¿Qué significa la polémica sobre el “centrismo” en Cuba?

Por Samuel Farber*

Los editores de Cuba Posible, Roberto Veiga González y Lenier González Mederos. Foto: oncubamagazine.com

HAVANA TIMES – Como sabemos, los medios masivos de comunicación en Cuba -la radio, la televisión, los periódicos y revistas- están totalmente controlados por el Estado y solamente publican o transmiten lo que sigue las “orientaciones” del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). Es a través de mecanismos como estos que el “pensamiento único” sigue reinando en nuestro archipiélago.

Pero, a pesar de la censura, existe el espacio relativamente libre creado por Internet.  Aunque el acceso a este en la Isla es caro y sigue siendo uno de los más bajos de América Latina y el Caribe, ha aumentado, lo que ha hecho posible la existencia de muchas revistas y “blogs” con críticas oposicionistas de diferentes corrientes políticas.

De esas publicaciones la más importante es Cuba Posible, editada por Roberto Veiga González y Lenier González Mederos, dos católicos cubanos discípulos del fallecido Carlos Manuel de Céspedes y García Menocal, un sacerdote progresista que fue Vicario General de la Arquidiócesis de La Habana.

Hasta hace unos años, Veiga y González Mederos editaban Espacio Laical, un proyecto del Centro Cultural Félix Varela de la misma Arquidiócesis habanera, pero fueron cesanteados por la jerarquía católica que rehusó continuar respaldando la línea política de los editores.

A grandes rasgos, la perspectiva política de Cuba Posible  se pudiera caracterizar como social demócrata por su apoyo a una economía mixta que, de hecho, acabaría siendo de mercado sujeta a los imperativos de la competencia y otros mecanismos del capitalismo, dada la ausencia de la autogestión obrera y de un planeamiento democrático de la economía cubana.

Con respecto al sistema político, Cuba Posible presenta una perspectiva pluralista y en ocasiones ha explícitamente criticado el unipartidismo como un sistema político cuestionable sin hacer de su oposición un tema central de la revista.

Si de por sí eso ya es problemático para la izquierda socialista y demócrata, resulta aún más problemático el hecho que Cuba Posible explícitamente declara que lo que quiere es funcionar como una “oposición leal” al régimen.

En primer lugar, no puede existir cosa tal como una “oposición leal” en un sistema que como principio político rechaza la mera noción de oposición; aún es menos posible que dicha oposición, por muy leal que sea, pueda llegar al poder a través de elecciones o cualquier otro método pacífico.

En segundo lugar, dicha aspiración le inyecta a la revista un tono conciliador cuando la indignación es la respuesta más indicada a los desmanes del régimen. Cabe notar, sin embargo, que, el proyecto sigue incluyendo como colaboradores a gente que representa una perspectiva política más amplia que la de sus editores. En todo caso, tanto Veiga González como González Mederos, junto con sus colaboradores tienen todo el derecho democrático a someter sus puntos de vista a la consideración de los cubanos, tanto en el Internet como en los medios masivos de comunicación, un derecho que por supuesto es rechazado por los épigonos del régimen, quienes últimamente han cerrado filas contra ellos y su revista acusándolos del así llamado “centrismo.”

¿Qué dicen los que hablan de “centrismo”?

Iroel Sánchez. Foto: cubadebate.cu

Desde hace unos meses, un grupo de escritores que llevaban un buen rato expresándose, supuestamente por cuenta propia, a favor de una “línea dura” en defensa del régimen cubano, iniciaron una campaña contra Cuba Posible y otros críticos moderados. El más destacado de esos escritores de línea dura ha sido Iroel Sánchez con su “blog” La Pupila Insomne en donde recientemente presentó la versión completa de todo un libro titulado El Centrismo en Cuba: otra vuelta de tuerca hacia el capitalismo que incluye tanto sus propias contribuciones como las de muchos de sus correligionarios.

El libro es un ataque abierto contra los que Sánchez y compañía denominan“centristas”, acusándolos de usar la crítica moderada como un disfraz para subvertir y eventualmente derribar el sistema “socialista” en Cuba. Además de tildar esa  supuesta estrategia de “nacionalismo de derecha,” y “social demócrata,” Iroel y compañía también blanden contra esos críticos el término “tercera vía”, que en realidad nada tiene que ver con el nacionalismo de derecha ni con la social democracia: se refiere a la política propagada por Tony Blair, que lejos de ser social demócrata, era neoliberal y tenía como propósito subvertir el “estado de bienestar” y el caracter socialdemócrata del Partido Laborista. Para Iroel y sus duros, da igual ser nacionalista de derecha, social demócrata o neoliberal.

