No pude pasar mi papelito: mis dudas sobre la nueva Constitución

El futuro del texto constitucional. Ilustración: Néstor Blanco.

 

Julio Antonio Fernández Estrada  (El Toque)

HAVANA TIMES – El 2 de junio de 2018 se ha reunido en sesión extraordinaria, por primera vez, la novena legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular —con 35 ausencias, muchas para su primera reunión. Ese día, sin discusión alguna, se aprobaron agendas trascendentales para el presente y el futuro de Cuba.

Cuando se presentó el único aporte del experimento administrativo que se desarrollaba desde 2011 en las provincias de Artemisa y Mayabeque, el pleno de la Asamblea Nacional aprobó que se haga extensivo a todo el país la separación de funciones entre la presidencia de las Asambleas locales del Poder Popular y la presidencia de sus respectivos Consejos de la Administración, y por tanto, modificar al articulado constitucional.

El Decreto 301 del Consejo de Ministros, que regula los contenidos fundamentales del experimento de Artemisa y Mayabeque, no se reducía solo a esa separación de funciones. Ahora ha quedado la duda inmensa sobre el resto de los asuntos que se ensayaban en las nuevas provincias occidentales. La idea era perfeccionar el trabajo de la administración. Hacer que esta funcionara de forma autónoma en la vida cotidiana, dejando para las Asambleas del Poder Popular la labor de dirección, proyección y control.

El experimento tenía lagunas originales como el papel de los Consejos Populares, desdibujados en la regulación del Decreto 301, y las nuevas formas de participación popular, que no aparecían por ninguna parte, porque no era una prioridad del ensayo.

En la práctica se constataba todo el tiempo que en Artemisa y Mayabeque la población no sabía de qué se trataba el experimento, no tenía información sobre sus fines y móviles, ni se involucraba en nada de esa aventura de transformación.

En el centro de Artemisa pude escuchar a un ciudadano hablar de los dos gobiernos nuevos en su provincia. El pueblo había leído con su sabiduría ancestral que lo único que se percibía de cambio era una sede adicional de gobierno, que no era más que una oficina propia para el presidente —ahora jefe— de la administración, lo que no significa en ningún caso que haya dos gobiernos, sino que nadie le explicó el nuevo funcionamiento a la población y, por lo tanto, ningún poblador ha participado conscientemente de la nueva estructura.

La duración del experimento indica que sus resultados han sido, al menos, confusos, ahora de un plumazo nos informan que las funciones de los jefes de las asambleas locales y las de la jefatura administrativa se separarán, pero no se dio ni un dato de cómo funcionó el experimento, de qué indicadores mejoraron, de qué beneficio se produjo de la susodicha separación, ni de qué problemas no se resolvieron en ningún momento.

Más preocupante fue observar que en el lugar y en el momento perfectos para la discusión y el debate, para la rendición de cuentas y para el control democrático, los diputados y diputadas no hablaran, sino que esperaran a que se desarrollara el teatro en el que dos diputadas de las provincias analizadas dejaran constancia de lo efectivo del nuevo esquema administrativo.

El día en que la unanimidad se convertía en una ofensa a la Patria, la Asamblea Nacional dio una nueva lección de silencio y disciplina partidista, buena para un convento, una ermita, un monasterio. Se discute más en el Cónclave que se reúne para elegir al nuevo Papa que en la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba.

¿Cómo se puede representar al pueblo de Cuba con tanto silencio? ¿Alguno de los diputados habrá visto cómo es el pueblo de Cuba de parlanchín y bullanguero? Era el momento de hablar y no hubo ni un comentario sobre el experimento, una pregunta, una duda, todo lo contrario, el presidente de la Asamblea Nacional dijo a los miembros del máximo órgano estatal cubano, que esperaba que no se volviera a hablar del tema del experimento en esa Asamblea, desconociendo así que los diputados y diputadas pueden hablar en la Asamblea de lo que ellos consideren y cuando lo crean necesario para el pueblo de Cuba.

Tampoco hubo el menor comentario de los diputados sobre la integración de las comisiones permanentes de la Asamblea Nacional, como si fuera una rutina cualquiera. El día que se estrenan como diputados una gran cantidad de miembros del órgano legislativo no se montó ni el performance del debate, que no hubiera sido legítimo, pero hubiera sido mejor que la modorra colectiva que se observó por la televisión nacional.

Más tarde fuimos testigos de la designación y confirmación, otra vez unánime, de la comisión que debe redactar el anteproyecto de nueva Constitución, reforma que, por un comentario al vuelo del presidente de la Asamblea Nacional, nos enteramos que será total.

La comisión aprobada deja algunas dudas importantes para los próximos meses. En ella no hay ningún especialista en activo sobre temas constitucionales. Entre sus miembros hay algunos juristas respetables, profesores, doctores en Ciencias Jurídicas, pero en ningún caso son estudiosos actuales, ni investigadores en presente, de Derecho Constitucional.

