Mariel, mi frustración y la paranoia de la Seguridad del Estado

Calle de Mariel.
Calle de Mariel.

Luis Rondón Paz

HAVANA TIMES — La paranoia de los agentes de la seguridad del Estado en el poblado del Mariel superó los límites. ¿Para tomar fotos en el espacio público hay que pedir permiso y notificarlo además al consejo de la administración pública? Esa fue una de las cosas que conocí de primera mano por los oficiales de la contra-inteligencia que frustraron mi breve estadía en esa localidad.

¿Cómo sucedió? Trataré de narrar los hechos tal y como sucedieron.

Resultó que hacía un tiempo sentía interés por conocer el poblado de Mariel. La tentación por viajar existía, pero no veía sentido alguno ir hasta allá sin conocer a nadie. Tiempo después supe que un viejo amigo de la infancia estaba hospedándose allá y entablamos comunicación enseguida. Le propuse vernos en La Habana, pero él no podía porque se estaba preparando para viajar al extranjero.

Acordamos vernos el día 27 de octubre a las 12 M cerca de la bahía en el Mariel, allí conversaríamos un poco, nos tomaríamos algunas fotos y recordaríamos los viejos tiempos.

Al día siguiente logré trasladarme sin contratiempos hasta la ciudad industrial, había llegado demasiado temprano y me sentí un poco aburrido. Entonces, para animarme un poco, opté por transitar a pie las calles del poblado, y de paso capturar con la lente de mi cámara algunas instantáneas.

Subí hasta uno de los puntos más altos de la localidad y fotografié el Palacio Rubens, edificación que según palabras de algunos residentes, se encuentra en mal estado.

Tiempo más tarde, disfruté de un sabroso plato de arroz amarillo con pollo y ensalada de vegetales por el precio de 10 pesos CUP en una cafetería particular.

Al salir de allí, continué tomando fotos de las calles y casas. Entonces cuando crucé una de las calles principales, vi la fachada de una vivienda que llamó mi atención y le hice una instantánea. En ese instante me percaté de que en la entrada de la casa en cuestión una persona me llamaba insistentemente.

Al acercarme fui invitado al interior del inmueble por esa persona. Sentí desconfianza al principio, pero cedí al ver a un vecino indicarme con un gesto que no había problemas.

Tomé unas fotos del interior. Entonces el morador insistió que pasara más adentro a lo que le respondí que ya había terminado y salí de allí lo más pronto posible.

Al salir del inmueble fui intervenido sorpresivamente por dos personas que se identificaron como funcionarios de la seguridad del estado.

El mayor de los dos, quien supuse estaba al mando se proyectó de una forma que no lograba entender; todo el tiempo denotó hostilidad y me trató como si fuera extranjero o su enemigo, a lo que repliqué con amabilidad que me encontraba de paso por el municipio y mis fotos eran para tenerlas como recuerdo.

Hubo un momento que sentí ganas de reírme en su cara cuando uno de los agentes (el hostil) dijo que las fotos que yo había tomado podían ser utilizadas por el enemigo. Pero preferí no hacerlo y hacer el papel de niño bueno que soy. Por gusto, porque al final fui conducido hasta sus oficinas bajo el supuesto pretexto de verificar mis credenciales y hacerme algunas preguntas formales.

Eran las 11:15 AM, aún estaba en tiempo para ver a mi amigo, iluso yo que pensé que en menos de una hora verían que yo estaba limpio y estaban perdiendo su tiempo conmigo. ¡Tremendo embarque me di!

Estuve retenido por más de tres horas en aquel lugar. Para colmo nadie me explicaba nada, de vez en cuando aparecía alguien preguntando las mismas preguntas una y otra vez: que si yo tenía que ver con periodismo, qué yo hacía tomando fotos, de dónde soy, etc…

A las 3 PM fui conducido por otra persona hacia una habitación donde fui cuestionado con las mismas preguntas que las otras personas me habían hecho anteriormente, además de otras que encontré fuera de lugar, pero bueno, quien que nada debe, nada teme, pensé. Quería irme, estaba cansado.

Al pasar los minutos sentí que el ambiente de la entrevista se comenzó a tornar sórdido.

Fui obligado poner encima de una mesa todas mis pertenencias y mis documentos personales también fueron registrados. Cuando pregunté si era legal lo que él estaba haciendo me respondió:

– Lo prefieres así, o en la estación de policía?. –Dijo con tono amenazante.
– Adelante, revíselo todo. –Respondí con una sonrisa en el rostro, qué remedio me quedaba.

Fui obligado a borrar algunas fotos que tomé y luego tuve que mostrar los mensajes de mi teléfono celular.

Yo había notificado por SMS unas horas antes lo sucedido y él me preguntó por qué y a quién había informado de mi detención. A lo que respondí que por mi seguridad era importante que alguien supiera donde estaba, no sabía qué podría suceder con mi integridad o a qué hora saldría del pueblo.

