Las paradojas del canciller cubano

Haroldo Dilla Alfonso*

Bruno Rodríguez en la Asamblea General de Naciones Unidas. Foto: cubadebate.cu

HAVANA TIMES — Nuevamente Naciones Unidas ha abrigado el ritual de condenar el bloqueo/embargo que Estados Unidos impone a Cuba. Y aunque se trate de una acción muy poco efectiva, me alegro que haya sucedido pues el bloqueo/embargo resulta cada vez más una impedimenta sin ventajas reconocidas.

Es que el embargo, además de injerencista, ayuda a configurar una situación de excepcionalidad que el gobierno cubano ha sabido aprovechar, polarizando el escenario político interno y manipulando la opinión pública nacional e internacional.

Es en este último sentido hacia donde quiero dirigir mi análisis, tomando como eje algunos giros retóricos del canciller Bruno Rodríguez en su publicitado discurso ante la Asamblea General. En particular la manera como el canciller ha echado mano a un recurso eufemístico en que trata de dar un toque humanístico a lo que en realidad es una prosaica necesidad económica.

Pero que al final conduce su argumentación a una aporía política cuando explica el bloqueo como un acto “inculto”, en un párrafo que merece un sitial predilecto en la esquizofrenia política castrista.

Lo cito: “El bloqueo —dijo— es un acto inculto que impide el libre movimiento de las personas, el flujo de la información, el intercambio de ideas y el desarrollo de vínculos culturales, deportivos y científicos”.

En realidad lo que el aterido canciller cubano quiere decir es que no hay turismo. Y aunque del turismo siempre es posible esperar intercambios de informaciones e ideas, esa es precisamente la parte que más aterra a los dirigentes cubanos, para quienes el mejor turismo internacional posible sería el que se desarrolla en los cayos del archipiélago, tan cerca de Dios como lejos de los cubanos comunes.

En todo caso los dirigentes cubanos verían con buenos ojos que turistas gringos y ciudadanos cubanos intercambien ideas acerca de la mejor manera de preparar tostones, del punto de hierba buena que lleva el mojito o de las ventajas de los cocteles de ostiones sobre las píldoras de viagra. Pero nada más.

Pero como el tema del bloqueo/embargo es presentado como un imperativo humanístico, su discurso no puede cargarse con aditamentos mercuriales. Y por eso el canciller Bruno toma a la globalización por su palabra y habla de derechos humanos, de intercambios de ideas y de flujos de informaciones.

En todo caso los dirigentes cubanos verían con buenos ojos que turistas gringos y ciudadanos cubanos intercambien ideas acerca de la mejor manera de preparar tostones, del punto de hierba buena que lleva el mojito o de las ventajas de los cocteles de ostiones sobre las píldoras de viagra. Pero nada más.

Incluso llega a quejarse de las limitaciones que en sus derechos constitucionales sufren los ciudadanos americanos cuando no pueden viajar a Cuba. Pero por mucho que el canciller Bruno trate de parecerse a Thomas Paine, todos sabemos que su oficio es el de tendero y que tras su perorata se esconde la prioridad de vender daiquiríes, guayaberas y maracas de colores a los gringos.

Los esfuerzos del canciller Bruno por ser convincente solo tienen forma de realizarse en un hemiciclo de diplomáticos soñolientos. Su discurso nace lastrado por la propia naturaleza del emisor, el gobierno cubano, su carácter autoritario y la forma como manipula los derechos de sus cuasi-ciudadanos.

Sus eufemismos retóricos nacen trocados en paradoja. Y las paradojas en cinismo, pues entre las criaturas sobre la faz de la Tierra que no pueden invocar derechos de otros está el canciller Bruno, sencillamente porque representa a un Estado que niega a los cubanos las posibilidades de realizarlos.

Ante todo, porque el gobierno cubano limita la capacidad de sus ciudadanos para moverse libremente en Cuba. En primer lugar los movimientos internos de población se encuentran regimentados por un decreto ley medieval.

Pero también impide que los cubanos emigrados puedan visitar libremente y moverse dentro de ella, una dinámica que resultaría razonable para una sociedad que ya es claramente transnacional y que en buena medida vive de esa condición.

