamente en la inmensa mayoría de los lugares se vive mejor y con más libertades que en Cuba. veo, Además, que la gente protesta cuando le viene en ganas y por lo que cree oportuno protestar, y eso se considera algo normal, porque forma parte de lo que te toca por ser un ciudadano. veo, además, que los ciudadanos le dicen a los gobiernos que están ahí porque ellos los pusieron, y tienen que servirles, y no al revés. No veo a un medio oficial, y muchísimo menos a un gobernante decirle a la ciudadanía «pichones», «vagos» «malagradecidos» y hasta «cagones» como ha pasado en Cuba.
Creo que si le asignaron la tarea de entrar a este blog a participar en la «batalla de ideas», debe esforzarse un poco más, porque, hasta donde sé, la jabita no se gana tan fácil. Y de veras que no está luciendo nada bien