Seguido él insinuó que mi celular se podía extraviar, a lo que le respondí que eso era poco probable.

– No subestimes al enemigo –replicó nuevamente con tono amenazante.
– Para eso están ustedes, para que me protejan de ese enemigo. – Respondí con una sonrisa en el rostro.

Al Final de la “entrevista” mis pertenencias fueron devueltas.

Me fui de Mariel molesto, ultrajado y frustrado porque no me pude encontrar con mi amigo.

19 thoughts on “Mariel, mi frustración y la paranoia de la Seguridad del Estado

  • Esa actuación de las “autoridades” sólo tiene una explicación: MIEDO Y ABUSO DE AUTORIDAD
    Cómo me recuerdan a los métodos de la Policia y Guardia Rural Batistiana!!
    Esa actuación no es Revolución, es lo contrario!!

  • Esa paranoia no es exclusiva del poblado del Mariel, es la que reina en todo lo largo y ancho de la Isla. Anteriormente conté el relato de un amigo de mi hermano que vive en Puerto Rico y que después de un montón de años fue a ver a la mama y en frente de un restaurante casero estaba tomando fotos a la familia frente a un árbol tallado con la cara de un hombre cuando se le avalancharon un montón de “funcionarios” alegando que estaba a no se cuantos pies de no se “quecosa” del Estado. Se lo llevaron para cuestionarlo por horas y horas, e igual que Rondon, se fue de Cuba ultrajado, frustrado y molesto, ademas se despidio de su madre como si fuera la ultima vez por si acaso se moria, dice que mientras siga la dictadura-Castrista no pone un pie mas allá, y arriba de eso contó la historia por el altoparlante de la escuela donde es maestro para que los puertorriqueños conocieran los atropellos de la gestapo cubana.

  • Si estuviese prohibido fotografiar algún edificio deberían de señalizarlo públicamente con claridad.

    No puede ser que uno esté tranquilamente tomando fotos y que se lo lleve la policía por hacer algo ilegal.

    Por cierto, la prohibición de fotografiar ciertos edificios no tiene ningún sentido. Si algún día algún espía de verdad quisiera hacerlo, ya lo haría de forma oculta para que nadie se enterase.

  • …..esa paranoia tiene su razon de ser desde hace muchos años ….busque actividades de la cia ,de posada carriles y otros personajes como el y de otros organismos y organizaciones de los usa y desde los usa contra cuba y vera que muchos motivos tiene esa desconfianza….

  • Eso mismo alega el amigo de mi hermano, que en ningún lugar había un cartel indicando que no se podía tomar fotos, porque si lo hubiese habido, El, de pendejo no lo hubiese hecho.

    Gabriel, parece mentiras eso de que “no puede ser”, cuando tu sabes que NO PUEDE SER tampoco que tu estés en tu casa y se te metan a caerte a puñaladas, así es que Si Puede Ser, como también Pudo Ser lo que hizo Hitler, y Pinochet, y Trujillo y todos los demás.

    La estupidez es que crean que un simple idiota venga a tirar fotos para cualquier “información estrategica” cuando deben saber que “el enemigo del Norte” les deben conocer hasta los más íntimos rincones que puedan tener, sin la necesidad de estar mandando a gente sin experiencia a que les tomen foticos.

  • EDUARDO vete a meter la cuchareta en post de Elio, y del de la protesta de la s drs. Protestando por los cacharros de casas mal hechas que les han dado, y del de si La Habana sobrevira, o aun mejor que puedes decir de que con la caída del petróleo de Venezuela se han quedado Vestidos sin ir al Baile.

  • Eduardo:

    Hasta para hacer el ridículo hay un límite.

  • Lamentablemente, Sr. Eduardo, hace mucho tiempo, al parecer, que el enemigo ha “contratado” a toda la poblacion de Cuba, pues nadie, salvo las “autoridades”, está exento de ser sospechoso para estos “órganos”. Igualito que en la época antes del 1959!!!

  • hahahaha en Cuba par de fotografias pueden tumbar el gobierno hahahaha que estupidez… a ellos todo le da miedo…

  • Jajajajajaaja, parece que los agentes de la seguridad están todavía en la prehistoria; para sacar fotos de cualquier edificación no es necesario ir al lugar. para eso están los satélites, Nada, joderle el paseo a Luis y de paso amenazarlo; buen guión para el policíaco “Día y Noche” (sinopsis: peligroso espía detenido cuando fotografiaba instalaciones estratégicas super secretas). Saludos.