La reciente modificación del régimen migratorio no creó derechos ciudadanos, sino solamente alargó la permisividad, y dejó intacto el extrañamiento y despojo de derechos de los cubanos emigrados.

Pero también el canciller Bruno representa a un Estado que impide el libre flujo de la información al mantener a la inmensa mayoría de la población desconectada de Internet (decir que esto ocurre por culpa del embargo es una insidia de sangre fría) y someter a control las publicaciones escritas a las que pueden acceder los cubanos y cubanas.

Numerosos libros —algunos de cubanos reconocidos internacionalmente por sus valías intelectuales— yacen en anaqueles inaccesibles en los fondos de la Biblioteca Nacional, y hay casos (que conozco personalmente) de ediciones completas de obras que han sido convertidas en pulpa por sus contenidos ideológicos.

El canciller Bruno representa a un Estado que impide el libre flujo de la información al mantener a la inmensa mayoría de la población desconectada de Internet (decir que esto ocurre por culpa del embargo es una insidia de sangre fría) y someter a control las publicaciones escritas a las que pueden acceder los cubanos y cubanas.

Cientos de obras de lo mejor del pensamiento mundial permanecen fuera del alcance de los cubanos, porque no se publican en el país, donde en cambio se publican todos los panfletos ideológicos que regurgitan los adláteres del régimen.

Y finalmente Rodríguez Parrilla es parte de una clase política que cierra y reprime los intercambios de ideas que sobrepasan los estrechos ventorrillos oficialistas y los interesantes pero breves espacios críticos consentidos.

Dentro de Cuba —es decir en la Isla y en la Diáspora de nuestra sociedad transnacional— hay una intensa producción de ideas de toda naturaleza que no pueden circular ni ser intercambiadas en la Isla.

Creo que una parte muy significativa de la producción espiritual e intelectual de los cubanos permanece alejada de la sociedad debido a las políticas represivas, lo que redunda en el empobrecimiento de todos, afuera y adentro.

Volviendo a la imagen anterior, antes que apostar a que los turistas gringos puedan intercambiar con una mesera criolla, me parece mucho más importante que un experto mundialmente reconocido en temas de seguridad social como Carmelo Mesa Lago pueda conversar con los funcionarios cubanos sobre sus ideas acerca del futuro del sistema en Cuba.

O que Pedro Campos pueda dirigirse a toda la sociedad para explicarle sus elaboraciones sobre el socialismo democrático. O que pueda hacerlo Siro del Castillo sobre los valores socialcristianos y sus probables pertinencias para la sociedad cubana. O que un sociólogo tan entrenado en los vericuetos del desarrollo latinoamericano como Francisco León pueda ocupar un podio en la universidad.

O que Yoani Sánchez haga lo mismo respecto al uso de las redes sociales y su valor para la democracia, y también Cuesta Morúa sobre los muchos temas en que se involucra tan positivamente. Entre muchos otros. No porque sean opositores y críticos, sino porque todos son intelectuales cubanos.

Y eso evidentemente no tiene nada que ver con el bloqueo/embargo, sino con la existencia en Cuba de un régimen político autoritario y excluyente que Bruno Rodríguez representa. Un gobierno que día por día, y cada vez contra todas las conveniencias nacionales, conspira contra —lo cito— el libre movimiento de las personas, el flujo de la información, el intercambio de ideas…
—–
(*) Publicado originalmente por Cubaencuentro.com.

 

17 thoughts on “Las paradojas del canciller cubano

  • Muy bien dicho, Haroldo, como de costumbre, das en el clavo

  • Sen`or Dilla Alfonso:

    Usted ha desmenuzado justamente y sin ningun tipo de ambages la verdadera realidad del discurso de este canciller.

  • Efectivamente la frase:

    “El bloqueo es un acto inculto que impide el libre movimiento de las personas, el flujo de la información, el intercambio de ideas y el desarrollo de vínculos culturales, deportivos y científicos”

    es un pecado, viniendo de quien viene.

    Lo último que quiere Bruno y sus jefes es que los cubanos circulen libremente y que exista libre flujo de información e intercambio de ideas.

  • Los yankis no aflojan; el Gobierno cubano lo hace a cuentagotas. Resumen: nudo gordiano para rato.

