¿Por qué silenciar el tema de los feminicidios en Cuba?

Por Irina Echarry

HAVANA TIMES – El periódico Granma publicó este miércoles un artículo donde carga los cañones contra los medios independientes. Eso no es noticia, ya sabemos de la aversión del Partido Comunista por todo lo que no esté bajo su control. Lo novedoso es que esta vez se enfoca en quienes escriben sobre feminicidios.

Una pensaría que el deber de un medio de prensa es informar, en este caso esperaba que el texto “Revictimizada mil veces” comentara sobre los más recientes asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, cometidos en la provincia de Artemisa y de la Habana. Creí que convocaría a la unión de activistas, artistas, gente de leyes, periodistas, personas preocupadas, defensoras de los derechos de la mujer y de cada ser humano, para sensibilizar sobre la violencia de género.

Sin embargo, resulta ser todo lo contrario.

Haciendo uso de su vieja táctica de dividir, Granma señala quiénes sí hacen lo correcto y quiénes no a la hora de visibilizar la expresión más extrema de la violencia de género. En esa división deja fuera a grupos, personas, proyectos; que llevan años dedicados seriamente al tema.

El artículo genera molestias por muchas razones, pero hay una que indigna: insinúa que Cuba no está tan mal como otros países para que haya tanto foco en las muertes de mujeres. El articulista cree que el interés por estos crímenes no es sincero, sino producto de una campaña financiada por EE.UU.

Con el monótono discurso de siempre pretenden minimizar el problema. Los feminicidios, lamentablemente, son también una realidad en Cuba, y hay que hacerlos públicos para que se puedan conocer, estudiar, evaluar, cuantificar. 

También alega que las historias que se publican en las redes sociales o en los medios alternativos no sirven para las estadísticas: “La mediatización no es estadística, ni tampoco es información”, dice, pero no menciona que Cuba, como país, no ofrece estadísticas oficiales de estas muertes, y así, una vez más, las anula.

El acceso a las redes sociales ha hecho posible que salgan a la luz esas historias que no son simples cifras, sino vidas de personas. La gente se ha animado a contar estos crímenes, ha contribuido a sacarlos del ámbito privado y compartirlos como un problema que afecta a toda la sociedad.

¿Que no todo el mundo lo hace de la mejor forma? Es cierto, pero también las redes y los medios independientes han sido plataforma para debatir sobre esos procederes que parten del desconocimiento y no de una mala intención. 

Hay un pensamiento manipulador que podría ilustrar los motivos del texto del artículo en Granma:

“La importación forzada de iniciativas surgidas en otros países al estilo de las campañas extranjeras Me Too y Yo sí te creo, para utilizarlas de manera tóxica, a modo de linchamiento, en el acoso individual o institucional, en la destrucción del prestigio de personas, y propiciar casos judiciales para convertirlos en shows, es el escenario cubano que algunos anhelan”.

¿Es que tienen miedo de algo? ¿El “linchamiento” o la “destrucción del prestigio” de algunas figuras les preocupa más que el sistemático acoso y/o maltrato a que son sometidas muchas mujeres? Hasta ahora no he visto ningún show montado en Cuba a raíz de este tema, ¿será que hay algo que no conocemos?

Una búsqueda rápida de la palabra feminicidio en el periódico del partido nos revela que el tema es frecuentado cuando se trata de Honduras, Guatemala, México, Argentina, países donde las muertes de mujeres son constantes; pero sobre Cuba, nuestro país, hay muy poco.

El artículo del periódico Granma deja un mal sabor, pues en vez de hacerse eco de las denuncias contra esos crímenes, se posiciona con el dedo acusador frente a quienes sí lo hacen. Escribir sobre feminicidios no ayuda al enemigo, ayuda a las mujeres cubanas y a la sociedad en general. ¿Cuál es el interés en querer ponerle un velo a algo tan visible?

Si al partido no le gusta cómo se está llevando el tema o piensa que se le ha ido de control, pues bienvenido, que entre al ruedo y no sea tan pasivo. Que escuche a las activistas y no las estigmatice. Que instruya a la policía para que reciban con seriedad las denuncias de las víctimas, y les hagan seguimientos. Que abra centros de acogidas para mujeres violentadas. Que impida que los maltratadores salgan ilesos o con multas mínimas y luego vayan a parar a la misma casa donde está la mujer que lo denunció. Que publique las estadísticas y las penas que recibirán los agresores.

No hay que desechar a nadie, no hay que denigrar, es sobre la marcha que se aprende, haciendo, no solo criticando y acusando sin fundamentos. Mientras más acciones se encaminen en la misma dirección, más cerca estaremos de minimizar el problema; ese debería ser el objetivo a lograr: evitar que los feminicidios sigan sucediendo.

One thought on “¿Por qué silenciar el tema de los feminicidios en Cuba?

  • Porque ellos son los únicos que pueden decidir que silenciar y que publicar. Ustedes no son nadie para ellos. Ni el feminicidio, ni el maltrato animal, ni la libertad de expresión son permitidas si a ELLOS, los supremos no les dan la gana.

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