Las imprevisibles consecuencias de las enfermedades transmisibles en Cuba

Alberto N Jones

Foto: Juan Suarez
Foto: Juan Suarez

HAVANA TIMES — Con creciente regularidad se están reportando brotes de diversas enfermedades transmisibles en Cuba, que han puesto en tela de juicio internacional los niveles higiénicos del país, ya que algunas de ellas se suponían  no existentes o erradicadas.

Las entidades que han golpeado recientemente al país, no son agentes altamente transmisibles con propósitos de bioterrorismo, sino, son entes oportunistas que proliferan masivamente en un medio con deficiente abasto de agua, pésimo manejo de los residuales sólidos y líquidos, pobre protección e higiene del trabajo, limitado control de vectores y el secretismo.

Cada vez que surge un nuevo brote el gobierno se lanza en zafarrancho de combate e introduce costosísimas medidas paliativas consistentes en el establecimiento de zonas de desinfección, fumigación, cuarentena, vacunaciones, fármacos, pesquizaje, saneamiento ambiental, puestos de mando y toda una gama de medidas epidemiológicas, epizootiológicas y terapéuticas que demuestran el arsenal de recursos humanos, profesional, material y la capacidad de movilización con la que cuenta el gobierno.

Lamentablemente, y como la vida ha demostrado una y otra vez, estos esfuerzos se reducen a costosos placebos, que son capaces de neutralizar momentáneamente el proceso infeccioso, que pronto reaparece en cuanto se den las condiciones medio ambientales para su incubación y diseminación.

La solución definitiva de este grave problema, que mancha la imagen sanitaria del país y pone en peligro importantes fuentes de ingresos económicos, no se ha querido enfrentar alegando el enorme costo que conlleva la construcción de acueductos, plantas de purificación de agua, redes de distribución y abasto permanente de agua, que eliminaría los criaderos de vectores.

La necesidad de construir grandes plantas de tratamiento de residuales líquidos es tan urgente como el referente al agua de consumo, ya que su falta se expresa en la contaminación de miles de kilómetros de agua superficiales conteniendo billones de galones de agua potable.

El riesgo de contaminación del manto freático, la destrucción de la flora y la fauna acuática y la eventual superación de la capacidad auto-depuradora de ríos y  mares, ocasionaría el cierre de las playas o la contaminación de los bañistas.

Pocas cosas pudieran tener un efecto más nefasto sobre el turismo y el comercio internacional que las advertencias emitidas por organismos sanitarios internacionales en contra de un país determinado.

Es por ello, que la única forma viable de preservar y desarrollar el turismo, el comercio internacional y la integridad sanitaria del país es mejorando las condiciones medio-ambientales y asegurando la salud ciudadana, mediante una amplia construcción de acueductos, redes de abasto de agua, alcantarillado y plantas de tratamiento de residuales líquidos en cada comunidad con una población de más de 10 mil habitantes.

Esta monumental y billonaria inversión encontrará detractores prestos para impugnar su aplicación, sin tomar en cuenta los cientos de millones que se invierten en cada brote y el peligro real de que estos lleguen a hacerse endémicos.

Dedicar cuantos recursos económicos indispensables se requieran para enfrentar simultáneamente  esta espada de Damocles que pende sobre el futuro de la nación, no es motivo de discusión o análisis.

Ningún beneficio traerá al país la tenencia de miles de caballerías de terrenos agrícolas baldíos, fábricas sub-utilizadas, empresas improductivas o regulaciones arcaicas, que impiden nuevos ingresos económicos al país para enfrentar este y otros retos.

Evitar a tiempo y a toda costa, la presencia y explosión de una entidad transmisible de alta morbimortalidad en el país es la única forma de evitar un regreso al catastrófico periodo especial de los años 90 en Cuba.

2 thoughts on “Las imprevisibles consecuencias de las enfermedades transmisibles en Cuba

  • ¿No vieron en el CubaDice del NTV el reportaje sobre la Salud Pública en Cuba? Una verguenza. Como siempre la cifra que apareció fue el no_se_cuanto de la mortalidad infantil. Esa es la única cifra que existe. Pero además, la unica sala de un hospital que apareció! Preciosa, bien equipada, bien iluminada, con sabanas, almohadas y sobrecamas! Pero además la Salud Pública que vimos se circunscribió solamente a la asistencia médica. Nada de salubridad, epidemiología… totalmente parcializado como Walter Arencibia. Un reportaje tuerto.

  • Agradable sorpresa leer el post del sr.Jones.Gracias,sr.Jones.Bravo HT por la publicacion.Mirta

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