  • Ningún nudo gordiano: Ahora mismo siguen ahogando a los cuentapropistas, le siguen y cayendo a palos a los opositores. La democracia y el librepensamiento siguen reprimidos. Nada de eso viene de EEUU.

    Siguen con la boconería y el patrioterismo barato. Realmente da la impresión de que no quieren que les quiten el embargo; o que quieren que se los quiten sin dar nada a cambio. El gobierno de EEUU ha tomado algunas medidas flexibilizadoras. El gobierno cubano mantiene a rajatabla las causas que originaron el bloqueo,

    No hay “nudo gordiano”: Hay una tiranía de viejos cuatreros aferrados al poder; haciendo malabares y coartando toda libertad, que reduzca su poder absoluto. Si el pueblo cubano tienen que joderse por ello, pues que se joda . Socialismo o muerte.

  • jorgealejandro:

    “Hacen falta dos para bailar el tango”, dice el dicho, ¿no? Si partimos de que existe un “diferendo” entre Cuba y EEUU, lo hacemos sobre el entendido de que ambas partes sustentan reclamos, y esperan señales de la otra para mover ficha.

    Si Cuba le dice públicamente a EEUU que está dispuesta a discutir “todo”, excepto su independencia y el criterio que sustenta su sistema político (lo cual haría cualquier país que se respete), creo que al menos uno de los subsecretarios de Estado en Washington debía haberse llegado a La Habana, para siquiera enterarse de qué va la cosa, y llevarle el recado de vuelta a Obama. Hasta donde sé, eso está aún por suceder. ¿Acaso el muy conservador Ronald Reagan no se plegó al “compromiso constructivo” (constructive engagemente) con la Sudáfrica racista, cuando medio mundo pedía sanciones contra el odiado apartheid? ¿No trató George Bush senior por todos los medios de apaciguar la cólera de los chinos (mandando recaditos a Pekín) cuando sus congresistas decidieron aplicar sanciones a China, a raíz de la represión en Tian An Men? (Kissinger dixit). Entonces, ¿a qué obedece la excepción con Cuba? Negociar con el “enemigo” no es sinónimo de capitular, entiendo yo.

    Si tú me ofendes y yo te respondo con improperios, lo más probable es que nos trenzaremos en un ciclo infinito de rencores. Pero si en algún momento, uno de los dos decide escuchar al otro, todo puede empezar a cambiar para bien.

    Sobre lo que dices respecto a democracia, librepensamiento, cuentapropistas y opositores, hay bastante tela por donde cortar, y conste que no te estoy quitando razón en ese aspecto, matices más, matices menos. Mas prefiero concentrarme ahora en el tema del en apariencia eterno distanciamiento entre Washington y La Habana.

    El meollo del tema acá es que a EEUU no le asiste ningún derecho divino para querer cambiar por la fuerza el régimen cubano. Ni ningún otro, para hablar más claro.

  • “El meollo del tema acá es que a EEUU no le asiste ningún derecho divino para querer cambiar por la fuerza el régimen cubano. Ni ningún otro, para hablar más claro.”

    Perdóname, Isidro, pero esta frase es infantil, pura retórica para halagar oídos, pero nula a los efectos prácticos. Y tu lo sabes: el meollo es que no quieren soltar el poder.

    El sistema político, lo están cambiando ya; la soberanía, cuando la tuvieron que vender, la vendieron al punto de poner en la Constitución el nombre de una potencia extranjera, de los famosos principios “no negociables”, loos han negociado todos, menos la permanencia en el trono. y, si tenemos en cuenta de quer la soberanía reside en el pueblo, hay que reconocer que, a los efectos de cómo se encamina el país, el pueblo cubano, ni pincha , ni corta. El gobierno cubano recuerda al chico malcriado que le quitan un dulce por malcriado, y dice que seguirá portándose mal porque le quitaron el dulce. Y, mientras tanto, el pueblo que se joda.