De todos los términos empuñados por Iroel y sus amigos contra la oposición, el que más ha pegado en la Isla fue el de “centrismo.” Lo usan en un sentido puramente topográfico para referirse a un grupo en medio de dos extremos, el capitalismo y el comunismo.

Curiosamente, el supuesto comunista ignora que, en la tradición política del marxismo revolucionario y del comunismo, el término “centrismo” se usa para referirse a aquellos partidos políticos que especialmente en el periodo 1918-1923 fueron más radicales y estuvieron a la izquierda de la social democracia, pero se mantuvieron a la derecha de los partidos comunistas.

Entre esos partidos se encontraban, por ejemplo, el Partido Social Demócrata Independiente de Alemania – una escisión a la izquierda de la social democracia alemana – y varios otros europeos que se aglutinaron en los 1920s en la llamada “Internacional de Viena,” la que significativamente fue también llamada la “Internacional dos y media”. Para la Internacional Comunista estos partidos hablaban de revolución, pero en realidad los consideraba como reformistas e incluso contrarevolucionarios.

Mientras que el centrismo dentro de esta tradición marxista se refirió a un fenómeno específico—grupos radicales de izquierda que rompieron con la socialdemocracia y que no se unieron al comunismo—Sánchez usa el mismo término para pintar con la misma brocha la enorme gama de orientaciones políticas que van del capitalismo al comunismo. Si no estás con el régimen cien por ciento no importa tu política y eres por definición un “centrista” antirevolucionario.

Pero aún en términos puramente topográficos, la caracterización de los críticos y oposicionistas cubanos como “centristas” es sumamente cuestionable, porque asume como axioma político que de hecho los partidos comunistas en el poder son de izquierda.

Es así como por definición, Iroel y su gente identifican a la izquierda con un sistema que en  realidad es clasista basado en el colectivismo estatal, una forma de propiedad en la cual el estado es propietario de la economía, con una burocracia política centralizada que funciona como la propietaria del estado y que controla y maneja la economía de este a través de los mecanismos de control del partido único.

El ser parte de esa clase gobernante depende de la posición que los individuos ocupan en la burocracia, la que, en una sociedad que fusiona el poder político con el económico, es el centro del poder. Este tipo de sistema es antinómico a la democracia, a los derechos civiles y políticos, y al control obrero y popular de la economía.

Afortunadamente, hay otros con una concepción diferente y mucho más cabal de lo que la izquierda significa. Para Jan Josef Lipsky, por ejemplo, un líder en los setenta del Comité de Defensa de los Trabajadores y en los ochenta de Solidaridad en Polonia, la izquierda era un intento de reconciliar la igualdad con la libertad: “…ser de izquierda es una actitud que enfatiza la posibilidad y la necesidad de reconciliar la libertad humana con la igualdad humana, mientras que ser de derecha  . . . significa o bien sacrificar el principio de la libertad humana a favor de varias estructuras colectivas sociales, o renunciar a la posibilidad de la igualdad a nombre del laissez-faire.”

Jóvenes usando el WiFi en la parque del Monaco. Foto: Juan Suárez

Pero Iroel Sánchez y los suyos defienden al sistema unipartidista como el único compatible con el socialismo. Ni mencionan que la supuesta “unidad monolítica” proclamada hace años por Raúl Castro ignora las profundas diferencias de poder político asociadas con la clase, raza y género en la “realmente existente” sociedad cubana.

Es precisamente ese diferencial de poder que requiere de la libertad para que los grupos e individuos sin poder en la sociedad -obreros, campesinos, negros, mujeres, gays, entre otros – puedan organizarse independientemente en asociaciones y partidos políticos para luchar por sus intereses.

Para eso es necesario abolir el monopolio político del PCC, consagrado en la Constitución vigente, sobre las organizaciones de masas, como la CTC y FMC, que impide cualquier intento de defensa independiente de los trabajadores, las mujeres y otros grupos.

