Los cuenteros del gobierno cubano

Por Benjamín Noria

HAVANA TIMES – En el periódico Granma de fecha 2 de febrero de 2024, apareció que Alejandro Gil Fernández otrora Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación fue destituido del cargo. En su lugar ocupará el cargo de ministro: Joaquín Alonso Vázquez, de 60 años, actual ministro presidente del Banco Central de Cuba.

Este juego de prestidigitación que pretende hacer creer que Alejandro Gil Fernández es el culpable del fracaso de la Tarea Ordenamiento y de todas las vanas estrategias que ha empleado el gobierno cubano para intentar salvar la economía, no es más que otra historia fantasiosa, creativa y astuta de los cuentacuentos del gobierno.

En la actualidad, Cuba es un país ensombrecido por una dictadura y de larga duración y por una crisis económica profunda.

Con las MiPYMEs, el gobierno cubano ha transferido monopolios públicos a monopolios privados para favorecer a grupos cómplices y de testaferros de gente del régimen. Han vaciado las arcas del Estado. Es un régimen de rufianes, cleptómanos y mitómanos que tienen al país en estado de coma.

Ahora bien, gracias al uso y buen manejo inescrupuloso de los grandes medios de comunicación han podido manipular al pueblo durante 65 años de gobierno y trasmitir la información que ellos quieren que la gente conozca.

La palabra mentira tiene un significado negativo tan hondo que muchos escritores se resignan a admitirla y a aceptar que sus escritos se basan en ese concepto. El gobierno cubano la emplea tan cotidianamente que bien parecería que toda la vida de Cuba desde 1959 ha sido como de novela.

En este país la mentira se trastoca en verdad y existe un contrabando de la mentira en todos los medios de comunicación como si fuera la realidad misma.

La vida pública ha pasado de la real a lo inventado. Los cuentos que el gobierno cubano recrea día a día han diseñado a cada persona y a cada proceso. Nadie es capaz de darse cuenta si ha vivido una ficción o su vida ha sido fruto de la fantasía de los políticos.

Eso sí, el gobierno cubano como políticos no sirven para nada, pero como escritores de ficción y cuentacuentos son excepcionales. Eso es lo que los ha mantenido en el poder durante tantos años. Si tuvieran que depender de dones políticos no ganaban ni un kilo.

A ellos se les da muy bien las historias de ficción. Son como narradores que manejan con excelencia los hechos en función de hacer gravitar a sus lectores. Al gobierno cubano no le importa el progreso económico, cultural ni social, sino mantenerse en el poder y lo han logrado mediante la adulteración de la realidad a través de las historias recreada por las fantasías.

¿En qué lugar del mundo alguien va a creer que Alejandro Gil Fernández fue el que provocó la agudización de la crisis al tomar malas decisiones durante la implementación de estrategias para levantar la economía? Pero en Cuba, siempre todo será creíble gracias a los cuenteros que gobiernan el país con maestría literaria.

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