    El gobierno cubano (Recuerda, “Cuba” no hace nada,) tiene mucha, pero mucha caca encima en cuanto a tratar de cambiar por la fuerza gobiernos de otros países. Desde el intento patético de Girón no somos agredidos militarmente por nadie. De hecho, más recientemente que eso, nuestro país ha sido al agresor y el partidario de agresiones. ¿ Es correcto que una potencia extranjera destine millones de dolares para desestabilizar otra nacion?. Mi respuesta es un rotundo NO. Como no debió Cuba invertir millones en cambiar el sistema social de muchas sociedades en el mundo, entrenándo guerrillitas en territorio nacional, suministrándoles armamento y logística; y hasta siendo su banquero, como sucedió con los Montoneros (Con cuya plata se quedaron, por cierto )Tal parece que son las reglas del juego y Fidel Castro, francamente, disfrutaba jugarlo. El gobierno cubano por años se entretuvo en tratar de derrocar a otros gobiernos que, incluso dando por cierto que tuvieran todos los defectos que quieras ponerles, eran gobiernos electos en las urnas. Digo más, lo hizo, incluso hasta en contra del criterio y de la voluntad de partidos comunistas de esos países, como fue el caso del conflicto entre el Che y el partido comunista boliviano, al que ignoró olímpicamente.

    Y lo cierto es que muchos otros países, y hasta figuras y organizaciones internacionales que nunca han estado en posiciones de beligerancia con los Castro (la ONU y el Papa entre ellos), le han pedido a los Castro, muy respetuosamente, que democraticen la sociedad cubana, y que dejen que los cubanos se abran al mundo. Les han hecho el caso del perro. El resultado es el desastre que es cuba hoy por hoy, y lo peor e que pretenden seguir en las mismas mientras el país se les cae a pedazos.

    Ya el mundo nos deja tranquilos. No somos un país bloqueado, somos un país improductivo contra el que otro país decidió establecer un EMBARGO que nunca se ha cumplido a cabalidad. Y lo cierto es que, la realidad está demostrando que, si la sociedad cubana no se democratiza, todo se irá al carajo, solo es cuestion de tiempo.

    A los gobiernos no se les apela, no se les persuade, no se les implora… a los gobiernos se les EXIGE. La sociedad misma es su propio líder, y el gobierno sólo es un servicio público. Si la sociedad quiere ir a algún sitio, en la forma que quiera, se va… aunque vaya en contra de lo que los ancianos de la tribu creen que es mejor. ¿ Es eso contrario al derecho? Tienes usted alguna a la idea generalizada y moderna de que nuestros gobernantes deben servirnos y no nosotros a ellos? ¿Le das algún valor a la afirmacion de que: “un gobernante no es mas que la expresion popular a traves de una persona electa para responsabilizarse con el cumplimiento del deseo popular” ? ¿Te suenan cinicas esas palabras?
    Por que?
    Y dime: ¿Es eso lo que sucede dentro de Cuba? Por que violan hasta la constitucion de la Republica de Cuba cuando les viene en ganas? Quieres ejemplos?
    No seria hipócrita apoyar a gobernantes como esos mientras se le hecha la culpa hasta a Dios? ¿En nombre de qué, del socialismo?

    Cuba no es un país socialista. Qué país socialista le prohíbe a sus trabajadores organizarse en sindicatos independientes, o les quita el derecho de huelga para negocias mejoras laborales? Hasta en las entrañas del monstruo corporativista que es USA los trabajadores están mejor representados y más defendidos que en Cuba.

    En Cuba hace falta recuperar la idea de que el gobierno NOS SIRVE, que son servidores públicos, y que TODOS los ciudadanos somos, de manera que sea, sus JEFES. Las exigencias solamente deben ir de abajo hacia arriba, las explicaciones, y el COMPROMISO, solamente de arriba hacia abajo.

    La palabra mas querida y repetida por todos los gobiernos no democraticos o socialistas/comunistas,es la palabra PUEBLO,ese ente semi abstracto que significa cualquier cosa menos ellos mismos.Mencionar cada 5 minutos esa palabra les da una sensacion fingida de apoyo popular,sabiendo,como lo saben muy bien,que solo estan ahi por la fuerza,la propaganda feroz,y la desinformacion.

