Luchar contra la silicona, por la individualidad

Por Irina Pino

Foto: www.seattleplasticsurgery.com
Foto: www.seattleplasticsurgery.com

HAVANA TIMES — Un amigo que emigró me ha dicho que cuando tuviera mucho dinero, me iba regalar unos senos de silicona. Al escuchar la naturaleza de su “buen obsequio”, me eché a reír, lo que después dio paso a una pregunta: ¿para qué yo querría un implante de busto, acaso yo no poseía mis propios senos?

Los senos grandes ha sido el último cannon de belleza impuesto en tiempos recientes, recuerdo que en los 70s se llevaban pequeños, y algunas jóvenes dejaron de usar sostén; y en los 60s era una especie de signo de rebeldía entre las chicas.

Todos los dictados de la moda y de la estética son como una camisa de fuerza, lo que sea ajeno es inferior, lo que no se rige por estos preceptos, se mira como una rareza.

Viene ahora a mi mente la película El amor tiene dos caras, de la cantante, actriz y directora Barbra Streisand, en el guión de aquella memorable comedia, entre otros puntos de vista, se plantea el despego a la belleza física, como norma que rompe con las terribles imposiciones estéticas que los medios masivos se encargan de sembrar en las mentes humanas, mediante los mensajes subliminales que se arraigan a la conciencia primitiva del espectador, sin sospechar que toda esa maquinaria tiene solo un fin: vender imagen, vender producto.

El-Amor-Tiene-Dos-CarasLo cual es la estrategia más efectiva y silenciosa, –porque no se ve–, para corromper los valores espirituales y humanos. Hasta en la lencería se percibe: los sostenes tienen relleno que hacen redondos los senos, imprimiendo una supuesta elegancia a la figura femenina. Luego, cuando la mujer se desnuda deja de tener “senos perfectos”.

Nadie está conforme con su físico, las mujeres orientales se han sometido a cirugías en los ojos para suprimir su rasgado.

Están los implantes en diferentes partes del cuerpo, y el consiguiente peligro que conlleva someterse a dichas operaciones quirúrgicas, atentando contra la vida incluso. Hace poco murió una famosa modelo por un implante de nalgas, y en Francia se desató un gran escándalo en torno a una sustancia que sustituía a la silicona, la cual se usó en el implante de senos de una gran cantidad de mujeres amenazando su salud.

¿Por qué no crear programas educativos aquí en Cuba que contrarresten todo este tipo de publicidad que nos venden en la televisión, en las revistas, en cada establecimiento? Contribuyendo con el aprecio a la singularidad de cada individuo, donde la espiritualidad y la “no competencia” ayuden a preservar valores humanos milenarios que enaltecen la raza humana.

Irina Pino

Irina Pino: Nací en medio de carencias, en aquellos años sesenta que marcaron tantas pautas en el mundo. Aunque vivo actualmente en Miramar, extraño el centro de la ciudad, con sus cines y teatros, y la atmósfera bohemia de la Habana Vieja, por donde suelo caminar a menudo. Escribir es lo esencial en mi vida, ya sea poesía, narrativa o artículos, una comunión de ideas que me identifica. Con mi familia y mis amigos, obtengo mi parte de felicidad.

Irina Pino has 301 posts and counting. See all posts by Irina Pino

2 thoughts on “Luchar contra la silicona, por la individualidad

  • ¿Por qué no crear programas educativos aquí en Cuba que contrarresten todo este tipo de publicidad que nos venden en la televisión, en las revistas, en cada establecimiento?”

    Bueno, para empezar, cada cual debería tener el derecho de acceder a estos implantes si es que ese es su deseo. Hay quien está conforme con su físico y hay quien no. La inconformidad no suele resolverse con implantes, pero si eso sirve para mejorar la autoestima bienvenidos sean.

    Lo otro es, que tampoco deberían obligar a nadie a modificarse si no quiere.

    Conozco una que dio un tarjetazo para hacerse las tetas porque el marido siempre andaba con otras. Quedó endeudada y el marido siguió andando con otras. La última vez que la vi estaba pasando un curso de baile de tubo, para hacerle al marido. Eso es baja autoestima y negarse a aceptar que ya su carnaval pasó.

  • Tan individual es el acto de ponerse la silicona, como el de decidir no ponérsela; lo otro es la bovinización del individuo, la mentalidad de rebaño,que es lo que intentó hacerse en Cuba: En unos casos se logró, en otros, no.

Comentarios cerrados.