Es así como el PCC, una vez desprovisto de su monopolio constitucional y, por ende, de todos los privilegios de los que se apropió durante su control largo de la vida pública, podría convertirse en un verdadero partido político,  como una  organización voluntaria sostenida materialmente con las cuotas y donaciones de sus miembros y simpatizantes. Sería uno de otros tantos partidos políticos que emergerían representando los conflictos y divergencias en la sociedad cubana. En tanto que estos representan los intereses de clases y grupos que van emergiendo en una sociedad cambiante es imposible–e indeseable—limitar su número ya sea  a través de la ley o métodos administrativos o policíacos.

¿Quienes están atacando al “centrismo?”

Para varias figuras en la oposición, los que los atacan como “centristas” son “extremistas”. Pero este no es un término atinado: históricamente hubo muchos “extremistas” que hicieron lo que era correcto. Los independentistas cubanos de la Guerra de Independencia también pudieron haber sido acusados de “extremismo”, pues rechazaban tanto a los “voluntarios” y “guerrilleros” que apoyaban a España (equivalente a la derecha de aquellos años) así como a los autonomistas (o moderados de aquella época).

Iroel y compañía son más bien estalinistas de línea dura, como lo demuestran claramente en su libro. Así por ejemplo, en su contribución titulada Una respuesta para la Joven Cuba, Javier Gómez Sánchez arremete contra este último “blog” frecuentemente crítico y bastante honesto, pero claramente progubernamental, como si fueran otros centristas más.

El contenido y tono inquisitorial de Ileana González en su contribución Al Centrismo Nada no tiene mucho que envidiarle a Andrey Vyshinsky, el fiscal en los procesos de Moscú de 1936 a 1938.

La información muy detallada provista en otras contribuciones de este volumen sugiere, también, que muchos de los contribuyentes son “segurosos,” o sea,  agentes de la Seguridad del Estado o colaboradores cercanos de ese organismo.

Cabe hacer notar, sin embargo, que todos estos estalinistas no parecen ser una tendencia política de mano dura dentro del PCC, como fue el caso, por ejemplo, de la “Pandilla de los 4” en China que trataron de capturar el poder dentro del partido poco después de la muerte de Mao, pero que fueron rápidamente eliminados por las fuerzas de Deng. Ni siquiera se parecen al Grupo de Apoyo a Fidel Castro de los principios de este siglo que tenía un cierto poder operacional y administrativo que le había concedido Fidel Castro. Iroel y su grupo son ni más ni menos propagandistas al servicio del PCC. Eso es todo.

¿Cuáles son los propósitos de la campaña “anticentrista”?

El Gobierno cubano quiere, a través de esta campaña, trazar la raya de lo que debe y no debe estar permitido sin que sea el Gobierno mismo, a través de su prensa y radiodifusión oficial, quien tenga que hacerlo, lo que sembraría aún mas dudas sobre la autenticidad y durabilidad de las reformas económicas y liberalización política relativa de Raúl Castro.

A más largo plazo, el régimen también está intentando cerrar las filas del Partido y del país con otro llamado al estilo del de la “unidad monolítica” en preparación a la previsible desaparición física de los lideres históricos de la Revolución en los próximos cinco a diez años, y a los problemas que esta puede crear para una transición fluida de las riendas del poder.

El llamado a la  unidad se ha vuelto más urgente con el aumento gradual pero definitivo del acceso al Internet, especialmente entre la juventud, los estratos profesionales y tecnócratas, y entre todos aquellos con una educación universitaria que generalmente tienen mayor acceso a Internet. La información adquirida por esa vía puede socavar la lealtad política al Partido y al régimen. No es por nada que prácticamente toda la campaña contra el “centrismo” se ha llevado a cabo en el Internet y no en la prensa y radiodifusión oficial.

Si bien Trump ha dado marcha atrás en el lento proceso de suavizar y posiblemente abolir el bloqueo, esto no ha eliminado el limitado pero real reblandecimiento de la opinión de los cubanos con respecto a los Estados Unidos a razón de las medidas que Obama tomó, como el relajamiento de varias restricciones del criminal bloqueo estadounidense, el aumento en las remesas que se pueden enviar a Cuba, la reanudación de los vuelos comerciales a ese país y su exitosa visita a la Isla.