    En “nombre” del pueblo el gobierno de los hermanos Castro ha violado consuetudinariamente los derechos de toda una nacion,menos los de ellos. En nombre del “pueblo” el gobierno cubano no permite a los que viven dentro de Cuba expresarse,moverse,o asociarse libremente. Pero,y para mas ironia,esos gobernantes insisten,subrayan y significan,que su mandato es emanado del pueblo. Solo cuando sea reconocido el hecho ciertisimo de que los gobernantes no son mas que servidores publicos y no amos sobre toda una nacion,se echaran a andar los mecanismos que, efectivamente,haran salir a nuestro bello pais del hueco en que lo han metido los mandarines cubanos contra todo precepto logico.
    Porque Siempre Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado y actua a beneficio del estado y nunca del mismo pueblo

    ¿Deja esto de ser cierto porque lo diga EEUU, el Papa o la madre de los tomates?

    De todas formas, y digas lo que digas, el diferendo que más está afectando a los cubanos, no es el diferendo La Habana- Washington, sino el diferendo entre la tiranía y su propio pueblo.

    La contradicción más grande, y aún no resuelta de la sociedad cubana actual, sigue siendo el abismo insondable entre el discurso oficial y la realidad.

  • jorgealejandro:

    Si es “infantil” negarse a acatar los dictados de la Pax Americana – que como sabes viene convoyada con la teoría del Destino Manifiesto, que desde hace un rato se han estado arrogando los EEUU -, acepto entonces con el mejor talante y de inmediato mi traslado a una guardería.

    Eso sí, permíteme antes enfatizar que no fueron precisamente Mickey Mouse o el Pato Donald los que derrocaron a gobernantes elegidos en las urnas como Mossadegh en Irán, en 1953, Jacobo Arbenz, en Guatemala, en 1954, o los que intentaron imponer por todos los medios al venal Ngo Dinh Diem en el VietNam de los años 60; o apuntalaron a punta de bayoneta al dictador Papa Doc Duvalier en el Haiti de 1959; o los que crearon la Escuela de las Américas, con sede inicial en Panamá, generadora de torturadores y sustento de sangrientos dictadores de derecha; o los que apoyaron la invasión de un país soberano, Irak, recurriendo a las mentiras más burdas y a las violaciones de los principios de la ONU, hace apenas una década. A eso me refiero cuando rechazo cualquier imposición llegada desde Washington, sin importar el pretexto. Si quieres una discusión real, partamos de abordar estos “adornos” de la historia contemporánea de EEUU. ¿Bien hasta ahí?

    Ahora, observa que con el fin de concentrarme en lo improcedente de las acciones de Washington, no me adentré en los “pecados” del Gobierno cubano, porque a mi juicio una cosa no justifica la otra. Y por otro lado, a los cabezas calientes en Washington – despojémonos de ingenuidades – lo que les importa son sus intereses geoestratégicos, no si hay un acto de repudio contra la disidencia cubana; o si no podemos formar sindicatos independientes, o si le clausuraron la percha a Pepe en la Víbora.

    Hasta el día de hoy el embargo-bloqueo no ha mellado en lo esencial los fundamentos del sistema político cubano. Por otro lado, si hoy mismo los cubanos estamos limitados en el ejercicio de tantas prerrogativas civiles se debe en buena medida a que no hemos sabido o querido conquistarlas (o reconquistarlas), ya sea por acción u omisión. Hace poco, el diarista Isbel Díaz de HT lo ponía de manifiesto, al traer a colación el trato que se ha dado a su pareja en el centro de trabajo del mismo. ¿No son tan cubanos como Jimmy los que le asedian, o hacen la vista gorda ante su problema? ¿No lo son también los que han querido cerrarle el paso a Daisy Valera por ser esta tan rebelde? ¿No lo eran asimismo los que conjuraron el Maleconazo del 94, haciendo incluso innecesaria la intervención de las fuerzas antimotines? ¿Son todos ellos Gobierno o ciudadanos? ¿Dónde empieza uno y donde acaban los otros?

    Hace unos días estuve en La Habana, y te confieso que me agoté sin resultado alguno, tratando de avistar siquiera de refilón los focos de rebeldía, que según el “wishful thinking” que merodea fuera del país, echará por tierra en cualquier momento al régimen que los oprime. Quizás quedará para las próximas vacaciones (Y disculpa que caiga en una “ironía instrascendente”, pero fantasías ya tuve bastante con la de Walt Disney).