  • Para ser honesto, creo que a los compañeros se les fue la mano. En el mundo actual, ni siquiera hace falta una cámara fotográfica para hacer fotos, sobre todo si esa labor se hace con un objetivo ligado a algún tipo de actividad de inteligencia. En China basta ir a cualquier mercado para que los vendedores le propongan a uno, a precios irrisorios, llaveros, bolígrafos, relojes de pulsera y espejuelos (entre otros), que ya vienen con una cámara fotográfica y de video de alta definición adosada a los mismos, capaz de registrar asimismo conversaciones a distancia. Además, ahí está Google Earth, que nos descubre cualquier edificación por muy escondida que ésta se halle. Y ya ho hablo de Google Glass…

  • Google Earth caballeros, con eso ya no hay necesidad ni de viajar. Yo me imagino entonces con los satelites militares que pueden ver hasta el numero de la chapa de los autos. La PNR, los CDR, el G2, las MTT, la Colmenita y hasta el babalawo chivato deben ponerse al dia con la tecnologia

  • Mariel,

    Uno se pregunta se le detuvieron simplemente por molestar. Personalmente he viajado por todo el mundo tirando un montón de fotos y jamás me pasó nada semejante.

  • Pero Eduardo,

    Esa paranoia podrían tenerla en cualquier país del mundo porque hoy en día los islamistas te pueden poner una bomba en cualquier lado. Sin embargo, nadie se dedica a detener a los musulmanes sin ningún motivo.

  • Por cuestiones de trabajo visito la ciudad y el Puerto del Mariel varias veces en la semana, en ocasiones solo, otras acompañado de especialistas extranjeros, por lo que me veo obligado a tomar fotos de equipos, entorno, piezas, etc, dentro de las instalaciones del puerto, y nunca, he sido molestado por nadie, ni nadie me ha prohibido nada.
    Por otro lado es ilógico que una instalación abierta y con tantos canales de información se pretenda cerrar a tomar fotografías públicas.
    No es menos cierto que existen limitaciones ridículas, cuando usted viaja desde la calle Acosta y dobla a la derecha frente a Villa Marista para buscar Vento o a la izquierda para 10 de octubre hay un PARE donde debe detenerse obligatoriamente, toda la cerca perimetral de esa instalación está rodeada de señales de prohibición de fotografiar, sin embargo desde el interior de cualquier vehículo que está obligado a detenerse puede hacer las fotos que quiera, pues nadie te ve, ni te controla por lo que no tiene sentido y solo están allí como muchas otras señales pues nadie a venido a quitarlas.
    La Plaza de la Revolución está siempre llena de turistas que toman miles de fotos diarias, sin embargo, alrededor de esa plaza esta en consejo de estado, el ministerio de las FAR, del Interior, de Comunicaciones, la Biblioteca Nacional.
    No pretendo desmentir al articulista, pero me cuesta trabajo creer algo así.

  • Voy a escribir un guión para la TVC a partir de esta experiencia, a ver si me gano el premio Caracol :))

  • Ignoro si el articulista en este episodio especifico haya mentido, aunque no lo creo, pero a mí personalmente me ha sucedido, sin que en ningún lugar donde me ha ocurrido, haya habido un cartel con la prohibición expresa, pero se presentaron los “Cancerberos” a exigir velar las fotos tomadas y cuando les advertí que estaban violando un derecho ciudadano, refrendado por la Constitución que dicen defender, y reclamar que no hay advertencia de existencia de Unidad Militar o algún “secreto” geográfico que proteger, me respondieron que no se podían poner los carteles para evitar los comentarios en el exterior de la prensa extranjera o de simples turistas que reflejarían un estado de sitio en un país que dice ser y lo es, uno de los más tranquilos ciudadanamente del mundo…
    Nada, no es más que abuso de autoridad, irrespeto y violación de la mismísima ley de cuyo cumplimiento debían ser abanderados, arbitrariedad e injusticia, como le dijo Marti a Máximo Gómez en la carta del 20 de octubre del 1884.
    Y todo esto bajo la terrible ignorancia de los que establecen estas estupideces -no podía ser de otra manera- sobre los avances tecnológicos en materia de fotografía digital y los usuales dispositivos que se venden comercialmente y se emplean asíduamente en todo el mundo, como bien apuntan varios comentaristas de este artículo, pero como dijo tambien nuestrto Martí: “Hasta el Derecho mismo ejercido por gente incultas, parece un CRIMEN”

  • Gabo,

    Entendi perfectamente la ironía. Pero pasa que Cuba no es parte de ese mundo entero donde tiras un montón de fotos y nunca te pasa nada.

  • En efecto, narras que viajas periódicamente al poblado de Mariel y tomas fotos “al interior de la terminal de contenedores” Entonces eres funcionario de alguna empresa que tiene que ver con el proyecto ¿verdad? al ser así tienes pase libre para fotografiar lo que desees, porque estas más que verificado y purificado en los registros de la seguridad del estado.
    En mi caso, un estudiante universitario y activista ¿Qué puedo esperar?.

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