No violar los Derechos de quienes trabajan

Rogelio Manuel Díaz Moreno

Médico leyendo el periódico Granma. Foto: juan Suárez

HAVANA TIMES — Los problemas se resuelven eficazmente, solo si se va a la causa de los mismos. Aplicar medidas voluntaristas, coartar a las personas para que se plieguen a una voluntad superior y ese tipo de gestiones solo empeora el asunto. En medios como el nuestro, sin embargo, las autoridades acuden mucho a ese recurso, tal vez porque no saben o no pueden hacer otra cosa. Así no resuelven los problemas y caen hasta en violaciones legales.

El Ministerio de Salud Pública de Cuba atraviesa una difícil situación. Como no sería justo hablar fuera de contexto, valgan unas aclaraciones. Tenemos una sociedad económicamente atrasada, tercermundista y pobre, acosada por un bloqueo externo del imperialismo y otro interno del poder burocrático [1]. Sin embargo, los niveles de desarrollo social alcanzados están por encima de lo que se corresponden con esa realidad. La prueba, en el tema de la salud, son la baja mortalidad infantil, la alta esperanza de vida, la cobertura universal de vacunación y otros aspectos vitales. Estas conquistas se contraponen al lúgubre aspecto de muchas instituciones de salud y el descontento de trabajadores y pacientes por las condiciones de trabajo.

Específicamente, el éxodo de los profesionales de la salud es un aspecto que golpea severamente. Cierto rumor que obviamente no puedo confirmar, afirma que en los últimos tiempos la tasa de abandonos del país es de unos ocho especialistas diarios. Se acumularían así casi 3000 al final del año, generalmente profesionales experimentados, irreemplazables a corto plazo por más graduaciones masivas que efectúen las Facultades de Medicina. Al emigrar, estos especialistas ejercen un derecho humano básico, el de procurarse un sustento decoroso con su trabajo, lo que lamentablemente no pueden concretar en su país.

Recientemente bajó una de esas medidas desesperadas de los altos niveles, para intentar resolver el problema sin ir a las causas. Se intenta imponer, en algunas instituciones de salud, una modificación ilegítima al contrato de trabajo, en violación de la legislación cubana. El firmante quedaría comprometido a trabajar en el centro al menos durante 3 años, en caso de recibir algún entrenamiento en los equipos considerados de alta tecnología. La hojita que quiere que se firme dice, literalmente, “El trabajador se compromete a laborar en la entidad por un período no menor de tres (3) años, cuando reciba entrenamiento en el manejo de alta tecnología”

El documento modificativo del contrato laboral está redactado de esa manera vaga, que no aclara ni siquiera en qué consiste ese entrenamiento. Tampoco se expone el mecanismo por el que la persona firmante sería sancionada si incumpliera esos términos, ya sea porque se va del país, o a su casa por una necesidad personal o familiar. No queda claro que se respete su derecho a viajar al extranjero por medios personales en su período legítimo de vacaciones. O qué va a pasar si es una trabajadora que quede embarazada y requiera su licencia de maternidad.

Antes de la frase de la discordia, se hace referencia a algunas cláusulas que contiene el Código de Trabajo actualmente vigente en Cuba, referente a las condiciones que permiten la modificación de un contrato de trabajo previamente firmado. Las autoridades pretenden que la frasecita referida constituya la modificación al contrato actual de quienes allí trabajen. Pareciera que los preliminares son para convencer de que la administración tiene la potestad legal de realizar la modificación planeada y que uno no se puede negar.

Doctora Cubana. Foto: Juan Suárez

El problema es que un contrato se puede modificar, pero sin violar la legalidad vigente. Por ejemplo, no se puede ahora asentar un “derecho” de la administración a darle latigazos a los que lleguen tarde. Fíjense, además, en que esta medida no ha pasado por ninguna negociación entre empleadores y el Sindicato, al que se supone que hay que escuchar en este tipo de procesos.

Dejando de lado a la CTC por su exquisita irrelevancia, veamos qué dice la legalidad socialista cubana. El asunto de la terminación de contratos de trabajo está legislado clarito en el mismo Código de Trabajo, Ley 116, aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en la Gaceta Oficial extraordinaria del martes 17 de junio de 2014.

El Artículo 45 de la ley enumera las posibles causas para finalizar un contrato. Si es por parte del Estado- empleador, deben cumplirse determinados requisitos, presentes en otras partes del texto. Si es por voluntad de la persona empleada, entonces se aplica el Artículo 46, que obliga a esta a avisar en un término previo de entre uno y cuatro meses. Esa es la Ley.

Puede ser posible que quien trabaja acepte voluntariamente, por conveniencia personal, conceder a quien emplea una potestad más restrictiva que la explicitada en la Ley. También es razonable que una autoridad desee asegurar una inversión que realiza, digamos, al capacitar a una persona en el extranjero. Pero sí está claro que esto no puede ser impuesto a la fuerza. Quien lo intente, se hace reo de una violación y puede ser llevado a los tribunales.

