Mariela, otro capítulo de la doble cara

Mariela Castro en su entrevista con María Clemente García Moreno

Por Francisco Acevedo

HAVANA TIMES – Mariela Castro, sobrina del fallecido líder de la Revolución Fidel Castro, hija de Raúl Castro, encendió las redes sociales esta semana por una entrevista que concedió en México a la diputada trans María Clemente García Moreno en su canal de YouTube.

De entrada, la actual directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) no le da entrevista a nadie que le pueda realizar una pregunta ni medianamente incómoda, para partir de ahí, pero bueno, vamos a analizar lo que dijo, porque es una joyita.

La también diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular dice que en Cuba nunca hubo ningún campo de concentración, y que las célebres Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP) eran solo el Servicio Militar Obligatorio.

De paso dijo que un país en guerra tiene por obligación que aplicar un Servicio Militar Obligatorio (¿qué guerra? Hace décadas que no se reportan ni siquiera sabotajes organizados desde el exterior).

Las UMAP, por donde pasaron personas que nada tenían que ver con la homosexualidad como el cantautor Pablo Milanés, eran campamentos de producción de alimentos. No dijo nada de los actos de repudio donde ofendían con improperios sexuales de manera masiva, tolerada y hasta instigada desde el Gobierno, porque casi se puede decir que era un sistema de humillación perfectamente organizado desde las instancias gubernamentales.

Según ella esto no es más que un “Mito neoliberal”, y se jactó de los poco más de mil matrimonios igualitarios celebrados luego de la promulgación del nuevo Código de la Familia, “el más avanzado del mundo en estos momentos”, llegó a asegurar. También guardó silencio con respecto a que tienes derecho a casarte con un sapo si quieres, pero no puedes criticar a tu presidente o a tu gobierno. ¡Que sufran en Suecia porque tenemos el mejor Código de la Familia del planeta aunque no tengamos un pan que llevarnos a la boca, agua en la cisterna o un techo digno!

Los “decidores”, como dice ella, que no eran nadie más que su tío y su padre, transformaron luego aquello, tras las numerosas críticas recibidas desde todas partes y las denuncias de los involucrados, en el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), que sigue vigente con el objetivo fundamental de producir alimentos precisamente para la casta militar cubana. El resto, los rastrojos, los venden en agromercados que cada vez son menos y cada vez se diferencian menos en materia de precios con los restantes.

Eso sin hablar de los suicidios que se siguen reportando con alarmante frecuencia, porque estos jóvenes van obligados a hacer su servicio militar, algunos sufren bullying de sus compañeros y de los oficiales que les mandan, otros simplemente se deprimen y atentan contra su propia vida.

Tenemos Código de la Familia pero casi no quedan familias, como hablamos de Ley de Pesca y no hay pescado, o de Ganadería y no tenemos vacas, pero no importa, a Mariela le basta con lo que tiene. Total, si ella no tiene que ir detrás de un camión cisterna para llenar un cubo de agua, ni tiene un bache delante de su casa, ni ninguno de sus parientes pasó ni pasará el Servicio Militar, que para ellos no es obligatorio.

Para ella la Gala contra la Homofobia y la Transfobia resuelve todos los problemas de Cuba, y la libreta de abastecimientos (que según ella fue solicitud de la población para evitar robos) garantiza que todos tengan acceso a los alimentos básicos para sobrevivir en un mes. “¡Y la población pide más!”, agregó, pero parece que ni ella ni sus parientes entienden que lo que pide el pueblo no es tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), una moneda en la que el Estado no paga.

Enseguida recordé una anécdota contada por Juan Juan Almeida, el hijo rebelde del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, de una visita que hizo a casa de Alejandro Castro Espín, el hermano de Mariela. Como parte de una conversación sin mucho más que matar el tiempo, Juan Juan le comentó que no le parecía justo que a los niños cubanos les vendieran leche de vaca por la libreta solamente hasta los siete años.

“¿Cómo se te ocurre decir eso? En mi casa nadie habla mal de la Revolución”, dijo el primogénito de Raúl y Vilma, y hubo que decirle que averiguara. Pero ¿qué iba a saber él, o Mariela, de libreta de abastecimientos? Ellos que tienen vacas personalizadas. En fin.

Ni hablar de la presentadora de la entrevista, que convidó a todas sus amigas a mudarse para Cuba o a luchar por el socialismo en México. ¡Cuánta gente ingenua queda en este mundo! Desgraciadamente esta es una persona con influencia, y ese es el mensaje que lleva a su gente, porque de buena fe le cree a esta persona o similares enviados por nuestro presidente Miguel Díaz-Canel o por la Embajada del país en cuestión, que es todo lo mismo.

Da igual que hable Humbertico López el “periodista”, o nuestro amigo de Con Filo, que por cierto, tuvo que suspender una conferencia que tenía prevista ante jóvenes alemanes porque se negaron a escucharlo por identificarlo como vocero del régimen.

Castro Espín indicó que el “mayor presupuesto del Estado cubano” era destinado para Salud y Educación, cuando los propios datos oficiales ofrecidos por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) dicen lo contrario. Pero total, ella no tiene que rendirle cuentas a nadie y ni siquiera es totalmente consciente de que en la isla van a escuchar sus palabras, que no pueden dar otra cosa que asco.

Parece que no hay problemas en Cuba, que la gente protesta por amor al arte, pero por si acaso llenan de patrullas las viviendas de los opositores para evitar que se manifiesten y les mandaron agentes para amedrentarlos en estos días iniciales de julio.

El mundo no nos ve con los mismos ojos, lo acabamos de ver con la reciente declaración de la Unión Europea, por muchas Marielas que quieran seguir mintiendo con su doble cara.

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