Paseo por La Habana Vieja

Por Irina Pino

En la Casa del Chocolate en La Habana Vieja.

HAVANA TIMES — Ha llegado a Cuba un escritor amigo, hace solo dos días. Su primer recorrido comenzaría por la parte vieja de la ciudad, fascinado por las descripciones relatadas en mis correos, de su belleza arquitectónica, sus museos y sitios históricos.

Hemos salido esta mañana, pero mientras caminábamos a través de la calle Obispo, nos era difícil avanzar, pues a cada minuto surgía gente que lo paraba para hacerle preguntas sobre su nacionalidad, o si hablaba español; mendigos le solicitaban monedas; había otros que ofrecían paseos en coches tirados por caballos a precios asequibles, y también estaban los dueños de los autos clásicos, que podían llegar a un ajuste razonable con el cliente… todo planteado con una reiteración, casi grosera, que llegaba a ser agobiante.

Quise sacar unas fotos con su cámara de nuestra hermosa bahía, cuando un hombre inquirió de dónde yo era, al responderle que tan cubana como él, enfatizó que “eso se notaba a la legua”, y cuando le pregunté, ¿si eso era bueno o malo? El susodicho se echó a reír en mi cara despectivamente.

Barrendero de La Habana

Esta falta de respeto me dejó entre perpleja e irritada, pues más tarde se repitió con un barrendero que expresó a rajatabla, que yo había aleccionado a mi acompañante para que no conversara con extraños.

En la noche fuimos a la Bodeguita del Medio y disfrutamos de una exquisita cena criolla, todo estuvo bien, hasta que al salir hubo un enjambre de personas que se acercaron ofreciendo sexo, tabacos, ron, y otras sustancias nada recomendables. Llegando incluso a querer imponerse y desviarlo de mi compañía, con sus “tentadoras ofertas”. Pero así y todo seguimos nuestro recorrido, que culminó con la ceremonia del Cañonazo de La Habana.

Mi amigo nunca se quejó de estos incidentes, me ha dicho incluso que todas estas personas, le pueden servir para su material de escritura, pues él solo los observó, desde la perspectiva del novelista que visita a La Habana por primera vez.

 

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

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One thought on “Paseo por La Habana Vieja

  • Es lamentable en lo que nos hemos convertido. Lo que más molesta en cualquier visita a otros paises ya me sucede incluso siendo cubano en mi propio país. La suerte es que de momento, en la medida que te alejas de La Habana el frenesí de acosos y propuestas cede…en fin…el mar.

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