¿Por qué la comisión redactora no cuenta con profesores y profesoras en activo de Derecho Constitucional de las principales universidades del país?, ¿por qué no están invitados en ella especialistas participantes en los procesos constituyentes de Venezuela, Ecuador o Bolivia?, ¿por qué no son miembros de la comisión el Fiscal General de la República, el Presidente del Tribunal Supremo, la Ministra de Justicia, la Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana?

La nueva Constitución nos dejará un nuevo país, un nuevo proyecto de nación, dirá quién es el soberano mandante del Estado, de quiénes son los recursos naturales, qué formas de propiedad existirán y cuál será la que prevalecerá dentro del modelo económico que resulte.

 La Constitución que esta comisión redactará sin experiencia alguna en redacción de magnos textos, tendrá que consagrar derechos humanos, garantías para el ejercicio de esos derechos, deberá regular la forma en que se organicen las instituciones del Estado, los límites al ejercicio de las funciones de la administración, la protección del medio ambiente, las bases y principios del sistema electoral, la estructura resultante del Poder Popular.

Si algunos de estos contenidos no quedan plasmados o son tratados de manera conservadora, impopular o antidemocrática, será responsabilidad de los que ahora han sido designados para proponer la Constitución.

Ha sido muy extraño que no se haya presentado un cronograma completo del trabajo de la comisión redactora, que incluyera el tiempo para presentar la primera versión, la forma en que se divulgará esta, la manera en que se discutirá con toda la población y los tiempos para esto, el término para que la Asamblea Nacional presente la última versión y el día, programado desde ahora del referéndum final aprobatorio.

Lamentablemente no me dieron la posibilidad de pasar un “papelito” al presidente de la Asamblea Nacional, porque hubiera mandado miles de preguntas propias y ajenas, esas que se hacen alelados los ciudadanos libres de Cuba.

 

4 thoughts on “No pude pasar mi papelito: mis dudas sobre la nueva Constitución

  • “…reforma que, por un comentario al vuelo del presidente de la Asamblea Nacional, nos enteramos que será total.” No hablamos entonces de una reforma, sino de otra figura que raya en la abrogación, para lo cual consideraríamos la existencia de un acto solemne, establecido o no en la misma ley máxima vigente… menudo entuerto el que están creando, como diariamente lo han venido haciendo por varias décadas. La creación de una constitución supone la existencia de “un constituyente”, un órgano colegiado, creado ex profeso, un órgano autónomo, multidisciplinario, representativo de los diversos sectores(no existentes aquí), y que por supuesto actúe bajo la orientación procedimental de letrados en derecho constitucional. ¿Pero pueden existir aquí en el país verdaderos conocedores en esta materia? ¿es sabido que en las regiones montañosas existan estudiosos practicantes de las ciencias marinas? Vayamos considerando que lo que está por gestarse será un mazacote quizá peor que el actual, que ya es decir.

  • No hay tiempo para ese amigo, hay que asegurar posiciones, nadie quiere decir nada , nadie quiere joderse , es un show bien montado con camaras, no hay un criterio horizontal, los intelctuales escribidores haciendole la guerra al cardumen de la muestra joven y a los cuentapropistas, para eso si se destacan.

  • Sería de interés comparar las diferentes comisiones q han tenido a cargo la redacción o reformas contitucionales. Recuerdo q Blas presidió la primera de esta etapa. Quienes integran la actual? Recuerdo q el monseñor Carlos M de Céspedes, dedicó muchos artículos este tema.

  • Copio de Cubadebate:

    una amplia consulta popular. En ella, el pueblo devendrá cuerpo constituyente a lo largo y ancho del país en todas las comunidades, centros de trabajo, planteles educacionales y unidades militares y del ministerio del interior. Una vez concluya esa fase, se procederá a incorporar al texto las propuestas de la ciudadanía, que en una nueva fase será sometida a la aprobación de la ANPP.
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    Suena bellisimo, triunfalista. Pero ahi esta la trampa para mantener el control.
    Ya Raul Castro y su pequeño grupo de asesores le metieron cabeza al asunto y decidieron la redaccion de un documento acorde a sus intereses. Es posible que la idea original sufra cambios, pero serian cosmeticos, meros detalles, nada esencial.
    La ciudadania, ingenuamente, puede pedir la luna, pero todo esta bien amarrado.

    Los que presiden las asambleas tienen orientaciones precisas de no marear la perdiz y de aceptar , es decir, de elevar solo las propuestas que esten en sintonia con lo que Raul y un pequeño manojo de altos jerarcas estimen pertinentes.
    Enseguida que acepten una propuesta arman alharaca para demostrar que a los de abajo tienen poder
    Si me equivoco, que Paqui proponga el matrimonio igualitario a ver si se lo dejan pasar.

    Volvamos a Cubadebate:

    Finalmente, el documento retornará, ahora en calidad de proyecto, a la ciudadanía, que será quien le dé su aprobación final en un referendo constitucional.
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    No se nos dice quien decide que propuesta ciudadana se incorpora y cual se rechaza.
    Pregunto:
    Este proceso de seleccion, ¿Sera abierto o cerrado?

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