  • Isidro:
    ¿Visitaste las embajadas de EEUU, España, México, Francia y Alemania alguna mañana? ¿Viste la cantidad de gentes sentadas en las esquinas bebiendo ron?¿Leiste las estadísticas de la ONEI acerca de la emigración cubana en los últimos 50 años? Esos son focos de rebeldía -muy solapada, es la que nos permite la represión-. Pero tu estás ciego. O te haces!

  • Menos mal que tu mismo lo aclaras, al decir “solapada”. Yo no hablo de esos. De esos hay miles, por no decir millones. Claro que los vi. Todos tenemos alguna forma de expresar un desacuerdo en la vida: algunos matan al ser humano que más cerca les queda; otros se fuman un pito de marihuana; otros más se van del país y se beben la Coca Cola del olvido. Pero no creo que así se cambia una sociedad. No al menos para mejor. Y es ese grupo siempre ha estado presente en Cuba. Has descubierto el agua tibia.

  • isidro:

    Isidro, por favor:

    Si yo me pongo a enumerar las canalladas y las barbaridades de los “socialistas” y “comunistas” en América y fuera de ella, no acabo,ni el mes que viene. El gobierno cubano no tiuene moral ni dignidad, ni la cabeza de un guanajo. Si de verdad les quedara un poco de decencia y un ápice de consideración por el pueblo cubano, renunciaban en masa, pero, como dijera Nicolás guillén: “El jamón es sagrado”.

    De lo que sí estoy seguro es que la sociedad cubana no se cambia, ni se cambiará dejando a los Castro y a la camarilla hacer lo que les venga en ganas, ni actuar como si Cuba fuera su finca particular, que es lo que han hechop en el último medio siglo. Lo que pasa es que, desdela lejana China, tú apoyas a esos gobernantes; y aquí te voy a aclarar mi frase relativa al espiritismo que tú no entendiste en mi comentario al panegírico que te hicieron aquí: el autor dijo que tú habías participoado directamente en la guerra fría, y ahí confirmé yo que tu habías sido, o eres, una persona muy ligada al gobierno cubano. Además, esa oferta de trabajo en China, no se la hacen a cualquiera. Buen respaldo (Y no hablo de profesionalidad) tienes que haber tenido tú para que te contrataran y te permitieran salir por ese concepto. Los chinos no son tontos, ni le abren los brazos a cualquiuera. Yo te he dejado hablar, pero no me engaño respecto a quién eres; y no me importa, pero no creas que aquí todo el mundo es tonto.

  • Obama recibió a Fariñas y a Bertha Soler. Que buena noticia

  • Ja, ja…ahora sí está bueno esto… ¿qué sobrenombre me piensas colocar en lo adelante?: ¿David o Alberto Delgado? Bien, ya que te planteas la duda en esos términos, te la voy a aclarar, porque soy una persona sin dobles lecturas:

    Estuve en Etiopía de 1978 a 1983. Fui parte del grupo de estudiantes cubanos enviados a aprender el idioma amárico en la Universidad de Adís Abeba. Al concluir el curso, trabajé como traductor en ese país, lo que entonces se consideraba una misión civil en el exterior. Creo que el bueno de Erasmo, tratando de colocarme laureles inmerecidos, consideró que el simple hecho de haber estado en esa calidad en la Etiopía de posguerra me hacía partícipe del conflicto, lo cual queda un poco alejado de la realidad. Ahora, permíteme preguntarte: ¿Consideras que los más de cien mil (me quedo corto) cubanos que pasaron por misiones en África durante la Guerra Fría estaba todos “muy ligados al Gobierno”, o que entre ellos había de todo como en botica, incluidos unos cuantos que hoy reverdecen sus memorias africanas, contándolas desde el exilio en Miami?

    Otro más: ¿Tienes idea siquiera somera de cuántos extranjeros trabajan hoy en China, cubanos incluidos (y no sólo de la Isla), porque, como país en plena apertura al mundo, China da la bienvenida a cuanta persona le ofrezca algo que ellos no tengan, aunque sea algún rescoldo de talento propio? A los chinos les basta eso y que no te inmiscuyas en sus asuntos internos. Es más, si te quedas desempleado con algún cierre del Gobierno en EEUU, te recomiendo darte un salto hasta acá. El pato laqueado de Pekín es una delicia, aunque la contaminación sube por días.

