Rusia vuelve para ser la salvadora de Cuba

El multimillonario Boris Titov, jefe de la delegación rusa del Comité Empresarial Cuba-Rusia, muestra un producto al Ministro de Comercio Exterior e Inversiones de Cuba, Ricardo Cabrisas, en La Habana, Cuba, el 17 de mayo de 2023. Foto: REUTERS/Alexandre Meneghini

Por Francisco Acevedo

HAVANA TIMES – Durante décadas fueron los grandes aliados de Cuba, pero tras la caída del comunismo en la Unión Soviética, Rusia, la potencia sobreviviente, no siguió con la misma política de complacencia.

La aplicación de la política de mercado no estaba en sintonía con la arcaica forma socialista de producción que sobrevive en Cuba, y en este siglo se enfriaron las relaciones entre ambos países. Aunque en las altas esferas siguieron siendo aliados, económicamente nunca volvieron a ser iguales.

Casualmente, ahora que Rusia está siendo aislada por el mundo tras la agresión a Ucrania, se intenta retomar esta relación y fortalecerla, según las malas lenguas esto tiene también un peligroso trasfondo militar, sin descartar la faceta nuclear.

Pero eso último es especulativo, mejor nos concentramos en lo que ya parece concreto, y es que Rusia entra con todo a intentar revivir la economía cubana.

Luego de varias idas y venidas de funcionarios de todos los niveles (incluidos militares) de Moscú al Comité Central y viceversa, se anunció con bombos y platillos un mega-acuerdo que implica la entrega de tierras para producir la comida que necesita Cuba.

Para acoplarse con los rusos no importa que sean tan imperialistas como los Estados Unidos, que sus proyecciones en las últimas décadas sean claramente dictatoriales, que sospechosamente sus líderes mantengan el poder de manera ininterrumpida y que ataquen a otra nación con cualquier pretexto. Parece que sirve cualquiera menos Estados Unidos, aunque se comporte a grandes rasgos casi de la misma manera.

No importa que Rusia le haya dado un tiro mortal al comunismo, porque de manera romántica (o lunática) se le ve como la mejor paladina para reivindicar una idea que ellos mismos echaron por tierra y hoy en día no quieren ver ni en pintura, pero el gobierno en Cuba lo ve de otra manera; Venezuela también, pero ese es otro tema.

En el fondo lo que subyace es la necesidad de empoderar a cualquiera menos a los cubanos, porque esto último implica perder el control; es una mentalidad de colonia, de proveedor, que es mucho más conveniente para los intereses personales de quienes ostentan el poder en La Habana.

Son alianzas “que no comprometen nuestros principios”, aunque se venda medio país, y para eso el presidente Díaz-Canel le da una entrevista exclusiva a Rusia Today, para volver a maquillarlo todo y vender la nostálgica imagen de aquella relación bilateral de décadas que lo que hizo fue acomodar a la economía cubana y embotar sus sentidos, hacerla dependiente al punto de que décadas después no es capaz de funcionar por sí misma. Sin hablar de la defensa de la oprobiosa Ley de Comunicación, que merece atención aparte.

Queda en un segundo plano que quienes viven de su salario no ven satisfechas sus necesidades y se prefiere apostar por inversores extranjeros. ¿Qué se harán estos inversores cuando vean que sus negocios no prosperan porque siguen lastrados por una política económica errada?

Esta semana trascendió que mientras en el país no hay mucho que comer se pudrieron en la provincia de Ciego de Ávila más de cinco mil 500 toneladas de papa. “Altas temperaturas, alteraciones fisiológicas del tubérculo y las lluvias” fueron las explicaciones de los funcionarios locales en declaraciones a la prensa oficialista.

Miles de toneladas de mango se pudrieron también en el oriente del país porque nadie los fue a recoger para comercializarlos, cuando la gran mayoría de las madres se desvelan por conseguir la merienda de sus hijos y no tienen mucho más que refrescos instantáneos baratos.

¿Algún inversor se tragará este cuento? Los rusos no son los soviéticos, ya la fábula de la amistad no funciona, y aunque nos necesiten como aliados en el escenario internacional, los empresarios no piensan así.

Cuando comiencen a acumularse las deudas, porque ha pasado históricamente y volverá a pasar, veremos a esos inversores poner el grito en el cielo.

Todo esto en el mismo país en el que los negocios por cuenta propia tampoco pueden prosperar kpor las leyes existentes, que persiguen el origen de sus materias primas y les imponen onerosas multas por obtenerlas de quienes se las roban al propio Estado. ¿Pero de dónde las van a sacar si nadie puede importar por su cuenta harina, combustible o fertilizantes, por ejemplo?

En la más reciente reunión del Buró Político (divulgada por la televisión estatal) se reconoció otra verdad de Perogrullo: que la Empresa Estatal Socialista (nombre más rimbombante hay que mandarlo a hacer) está aún lejos de lograr el despliegue pleno de sus potencialidades. ¿De quién es la culpa, de los trabajadores miserablemente retribuidos, del bloqueo estadounidense, del clima? Décadas de pantomima demuestran que estos simulacros no funcionan mientras todo tenga que pasar por el Estado y no sean los trabajadores los propios dueños de cada negocio, con real autonomía para gestionar plantilla, recursos, planes y destino final de sus productos.

Eso se dice como el primer ministro, Manuel Marrero, pero nadie es capaz de aportar la solución. Hablaron de trabas (hechas por ellos mismos, porque no se conoce de ningún ciudadano que le ponga trabas a su empresa), pero no se precisa cuáles ni mucho menos cómo levantarlas.

Como dicen ellos mismos, ha faltado agilidad, creatividad y sistematicidad para obtener mejores resultados, pero este cuento ya lo he escuchado mil veces antes.

Y así quieren que Rusia saque las castañas del fuego.

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One thought on “Rusia vuelve para ser la salvadora de Cuba

  • Saludos, en sentido general pareciera que si. El asunto ahora es q son relaciones mercantiles. Todo lo q se haga en materia de inversiones responderán a créditos!

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