Como sabemos, la prensa oficial cubana ha tratado por todos los medios posibles de combatir ese reblandecimiento, que por razones obvias, el régimen considera peligroso para su poder. El ataque contra la oposición así llamada “centrista”, no es más que otro intento para endurecer a los cubanos para cerrar filas a su alrededor y maximizar la “unidad” deseada por el régimen.
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*Samuel Farber nació y se crió en Cuba y ha escrito numerosos artículos y libros sobre el país. Su último libro, The Politics of Che Guevara. Theory and Practice, fue publicado por Haymarket Books en el 2016.

8 thoughts on “¿Qué significa la polémica sobre el “centrismo” en Cuba?

  • Con el permiso del dueño el blog, voy a discrepar, que no ofender, al autor de este articulo. Creo es un error total y me explico :
    -todos sabemos ya como se han apoderado los comunistas del Poder.Tanto en Rusia, como en Cuba, como en China, ha sido conspirando, que no convenciendo. Son dictadores esenciales, pues sus doctrinarios asi se lo han ensenado. No hay que teorizar acerca de esto. Cuando los comunistas, con una propuesta comunista han ganado unas elecciones _?
    ‘En cuanto A los “duros “, ellos representan a Poder, ellos siempre han sido duros…o quiere que le recuerde la dureza del gobierno comunista. Ademas, no le interesa compartir el Poder, puesto que lo tienen hace 60 anos y le ha ido bien a ellos,no al pobre pueblo de Cuba.Como se atreverían si no fueran el poder a intentar cuartar sus derechos al los ciudadanos ? El cubano honesto debe apoyar el libre pensamiento, es mas, debía haber una Ley que proveyera ,con determinado numero de suscriptores, darle del Presupuesto de Todos,financiamiento para poder editar un medio de difusion,solo seria afirmar un derecho, una acción afirmativa, como existe en los EEUU con las minorías ,No acosar y desprestigiar !!!
    Por lo demas,dejemos que ,por diferentes razones ,alguna personas quieran hacerle el juego….ya se iran para Miami o nueva york, como Harod Cardenas, fundador de La joven Cuba…..!!

  • Increible como los cubanologos tratan de buscar la cuadratura del circulo. Señores en Cuba gobierna una dictadura que ni siquiera se toma el trabajo de guardar las formas. Una vez mas la izquierda infantil mostrando su autismo y negacion de la realidad a pesar que Diaz Canel divulga alto y claro en un video (con power point y todo) las directrices politicas de los guardianes de la fe:
    – Cuba posible y toda la oposicion leal son tan enemigos como el exilio de Miami, aunque no se opongan abiertamente a la dictadura.
    – Censuran el pensamiento diferente si porque si, con el mismo énfasis de fusilamos y fusilaremos del Che Guevara en la ONU.
    – Los cuentapropistas o la iniciativa privada son un mal necesario que toleran hasta que aparezca el siguiente mecenas que susrituya a Venezuela a quien parasitar para sostener el estatismo economico.
    – En los derechos politicos ya esta confirmado que ningun tipo de oposicion llegara ni a delegado de barrio, aunque el pueblo lo elija levantando la mano. Y eso que Bruno dice en la ONU que nuestra democracia es muy buena porque los candidatos no los elige ningun partido.

    Entonces donde esta el espacio del centrismo, oposicion leal o el socialismo democratico bajo la dictadura si la consigna oficial es plomo parejo a todo lo difetente.

  • Este post me avergüenza, me avergüenza q alguien como el autor, de quien no había leído nada hasta ahora pero q sin dudas es alguien de mente esclarecida, tenga q usar su esclarecida mente para pensar en los iroel y los gomez sanchez, me detengo un segundo para recuperarme de la arcada q me provoca el mencionar a estos kemers de la red, vampiros de la más mínima decencia humana, en fin unos cara´e guantes de campeonato.

