Los engañosos resultados de las votaciones en Cuba

Por Peregrino Pérez

Votando en Cuba. Foto de archivo

HAVANA TIMES – Entender la realidad cubana demanda un gran esfuerzo intelectual. Existe una gran cantidad de hechos que son sumamente contradictorios.

Por una parte, se convoca a elecciones y más del 80 por ciento acude a las urnas. Algo que ha sido utilizado por el Gobierno como prueba del apoyo del pueblo. Al mismo tiempo, los salarios apenas son suficientes para cubrir las más elementales necesidades básicas, lo cual genera mucho descontento.

Votar en Cuba no significa que se pueda influir sobre las decisiones gubernamentales. Es tan solo un ejercicio para evaluar su popularidad.

Son fenómenos difíciles de entender, especialmente por aquellos que no han experimentado la cotidianidad del cubano de a pie en esta isla “maravillosa”. Quizás la conversación que sostuve con unos amigos hace unos días pueda arrojar un poco de luz ante tan insólitas situaciones.

Mi amiga la conocí en la universidad, es una persona sumamente inteligente y capaz. Recuerdo que siempre estaba dispuesta a “echar pelea”, se negaba a cumplir tareas que no le parecían adecuadas, y nos mofábamos de los profesores que trataban de imponernos la ideología oficial con argumentos poco sólidos y creíbles. Cuál no sería mi sorpresa cuando hace unos pocos días ella expresa su rol dentro las filas del Partido Comunista, asumiendo las mismas funciones de aquellos profesores de los que antes nos burlábamos.

Fue muy triste escuchar sus argumentos. Ella me dice que sigue siendo la misma persona, pero para obtener un puesto de importancia en este país, es indispensable militar en las filas partidistas. Su pragmatismo le ha ayudado a escalar en la vida profesional, además de su talento. Pero su rebeldía ha sido domesticada.

Esa condición sine qua non es uno de los motivos que mueven a los cubanos a presentarse en las elecciones. Existe un temor real de las consecuencias negativas al no personarse a ejercer el voto, temor de ser incluido en una lista negra. Si tal pesquisa se realiza o no, no es lo fundamental. Basta con que las personas lo crean así.

Mi otro amigo que presenciaba la conversación me planteó que él sí vota porque cree en el sistema, a pesar de las carencias materiales. Incluso acepta la persecución de la Seguridad del Estado a los disidentes como un mal necesario. Mi amigo fundamenta su criterio en que prefiere la sociedad cubana a la de Estados Unidos, especialmente después de los atentados en las escuelas y los actos de racismo.

Debo agregar que él solo consulta los medios nacionales de noticias, los cuales están tremendamente parcializados y muestran generalmente solo un mundo exterior al borde del colapso. Creo que es un error tener una cosmovisión del mundo únicamente circunscribiéndose a nuestra realidad y a la estadounidense. Aún si todo eso fuera cierto, no es razón suficiente para renunciar a crear una Cuba mejor.

Esas son actitudes de dos jóvenes cubanos que caracterizan a gran parte de la juventud en la Isla. Unos solo les hacen “el juego al juego”, como diría Gorki, cantante de Porno para Ricardo. Otros se suman ciegamente al discurso oficial, por suerte estos son menos cada día. Ellos son “realistas”, no creen que puedan hacer algo para mejorar nuestra situación y hacen lo mejor que pueden para adaptarse, sobrevivir.

Esas actitudes me recuerdan una frase que Benjamin Franklin pronunció en 1755: “Aquellos que renuncian a la libertad para obtener estabilidad durante un pequeño período de tiempo, no merecen ni libertad ni estabilidad.”[1]

Las condiciones para algunos pueden ser aceptables, porque no están mirando a largo plazo, hay problemas que estamos afrontando que, si bien no representan un caos a corto plazo, serán muy difíciles de resolver en el futuro y solo empeorarán en la medida que pasa el tiempo.

La calidad de servicios como la educación y la salud han caído en un espiral de decadencia. Esa tendencia será muy difícil de revertir, pues ni siquiera en el imaginario se vislumbra una solución plausible. Se ha convertido en una constante la escasez de buenos maestros en las aulas y en las salas de urgencias es muy difícil encontrar especialistas con más de 5 años de experiencia.

El desencanto empuja a los cubanos a emigrar a cualquier parte. Los que se van por lo general son los jóvenes y mejor preparados. La población cubana está envejecida. La crisis de valores ha invadido muchos hogares y el reggaetón no es el culpable, sino la consecuencia.  Es la punta del iceberg, problemas que cuando se empiece a tomar medidas para finalmente resolverlos, quizás sea demasiado tarde.

 

[1] En Kapfner, John. Fredom for sell

“Those who would give up essential liberty to purchase a little temporary safety deserve neither liberty nor safety.”

 

One thought on “Los engañosos resultados de las votaciones en Cuba

  • Y lo que falta por verse, la mejora que muchos ven es temporal, habrá una caída en picada dura y difícil para mucha gente en la isla como consecuencia de un proceso que finalmente será natural .

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