En cuatro meses hay tiempo de sobra para que, quien reciba el entrenamiento típico de una o dos semanas, trasmita sus conocimientos a quien lo sustituya. Así ha funcionado todos estos años. Los cuatro pesos que se reciben en un viajecito de estos no compensan la entrega de un derecho. El trabajador que pasa el entrenamiento, continúa luego en el mismo puesto, con el mismo horario, y gana el mismo salario. La administración gana mucho más, por la posibilidad de implementar de nuevas tecnologías, tratamientos, etcétera.

Es probable que las administraciones de varios centros hospitalarios presionen ahora a su fuerza laboral para firmar esta hoja. Con cada gesto en este sentido, será más profundo el delito que cometan y peor la pena a la que la deban condenar los tribunales laborales correspondientes, o tal vez la misma Fiscalía de la nación, que ha defendido muchas veces los derechos de las personas atropelladas por instituciones prepotentes.

La administración puede presentarlo de otra manera igualmente mezquina, sin necesidad de amenazas políticamente incorrectas. Algunas personas firmarían lo que sea, con tal de asegurar su viaje o por miedo de que se lo den a otro que haya firmado. Infamias más extremas se han cometido, y se cometerán en el futuro, aquí y en otras partes. Si quienes trabajan tienen claros sus derechos y están dispuestos a defenderlos, sin embargo, esta violación no podrá cometerse.

Los y las especialistas del hospital donde conocí esta medida, hasta ahora, se han negado mayoritariamente a firmar, hasta no contar con garantías claras de respeto a sus derechos. Veremos en qué para la cosa.

[1] El pasado 17 de diciembre comenzó un proceso que parece conducir, paulatinamente, a la eliminación de las restricciones por el bloqueo externo.

7 thoughts on “No violar los Derechos de quienes trabajan

  • “El bloqueo externo del imperialismo y el interno del poder burocratico” jejeje Rogelio buen tecnisismo para confundir a los guardianes de la fe.

    Igual vale la denuncia de una rayita mas para el tigre que no es un poder burocrático, es una dictadura de corte fascista por el total irrespeto a los derechos mas elementales del pueblo cubano.

  • Yo soy médico, trabajo en un hospital de La Habana y digo ESO ES MENTIRAAAAAAAAA, no existe tal papel ni contrato

  • Señor Abela, para los que dudan que la satrapia gobernante cubana es fascista, veamos las caracteristicas, segun los politologos, de un gobierno fascista:
    l.- Nacionalismo poderoso y permanente.
    2.- Disgusto por el reconocimiento de los Derechos Humanos.
    3.- Identificacion de los enemigos o chivos expiatorios como medio de unificacion nacional.
    4.- Supremacia de lo militar.
    5.- Sexismo rampante.
    6.- Control absoluto de los medios de comunicacion.
    7.- Obsecion con la Seguridad Nacional.
    8.- La religion y el gobierno estan mezclados.
    9.- El poder corporativo esta sobreprotegido.
    10.- El poder sindical esta suprimido.
    11.- Obsesion con el crimen y excesivas condenas.
    12.- Menosprecio por los intelectuales y artistas.
    13.- Amiguismo y corrupcion rampante.
    14.- Elecciones fraudulentas.
    Retrato en Vivo del gobierno de La Habana, no le parece?

  • Su opinion, sr Freedman, es muy acertada. No sé si ud, pero yo parto desde el mismo marxismo que las autoridades cubanas se pretenden reivindicar quién sabe hasta cuándo… En mi miserable opinión, la clave de todo está en los primeros cuatro Congresos de la Internacional de Lenin, y las colosales batallas políticas que allí se dieron. Entre ellas la de confinar o no el socialismo a un solo país, teoria aprobada por el estalinismo que luego controlará y vaciará de su contenido revolucionario a la instancia suprema de los revolucionarios de aquel entonces, y lo que vendría a convertirse, con el paso del tiempo y las derrotas de los intentos insurreccionales de los año 20′ del proletariado francés, español, inglés, alemán, junto a las grandes insurrecciones de los paises coloniales como China y Turquia, en un fascismo de izquierda o nacional-comunismo en Rusia, y después en todos los paises dirigidos por los partidos comunistas estalinizados a su cabeza, y un fascismo de derecha o nacional-socialismo en los países que conformaban el Eje hitleriano.

    El tema es largo, y espero que algun miembro de havana times se atreva algun día a sacarlo a la luz. Sigamos estudiando, pues.

  • Rogelio, el asunto frente a estos atropellos y otros tantos es que en Cuba no hay poder sindical. Ese es el problema central.Mientras no se tome al toro por los cuernos, los análisis son casuales y circunstanciales y no reivindican el problema causal: la indefensión de los trabajadores en “el socialismo real” cubano.
    Le sigues dando una credibilidad al sistema muy sorprendente.

  • Estimada Marlene
    En el artículo figura claramente la frase “irrelevancia exquisita del sindicato”, o sea, que por ahí estamos de acuerdo. Por otra parte, no sé de dónde saca usted que yo le doy alguna credibilidad al sistema. Tal vez por que suprimí el párrafo donde decía “vamos a sacarle las tripas a los funcionarios y bailar sobre ellas a la luz de una hoguera a ver si aprenden la lección”.

  • Atención señoras y señores concentrense, Joaquin es médico y trabaja en un hospitallen La Habana y dice que eso es mentira que no existe tal papel.

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