Soluciones creativas

La solución

“Tras la sublevación del 17 de Junio
la secretaria de la Unión de Escritores
hizo repartir folletos en el Stalinallee
indicando que el pueblo
había perdido la confianza del gobierno
y podía ganarla de nuevo solamente
con esfuerzos redoblados. ¿No sería más simple,
en ese caso, para el gobierno,
disolver el pueblo
y elegir otro?”
-Bertold Brecht

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Trabajadores importados desde India en La Habana Vieja. Foto: Juan Suárez
Trabajadores importados desde India en La Habana Vieja. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — A raíz del episodio ese de la contratación de los trabajadores indios por empresas del Turismo en Cuba, me entraron serios temores. Ah, pero después le vi el lado de las oportunidades, y se los voy a explicar.

Primero entré en pánico, no lo voy a negar. De vez en cuando, en mi hospital se quejan también de que somos indisciplinados y no trabajamos todo lo que las autoridades quieren. ¿Pueden imaginarse? Un día de estos, pensé, prescinden de nosotros y contratan físicos y físicas por alguna parte del mundo. Es verdad que tales profesionales cobran de cinco mil dólares para arriba y nosotros, unos cuarenta. A pesar de ello, seguro hay alguien en nuestro gobierno que considera que la diferencia vale la pena y periodistas que los apoyen. [1]

Estaba yo todo triste. Cualquier día, pensaba, se libran de nosotros. Si no lo han hecho, puede ser porque les cueste mucho trabajo. Les dará escrúpulos pasarnos por la comisión que nos declara no idóneos o idóneas. Pensaba, ¿por qué no tendré yo un sindicato poco revolucionario, como el de los extranjeros esos? ¡Por eso es que tantos cubanos y cubanas se van! Y ahí mismo vi la oportunidad.

Si de pronto, hacemos así y estamos todos fuera del país, el gobierno se verá libre de nosotros. De los holgazanes, los que tenemos síndrome del pichón, etcétera. No tendrá que realizar la embarazosa maniobra de botarnos. Tendrá las manos libres para salir al extranjero a alquilar físicos a los precios del mercado. ¡Y allí estaremos nosotros!

Desde los tiempos del ensayo martiano Vindicación de Cuba, se ha demostrado que las personas de este país brillan en el extranjero. Que sobresalimos por nuestras capacidades, tenacidad, empeño en forjar vidas dignas para nuestras familias, y aportamos grandes valores a las sociedades donde residimos. No le será difícil, al funcionario cubano, percibir que allí afuera demostramos ese rendimiento tan elevado con el que nuestras autoridades sueñan. Las razones de la diferencia… diremos entonces que no vienen al caso. Y regresaremos triunfales, en un trato de ganar-ganar.

Pensándolo bien, esa maniobra no será exclusiva de un gremio o actividad específica. Se puede repetir empresa por empresa, municipio por municipio. La ciudadanía cubana se da un brinquito, digamos, a la India; a la República Dominicana, que está más cerca; a México; en fin, a cualquier parte. Lo importante es estar a la viva y cazar al representante del gobierno cubano que vaya por fuerza de trabajo. A lo mejor hace falta cuadrar con un inversionista o benefactor extranjero que aporte el capital para que todos y todas podamos hacer lo de la salidita. Al regreso, con los salarios mejorados, le devolvemos su dinero prestado, más una ganancia decorosa.

Después lo pensé más calmadamente, y se me ocurrió otra variante mejor, más eficiente: por lo menos, se tendrían que mover menos personas. Pero era tan subversiva, que la borré del artículo que pensaba enviarle a mi editor para no meterme en problemas. Pero por cosas de la vida, confundí los archivos y le envié el que contenía esa variante. Por eso la están leyendo ustedes ahora, pero no digan nada.

