¿Se acaba la pandemia en Cuba?

Foto: Juan Suárez

Por Ronal Quiñones

HAVANA TIMES – Mientras no se demuestre lo contrario, las cifras que diariamente informa Cuba de manera oficial sobre la Covid-19 son reales. Partiendo de esa premisa, es evidente, entonces, que el trabajo realizado desde la aparición de los primeros casos en el pasado mes de marzo ha sido bueno, porque ya casi todo el país está libre de la enfermedad, y el epicentro de contagios, La Habana, reporta cifras bastante bajas desde hace semanas.

Ahora bien, incluso confiando en esos números, se hace difícil dar el golpe final al virus, porque sus características contagiosas complejizan bastante su control.

Casi toda Cuba estaba exenta del SARS CoV-2, pero surgió recientemente un foco en Bauta, un municipio de la provincia de Artemisa, bastante cercano a la capital, y donde evidentemente no se estaban tomando las medidas necesarias.

Digo esto, porque oficialmente La Habana debía estar aislada del resto del territorio nacional, y al menos todos los transportes estatales estaban en sintonía con esta medida, pero los particulares no.

Al estar cerca de la capital, no son pocos los habitantes de esa localidad que laboran en La Habana, y tras la entrada a la primera fase, debían reincorporarse a sus trabajos, y por consecuencia, viajar.

Como pude constatar en una visita al punto de salida hacia Bauta, en las cercanías del Hospital Ortopédico Frank País, los transportistas privados realizaban su labor casi con total normalidad. La única diferencia es que, en vez de irse por la autopista, su recorrido habitual, lo hacían por otra vía menos concurrida.

Por tanto, desde hace semanas había trasiego de personas de un lugar a otro, con el peligro de contagio latente en todo momento.

Según se informó, el brote responde a una fiesta que se hizo en Bauta, a la que asistieron capitalinos, pero aunque esa festividad no hubiera existido, inevitablemente saldría algún enfermo al ser constante el movimiento interprovincial.

Aquí llega la gran pregunta, ¿era imposible controlar eso? Pues claro que no, como mismo los transportistas privados conocen de esa otra vía, también lo hacen las autoridades, y debieron existir ahí los mismos controles de la autopista, para que no hubiera ese movimiento.

Es una irresponsabilidad mayúscula de los choferes que se dedicaban a eso, pero también de la Policía, que debía controlar TODOS los puntos de acceso a la capital. Sé que son muchos, pero es la única forma de poder aislar de alguna manera al virus, y que el resto del país pueda seguir en la normalidad.

Para acabar con el nuevo coronavirus también es necesario controlar lo incontrolable: las colas. Vuelvo a decir que me sorprende mucho que las cifras de contagio sean tan bajas cuando se respeta tan poco el distanciamiento.

Las tiendas virtuales han tenido una baja notable en cuanto a oferta, y quienes optábamos por esa vía hemos tenido que sumarnos a los que nunca la usaron y estuvieron todo el tiempo haciendo colas.

Se añadieron ahora las tiendas en dólares estadounidenses, donde sí hay de todo, incluso productos que nunca estuvieron en oferta en las tradicionales tiendas virtuales, pero son presenciales, o sea, que hay que ir a buscar los productos, a diferencia de la otra, con la cual se podía pedir un envío a domicilio. En resumen, se sumó otra cola.

Sorprendentemente, pese al reinicio del transporte en La Habana, no es común ver las guaguas repletas como antes.

Aquí ayuda también el teletrabajo, que ha liberado a muchos centros de la congestión, al mantener a su gente laborando desde casa, y, por ende, sin necesidad de tomar un transporte para ir a sus habituales puestos.

No obstante, algunas rutas sí están igual que antes (la A50 y las que van para las playas del Este, por ejemplo), pero la gran mayoría las he visto semivacías a toda hora del día, a veces incluso con asientos vacíos.

Es bueno aclarar aquí que eso que se había explicado, de limitar las personas, no existe. En las rutas más demandadas, y en los transportes privados que he visto, viaja todo el que quiere. Lo que pasa es que la gente tiene miedo todavía al contagio, y no está haciendo el mismo uso del transporte público.

Esto es una buena noticia entre comillas, porque significa que muchos se están sacrificando y dejando de pasear o visitar amigos y familiares, pero contribuye a que la cifra de casos no se dispare, al menos por el momento.

Y es a lo que voy, con el paso del tiempo, y estoy pensando en apenas días, se irá a más. La gente irá perdiendo el miedo a montarse en una guagua, y podríamos volver a la misma situación de hacinamiento.

Lo único que se está cumpliendo casi a la perfección es el uso de la mascarilla, pero como las hay de muchos tipos, eso tampoco descarta el contagio. Las que usan la mayoría de las personas son de fabricación casera, de tela, y sin refuerzo o pliegues, lo cual protege, pero solo hasta cierto punto. Por tanto, se cumple la medida, pero con un asterisco, por decirlo de alguna manera.

Todavía no reabren cines y teatros, pero cafeterías, bares y restaurantes ya están trabajando, y si bien los estatales cierran sobre las seis de la tarde, algunos particulares ya ganan confianza y lo están haciendo hasta las 10 de la noche, como pude comprobar al llamar por teléfono a unos cuantos.

Ciertamente lo del horario no es una medida que me convenza mucho, porque el mismo riesgo existe de 10 de la mañana a seis de la tarde, que hasta las 10 de la noche. Lo que se debe es velar porque cada local cumpla con las medidas de higiene y distanciamiento social, pero en fin, quienes ponen las reglas son los que deben hacerlo.

Con los focos de peligro que hemos enumerado, no sé si estamos tan cerca de dar el “golpe definitivo” a la pandemia, como dicen las autoridades, más si existen fenómenos como el de Bauta, que extiendo a todos los de la antigua provincia de La Habana que circundan la capital.

No me consta que en otros se hayan reactivado los viajes, pero tampoco que todas las vías de acceso estén controladas.

Así las cosas, respiraremos tranquilos, al menos en la capital, solamente cuando aparezca la dichosa vacuna.

2 thoughts on “¿Se acaba la pandemia en Cuba?

  • Tienes razón en lo que dices, en mi cuadra hay muchos santiagueros que desde que se normalizó o se pasó a la fase uno están llegando a La Habana, y bueno viceversa, no creo que hay con los particulares el mismo control, el lunes en el noticiero daban como una gran noticia los hoteles de varadero están recibiendo turismo, cuando empiece el golpe fuerte de turismo no abra quien lo controle, al seguro, empieza el relajo

  • Ahí lo tienen. Alexis Valdés, desde Miami, reporta la muerte de una conocida suya con nombre y apellidos mientras el Doctor Durán sigue acumulando días y días con eso de que en Cuba no se muere nadie.

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