    Y desde luego que los chinos no son tontos. ¿O crees que comiendo catibía se salta de la pobreza abyecta a la categoría de segunda economía mundial en apenas 35 años?

    Soy mestizo, mido 1.79 y peso (para mi preocupación) 99 kilogramos. Ah, ¡Y ya soy abuelo!

    Si tienes más preguntas sobre mi identidad, no dudes en hacerlas. Será un placer responderte, como ha sido un placer hasta hoy debatir contigo, aunque no estemos de acuerdo en casi nada, pero defiendo y defenderé tu derecho a expresarte aquí y acullá. Ojalá hagas tú otro tanto por mí, en lugar de sucumbir a sospechas sin sustento .

  • Si, y vaya coincidencia que Obama los recibe luego de que el uno se abrazó con el Bin Laden cubano en Miami y de que la otra solicitó más sanciones contra el país que la vio nacer…así vamos con la disidencia.

  • isidro:

    No uses psicología linguística, ni la falacia antropomórfica conmigo, lo que pidió fue “sanciones contra el gobierno que manda apalear y adar tratos degradantes a mujeres como ella, solo porque son contrarias a él.

    Me gustó lo del “Bin Laden Cubano”, pero siento curiosidad por saber cómo le llamarías a la versión light femenina que tiene puesta una tarja en La Habana, en la misma puerta del cine donde , colocando una bomba en el baño, murió en el intento. Y que conste que el terrorismo me repugna, tanto de izquierda como de derecha.

    De lo que pones arriba… bueno, cada cual sabe lo suyo, qué bueno que estudiaras amarico, y no te hayas manchado las manos con las atrocidades que cubanos y soviéticos cometrieron en Eritrea. Lo que no me acabo de explicar, con lo generosos que son los chinos, es que en su embajada no hayan , al menos, la mitad de las colas que hay en la embajada de España, ni que en China no haya ya una colonia cubana de respeto, dado lo dispuestos que están a admitir personal de trabajo.

    Y si voy a China (Que ganas no me faltan y estáa dentro de mis planes futuros) será a ver la Ciudad Prohibida, la muralla; y todas las bellezas arquitectónicas y naturales que tienen. Pero prefiero vivir desempleado en EEUU cien veces, que empleado en ningún país comunista; sin contar que, probablemeente, lo que me den por unemployment aquí sea más que lo que gane trabajando allá.
    Esa película no la veo yo dos veces. Cuando se prueba la libertad, ciertas regresiones son imposibles.

    En cuanto al pato laqueado, si tiene alguna salsa dulce, me paso: Nunca me ha gustado mezclar dulce con salado, ni siquiera la guayaba con queso. Mi papá decía que yo era un cubano atípico por eso. Pero no dudo que otros platos sí me gusten. acepto sugerencias.

    Y no te preocupes por mi derecho a expresarme. Ojalá la Constitución china defienda el tuyo como lo hace la de EEUU con el mío. Ven en algún momento tú también por EEUU, a lo mejor te llevas alguna sorpresa.

  • Bien, déjame puntualizar ciertos desacuerdos o aclaraciones:

    Al margen de si Berta pidió sanciones contra el Gobierno, o contra Cuba en abstracto, lo cierto es que los perjudicados por más sanciones seremos sobre todo los cubanos de a pie, incluidos de modo destacado los que vivimos en China. Sobre ese tema estoy preparando un texto para HT.

    De la malhadada Urselia tengo poco que decir, en primer lugar por lo escaso del conocimiento sobre ella, más allá de la anécdota de que pagó caro y en plena juventud su osadía. Lo que si dejo claro es mi rechazo tajante a cualquier tipo de terrorismo. Venga de donde venga.

    Casualmente trabajé en una salina de la antigua Eritrea etíope (hoy nación independiente), sirviéndole de traductor a un ingeniero en minas, que asesoraba la ampliación de la explotación de sal en esa zona, donde ese producto equivalía al petróleo, como rubro exportable a países del mar Rojo. Lástima que entonces no tenía siquiera una cámara o grabadora a mano, pues cada eritreo que conocí siempre establecía una diferencia entre las actitudes de los rusos y los cubanos. Los primeros bombardearon desde sus navíos la costa eritrea en más de una ocasión; los segundos nunca se inmiscuyeron en el conflicto interno, y sólo llegaban a Assab de paso hacia otras zonas de país. Bueno, ahora sólo queda mi palabra…

    Respecto a la inmigración en China.