Después de todo, los funcionarios y funcionarias del gobierno también son empleados de la sociedad. Y también tienen que demostrar su buen rendimiento, ¿no es así? Y su sueldo oficial se corresponde con los nuestros,  por lo menos, eso nos dicen a veces para demostrarnos el gran sacrificio que hacen. Deberíamos, entonces, amenazarlos con despedirlos y contratar ministros, ministras y demás funcionariado de Escandinavia, de Corea (¡del Sur!), de Singapur y de aquellos lugares donde las cosas parecen funcionar bien. Y les ofrecemos pagar un buen sueldo, a la altura de los estándares internacionales. A nuestros dirigentes sindicales actuales también les enseñamos la cuchilla. Hasta desde el punto de vista de arriba, se puede ver que no cumplen bien la función asignada de hacernos trabajar más. Así que los sindicatos de los indios serán obviamente mejores.

Digamos que entonces, los dirigentes son los que se dan la escapadita. Y por allá afuera, logran demostrar que trabajan cuatro o cinco veces mejor que acá en Cuba. El representante de la sociedad cubana que salga entonces a buscar cuadros, los contacta y les ofrece de nuevo la oportunidad. Y si hay unos cuantos o unas cuantas que no pasan el examen, pues nos libramos de esa carga. Los reemplazamos por Bernie Sanders o por quien se nos ocurra o por otras personas trabajadoras de este país, con inteligencia y capacidad, que bastante hay o por el consenso horizontal y la dirección democrática.

Y todos viviremos en el mejor de los mundos.

 

13 thoughts on “Soluciones creativas

  • no se si su articulo es una parodia de la realidad cubana o la realidad cubana es simplemente una parodia..

    el gobierno cubano siempre ha criticado a los países capitalistas por “robo de cerebros” cubanos, pero la realidad es que en cuba lo que han implementado es la inutilización de cerebros por falta de cerebros en las cabezas que dirigen.

  • Genial. A esto llamo yo enfrentar el problema con las herramientas de la dialéctica marxista. Y Brecht – no faltaría más – estaría orgulloso…

  • Muy bonito, pero no olvidar que aunque todos ganen poco, algunos se lo merecen por seguir apoyando el sistema. Otros no se lo merecen y aunque no les gusta el sistema, tampoco quieren o estan dispuestos a emigrar. Tambien tienes los que quieren emigrar pero no tienen a donde ni con que. El resto, haciendo la cola frente a los consulados de USA, Espana, etc, etc.

  • Fina ironía, Rogelio, para exponer un caso peliagudo…¡Vas bien!

  • Tu solución puede funcionar en teoría, en la práctica no vas a encontrar un dirigente cubano que desee darse esa “escapadita” pues allá afuera hay que trabajar de verdad, empezar desde abajo y sacrificarse (de verdad).
    Y ya sabemos que un ministro cubano no trabaja ni bajo amenaza.

  • Mal chiste para abordar un tema tan serio como la clara discriminación de los ciudadanos cubanos frente a los extranjeros por realizar un mismo trabajo. Por que los socialistas democráticos en vez de dedicarse al choteo, ponen una demanda en los tribunales nacionales e internacionales ante esta clara política despptica y antipatriótica?

  • Muy buen artículo, simpático y que pone el dedo en la llaga.

  • Esta bien la coña pero no sirve más que para desahogarse.Otras acciones prácticas serían bienvenidas.

  • A los franceses no le da la cuenta ; pero a los Castros si , sino , hagan cuenta: rinden cuatro veces menos y cobran 20 veces menos ; es decir ,en el resto de la economia que es operada en Cuba por el gobierno , los cubanos dan 5 veces mas negocios que los Indues.

  • A mi me parece, que para esta gente el problema no es tanto cuanto cobran, ni cuanto rinden los trabajadores hindúes comparados con los cubanos. Ellos calculan, que con los hindúes habrá menos “desaparicion” de materiales de construcción.

  • Coincido contigo 100%.

  • Genial…

  • Y a todas estas ¿Y la CTC, qué?

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