    Coincido en q la campaña anticentrismo está dirigida desde el thinktank del PCC como cualquier cosa q se atrevan a pensar los eunucos del pensamiento único, q no están capados de cuerpo pero aun así no tienen huevos de razonar aunque sea un poco por sí mismos. Es parte del nuevo modo de gorbernar menos centralizado del Castro II que le gusta jugar al yo no fui, nos deja a Panfilo, ver la novela sin discursos mesiánico-amnésicos y hasta comentar sobre Etecsa en cubadebate, eso sí, suelta a sus perros de la guerra para q mediante sus meados verbales marquen bien por donde va el pensamiento oficial, manda a una ministrilla de no se que a cerrar el cuentapropismo y respira hondo cuando Trump gana las elecciones, aunque esto último le cueste un disgusto familiar ya q trump es un estorbo en los planes acaparadores de sus hijos y nietos, pero al menos el va a terminar su periodo de gobierno, léase reinado, en paz, con su enemigo claro, no el enemigo oscuro Obama, si Alberto N jones lee esta parte seguro se lo toma por lo del color de la piel, no Alberto N, es q a estos viejitos les gustan las cuentas y los enemigos bien definidos, no ese baboseo del Obama q los pone a pensar y a envidiar cuotas de popularidad nacional.

    No estoy de acuerdo con q los extremistas hagan algo bien ni sirvan para nada, me es debatible q los independentistas cubanos fuesen extremistas, la estupidez íbera los condenó al pensamiento militarista pero no extremistas, de hecho pactaron muy bien cuando tuvieron q hacerlo, eran bastante racionales, cosa q es contraria al extremismo. Otra cosa debatible es si la lucha armada fue la mejor opción, o si era una opción justificada en cuba cuando la inmensa mayoría del pueblo no la deseaba y los independentista fueron siempre una minoría escandalosa y violenta.

    Tampoco estoy de acuerdo con q Cuba Posible sea el blog más importante, es cierto q hay gran calado intelectual en sus post, pero veo muy poca repercusión si contamos los comentarios como medida de popularidad en los internautas, y aunque sus católicos editores sí q permiten la publicación de críticas al régimen su punto de vista editorial de mejorar a cuba dentro del régimen es absurda, desde mi punto de vista, además de retardante de la larga agonía de este enfermo terminal q es Cuba Imposible.

    Saludos

  • O!!!! Herrmano no escriba tanto,tenga FE que DIOS sabe lo que hace los tenemo que pensar y escribir mas es en la PAZ mundial y union de todos los paises.Saludos y bendiciones en especial a esta Redaccion gracias.

  • El problema es que Cuba entera tiene 60años con la Fe de poder vivir en Paz, el problema es que lo que tienen que meterse en la cabeza “es”: ‘de que con Satanas el diablo no puede haber arreglos, mucho menos lealtad”. Que Dios se apiade de los cubanos con éste huracán que amenaza con pasarle a la isla entera por arriba, porque son ellos los que van a sufrir las consecuencias. Bendiciones para todos esos desdichados.

  • Cuando el castrismo, a través Díaz-Canel y sus lame botas de turno, ataca a los “moderados” tenemos que solidarizarnos con ellos y hacer de estas circunstancias un debate efectivo en favor la democratización Cuba. Hace mucho tiempo atrás, en los mejores tiempos de Espacio Laical, nosotros de la izquierda democrática fundamentalmente desarrollamos un intenso debate, a través de los artículos de opinión de Chaguaseda y Dilla, aquí en Havana Times y Cuba Encuentro, en contraposición a la pretendida “Oposición Leal” al castrismo y la clasificación de la oposición\disidencia interna en anexionista o nacionalista enarbolada y defendida por Roberto Veiga González, Lenier González Mederos y Arturo López Levis, resulta ser que ahora la vieja guardia estalinista le enfoca los cañones a Cuba Posible editada por Veiga y Linier, llama la atención que todavía los principales aludidos por el castrismo no se han manifestado al respecto y su aliado ”histórico”, Lopez Levis, se mantiene en silencio ante la ofensiva castrista contra sus colaboradores o a saber excolaboradores.

  • Donde dice “moderados” debería haber escrito “CENTRISTAS” porque de acuerdo con los lame batas castristas tienen significado diferentes y también para nuestro debate, porque en mi caso me considero un MODERADO pero no soy ni seré ni tampoco le hare oposición leal al castrismo ni a otro tipo de autoritarismo o totalitarismo sea de izquierda, de derecha o una simbiosis de ambas.

  • El problema no es el extremismo de Iroel y compañía.
    El problema es que esa es la opinion oficial del gobierno.

    A mi de verdad me da gracia como la cogen con Iroel que si dijo o si no. Lo que diga Iroel seria algo sin mayor importancia, una opinion mas entre miles, pero al saber que esa opinion es la oficial, la que le seguridad del estado y el gobierno que controla todo avala, pues la cosa cambia…

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