    China nunca la ha promovido, como si han hecho, por ejemplo, EEUU, Europa o los emiratos árabes enriquecidos. Cualquiera sabe que si algo sobra en China es población. Pero después de la apertura han ido abriendo las puertas gradualmente, al punto de que ya cuentan con su propia “Green Card”, otorgada hasta al momento a unos dos mil extranjeros, sobre todo a empresarios con capital invertido, a personal especializado que ha hecho aportes a la sociedad china, o a los que tienen cónyuges chinos. Podrás colegir que, por razones obvias, no hay muchos cubanos en ese caso.

    A pesar de ello, no dejan de llegar compatriotas cada día. Pero les espera la dura prueba de la barrera cultural e idiomática, en primer lugar, además de que necesitarán demostrar que pueden laborar en algo que el país necesite, o colocar plata en algún negocio, o ser capaces de asociarse con algún nativo. Esto no es Jauja.

    Claro que en China no podrás ganar los sueldos e EEUU (a menos que trabajes para una transnacional), pero a cambio también se suele gastar menos. En mi caso, son razones familiares las que ahora mismo me atan al lugar.

    Por otro lado, no hay comparación entre el grado de libertades individuales de que se goza en EEUU, y las prerrogativas ciudadanas aceptadas hasta hoy en China. Eso me queda bien claro. La gran contradicción de EEUU (que es lo que siempre trato de señalar) es el apego a esas libertades en casa y sus tradicionales y frecuentes cañonas en el extranjero. Bueno, de eso ya hablé bastante.

    El pato laqueado no tiene dulce. La “mermelada” que lo acompaña, y que se obtiene de frutas, realmente tiene un gusto indefinido, pero en su ausencia el pato no sabe igual. El extranjero que llega por vez primera, suele aficionarse ante todo al Gong Bao Ji Ding (pollo picante con maní) y después no lo quiere soltar; en igual medida el recién llegado rechaza el pepino de mar, que, sin embargo, es manjar de dioses para el chino promedio.

    Respecto a tu derecho a expresarte – y ya que hablas de “sicología lingüística” – , observa que usaste la frase “Yo te he dejado hablar,” lo cual supone una previa autorización de tu parte para que yo diga lo mío. En entonces, en plena y democrática correspondencia, que yo abro y defiendo el canal para recibir tu mensaje.

  • Isidro:

    Tomo nota del pollo picante para cuando vaya, lo demás lo iré probando por el camino, pues de la cocina china conozco poco, pues lo que aquí pasa, por tal, son recetas creadas en el barrio chino de San Francisco, jajajaj (Por cierto lo visité y es increíble), así que imagínate.

    De los de los gastos, te diré que en este país es real, quizás más que en ningún otro, que el problema consiste , no en no gastar, sino en saber gastar, pues hay absolutamente de todo, a tal punto, qque tú puedes ver en las tiendas cualquier cantidad de cosas, para lo que menos te imaginas, y que sabes que no vas a utilizar jamás, pero que tal parece que un duende imaginó que alguien necesitaría algún día.

    Ahora mismo, el día 29 son las rebajas. La gente se lanza a las tiendas a comprar casi de todo. Yo, por ejemplo, en diez años solo he ido dos veces, y en las dos he comprado efectos eléctricos. La última fue el pasado año, donde compré el tv 3d que tengo, un Samsung inteligente de 55 pulgadas que vale cuatro mil y pico, y que cogí en 1899 dólares. Más que un gasto, fue una inversión. La primera vez fue al tercer año de estar aquí, y fue donde compré mi primer tv HD, un sony Bravia de 46 pulgadas (El que tenía era regalado)con un blue ray player y un sistema de surround soud. No pienso volver en largo tiempo, por ahora nada me hace falta, y por trapos no iré nunca. Aquí es más importante tener buen crédito, que tener dinero; y el crédito lo tienes que cuidar, lo cual incluye no gastar irresponsablemente. Si mantienes tu trabajo y regulas inteligentemente tus gastos, puedes vivir muy bien sin complicarte la vida.

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