Slavoj Žižek nos ha dado la orden

Lynn Cruz en el muro de Berlin. Foto: Miguel Coyula

Por Lynn Cruz

HAVANA TIMES – Ha pasado poco más de un año desde que estalló la guerra rusa contra los ucranianos. El pretexto esgrimido por Vladimir Putin en teoría es: “La proximidad de la OTAN”, que viola el acuerdo de 1990, entre Gorbachov y Bush.

No voy a decir lo que otros pensadores mucho más influyentes que yo han dicho, pero sí me voy a posicionar como una voz crítica dentro de Cuba para un medio de izquierdas como lo es Havana Times.

Voy a dejar por acá también los textos que me han impulsado a escribir sobre el tema. Creo que es importante en un momento donde la guerra, los medios y la propaganda, enturbian los sentidos. No digo que tengo “la verdad”, sería imposible comprender del todo lo que está pasando, pero tengo la certeza de que la única manera de llegar a ese saber, es reunir todas las partes.

Justamente me voy a remontar al año 1991, el año de la “terapia de choque” asesorada por Estados Unidos en la transición de la URSS hacia la “democracia”, claro, la democracia según EU. En aquel momento, como algunas fuentes cercanas me han contado, la Unión Europea planteó la necesidad de ayudar económicamente al pueblo soviético.

Dado el escenario en que se encuentra Cuba hoy, un desabastecimiento atroz, una moneda virtual (MLC), privatización de las empresas estatales, libertades económicas pírricas, no es difícil abstraerse y comprender que, esta situación es casi idéntica a aquella que en 1991 ilegalizó al Partido Comunista, hizo ascender al poder a Boris Yeltsin, el creador de Vladimir Putin, con la ayuda indirecta de Estados Unidos, el mismo que hoy condena a Putin en las cortes internacionales por “crímenes de guerra”.

En festivales internacionales se exhibe el documental cubano, El caso Padilla, del cineasta Pável Giroud. Las izquierdas que una vez apoyaron con fe ciega a la Revolución de Fidel Castro, hoy aplauden y condenan lo que Fidel Castro practicó contra los intelectuales y artistas desde la década de los 60. Pero en aquel momento aquellos como el poeta Heberto Padilla, que salían al mundo, y narraban sus testimonios, eran considerados gusanos.

Heberto Padilla

¿Qué cambió? Hay mucha tela por donde cortar. Podría decirse que la llegada de Internet a los teléfonos, el escenario desolador de la pandemia y bueno, ahora la guerra, entre las principales causas para que hoy a Giroud en BAFICI, Argentina, no lo maltraten, como sí hicieron en Mar del Plata con Nadie (2017) de Miguel Coyula, donde trabajo como actriz y productora. El poeta disidente Rafael Alcides, de la misma generación de Padilla, es su protagonista.

Rafael Alcides

Alcides, en Nadie, cuestiona la figura de Fidel Castro. Aunque no declararon que el filme se cancelaba, después de aceptarlo fuera de la competencia oficial, los de Mar del Plata cortaron la comunicación de manera drástica, con el equipo de Habanero Film Sales, representante de la película. Luego fue cancelada una proyección programada en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, “por razones aún desconocidas”.

Entonces, es posible que la forma más sencilla de analizar lo que sucede en Cuba hoy, justamente sea a través de lo que sucedió en la URSS en 1991, pues el destino de la isla satélite de aquel país exsocialista, es casi idéntico. Con algunas particularidades, obviamente, pero creo que vale la pena entender que Cuba es solo la réplica de aquel terremoto.

Podría decirse también que Joe Biden implementa su nueva ¿terapia de choque para los cubanos? ¿Una vez más el gobierno de Estado Unidos vendrá como un elefante a terminar de barrer la implosión de este, el socialismo cubano? ¿Y la solución que ofrece es: “tutorial de emprendimiento”? ¿Los mismos de la URSS? Algo que, por otra parte, sería un efecto espejo de lo que hacen los viejos y nuevos oligarcas cubanos que imitan a los rusos.

Se sabe que la mayor parte del pueblo cubano sería incapaz de salir adelante por sí solo, en un país absolutamente arruinado. Las personas tienen escasamente lo justo para mal comer. Y los que tienen ahorros, y apuestan por sacar sus negocios, probablemente terminarán desvalijados por ambas fuerzas oligárquicas, cubanas y estadounidenses.

El filósofo europeo Slavoj Žižek, en medio de este escenario belicista, nos dice a los cubanos que “debemos matar a Fidel Castro”.  Žižek pasa por alto que los escritores y artistas cubanos lo hemos estado haciendo en nuestras obras, generación tras generación; y solo nos ha sido permitido desde lo simbólico y aniquilándonos cívicamente.

Slavoj Žižek

No le fue permitido a la intelectualidad cubana matar a Fidel Castro desde el plano político, a tiempo, justamente porque las izquierdas del mundo lo eligieron a él y a su Revolución socialista; y con ese apoyo, contribuyeron a crear un sistema que no ofreció libertades duraderas al arte ni a la prensa, y, por ende, al pueblo cubanos.

Ahora es muy fácil mandar a destruir lo que naciones poderosas han sostenido. Y peor, a sabiendas de que no es fácil matar lo que tardó 64 años en ser construido. La experiencia rusa lo ilustra, desde el presente.

Fue irresponsable la comunidad internacional al confiar que la implosión de la URSS pariría democracia por sí sola, en un lugar que aún no ha salido del feudalismo. Y es doblemente irresponsable con la Historia con mayúscula, al repetirlo de manera idéntica en Cuba, 33 años después.

Obviar todo esto de manera hipócrita, debería ser condenable también en las cortes internacionales.

Lea más desde Cuba aquí en Havana Times.

2 thoughts on “Slavoj Žižek nos ha dado la orden

  • Qué clara estás amiga! Qué asco los negocios del poder, no creo en ningún gobierno, no soporto la izquierda hace mucho tiempo y no logró comunión con la derecha… Qué desastre!

  • El destino pinta muy parecido a la mierda eslava donde los mismos que la desangraron se hicieron del pastel post comunista. La indecente y vulgar oligarquía se apropia de la nueva cara. Ahora se erriquece “legalmente” y mostrará sus millones bien lavados, ya limpios y tendidos al sol del Caribe.
    Veo lejos una implsión en Cuba que radicalice una democracia; es casi imposible.
    Cualquier cambio -que de facto es inevitable- no necesariamente dará paso a una democracia -cosa muy lejos del conocimiento y praxis del cubano de hoy en la Isla.
    Todo muy oscuro.
    Dios sabrá -y yo soy ateo.

    ” …debemos matar a Fidel Castro” ‘…los escritores y artistas cubanos lo hemos estado haciendo en nuestras obras, generación tras generación; y solo nos ha sido permitido desde lo simbólico y aniquilándonos cívicamente’ -muy cierto.

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