La Tenería de Caibarién, otro ejemplo del desastre

Por Osmel Ramírez Álvarez

Muchos de los desechos del proceso se pierden por falta de la tecnología adecuada para su procesamiento. Foto: Freddy Pérez Cabrera / granma.cu

HAVANA TIMES – Aunque la mayoría de los cubanos consideran el periódico Granma solo como un papel sanitario alternativo; aunque en materia informativa su credibilidad y confiabilidad son bajas por centrarse en la apología y no en la objetividad, debo confesar que siempre procuro leerlo.

Sin exagerar, me he vuelto experto en leer entrelineas para extraer algo de información veraz o útil entre las “medias verdades edulcoradas” y mentiras revestidas. Al menos para contrastar con otros medios y motivar mi trabajo periodístico.

Este último resultó ser el caso al leer un artículo muy gráfico e interesante titulado Tenería de Caibarién, ¿una inversión fallida?, por Freddy Pérez Cabrera, con fecha 23 de mayo de 2019. Debo elogiar al periodista porque, si bien no ahondó en las verdaderas causas de los problemas que revela, ni se preguntó quiénes son los responsables, (cosa comprensible por su condición de periodista oficialista), fue bastante objetivo en su revelación. 

Aquella industria es un desastre e increíblemente lo cuenta el propio Granma. Si Havana Times, Diario de Cuba, Cubanet o 14YMedio lo hubiesen publicado, en el mismo diario partidista dirían que es “manipulación de la prensa contrarrevolucionaria y mercenaria al servicio del imperio”.

Es semejante al periodismo comprometido con la crítica social constructiva que caracteriza el trabajo de la mayor parte de la prensa cubana no oficial. Un trabajo encomiable e imprescindible en toda sociedad civilizada, pero que nuestro gobierno vilmente criminaliza porque promueve libertad y democracia.

Les recomiendo leer el reportaje, pero brevemente les cuento que es una organización empresarial que reflejada a toda nuestra economía y sociedad en general. Esa Tenería, que se llama “Patricio Lumumba”, es la mayor del país, donde procesan el 85% de los cueros de todo el territorio nacional. Fue fundada en 1860 y con la tecnología heredada por la revolución, (así le dicen a los bienes expropiados), procesaban hasta 500 mil m2 al año.

Finalmente, en 2013 se efectuó un proceso inversionista para modernizar la tecnología, que por supuesto costó millones de dólares. Fue un desastre. Hubo tantos atrasos, abandono, falta de claridad en los contratos post montaje y muchas locuras más, que volvieron la inversión un fiasco. Por eso el periodista se pregunta en el título sobre si fue una inversión fallida.

La inversión coincide con la época del gobierno de Raúl Castro, que acababa de reemplazar a casi todo el Consejo de Ministros, incluido Carlos Lage. Presumiblemente esas inversiones fueron proyectadas por el equipo anterior y los suplentes fallaron en su implementación. Pero son ejemplos como estos los que permiten dilucidar la verdadera causa del fracaso de los planes económicos de Raúl y que trajo consigo el ahondamiento de la crisis ahora, ahora más visible bajo el nuevo Gobierno de Díaz Canel: son pésimos administradores.

Con la reconversión tecnológica en la Tenería de Caibarién, varias máquinas no funcionaron nunca y algunas lo hacen en condiciones inapropiadas. Ello, aun logrando aumentar la producción a 800 mil m2, que es mucho menos de lo esperado, ha sido la base de mucha ineficiencia productiva. Lo que se traduce en baja utilidad y por consiguiente precarios salarios. Todo esto ha provocado a la vez inestabilidad de la mano de obra y violaciones de muchas normas y leyes laborales, al no poder asegurar las condiciones adecuadas de trabajo.

Debe ser horrible el panorama cuando el periodista se atrevió a describir, de boca del propio Director Miguel Sariol Espinosa, que “…aquella inversión llevada a cabo a inicios de la actual década no dio los resultados esperados (…), la industria comenzó a deprimirse, provocando un éxodo de trabajadores, (…). Hoy, aunque se ha crecido en fuerza de trabajo, la situación aún es muy compleja, las condiciones de trabajo no son las mejores, se producen muchas roturas, escasean los productos químicos…”.

Las condiciones de trabajo resultan difíciles para los obreros por la carencia de los medios necesarios. Foto: Freddy Pérez Cabrera / granma.cu

El reportaje, certeramente dividido en tres segmentos, termina con un acápite muy sugerente: “Algo más para matar y salar”. Ahí ofrece datos interesantes, pero al leerlos se siente dolor, al ver este país tan destruido y funcionando tan mal. Se constata una vez más el verdadero motivo del fracaso del sistema económico del socialismo autoritario cubano, que en muchos casos como este nada tiene que ver con el bloqueo norteamericano. La prueba es que el periodista no menciona el bloqueo por ningún lado, cosa que es cliché en el periodismo oficial.

Las tenerías cubanas no pueden procesar todos los cueros disponibles en el país por falta de capacidad productiva, por lo que se ven obligados a exportar un porcentaje (que no precisan) de pieles solamente saladas. Según estimaciones también se pierden alrededor del 15% de los cueros por negligencias o incoherencias con las normas establecidas en los mataderos, que podrían ser procesados. Pero la cifra podría ser aún mayor de lo que se reporta y ello sin mencionar las incontables pérdidas por la matanza furtiva.

Todo ello contrasta de forma paradójica con la deprimida industria del calzado y talabartería en el país. Pero, tal vez sirva de alivio o risa: según aseveran, se esfuerzan por “abastecer una parte de la demanda”, igualmente sin precisar la cantidad. Sobran las palabras.

Cabe mencionar, para concluir, que el sector cuentapropista desde su posición relegada e imposibilitada de desarrollo, cubre con sus producciones artesanales más del 50% de la demanda de calzado y accesorios de cuero. Sin embargo, entre otras trabas, tienen prohibido el uso de cuero vacuno, so pena de perder sus licencias y pagar altas multas.

Comúnmente emplean pieles de carnero, que son procesadas igualmente por cuentapropistas en tenerías rústicas. Pero aún bajo estas condiciones lo hacen mucho más eficientemente que las industrias estatales, porque a diferencia de estas logran abastecer sin problemas las necesidades del mercado al que les es permitido acceder.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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6 thoughts on “La Tenería de Caibarién, otro ejemplo del desastre

  • Cuando se suman todos estos desaciertos, se comprende porque estamos tan mal, cuantas inversiones que no han dado resultado, es una pena porque al final nos hemos estancado

  • En las ferias de artesanía si que se ven las abundantes producciones de talabartería y calzado, y se podría cuestionar: de donde sacan tanta piel para hacer carteras, zapatos, y demás mercancia que ofertan.
    La misma historia vieja de empresas fallidas pero con la diferencia que un periodista se atrevió a sacar a la luz.

  • Quemada practicamente entera por una agente de la CIA en 1972 usando el fósforo vivo, el emporio más grande de America Latina en su momento, obra del consorsio Casabón & Cía, constuyó en Caibarien, donde nací y aún vivo, otras dos plantas teneras adjuntas, en un país donde, para trabajar –y esto parece olvidarlo todo el mundo ya– habían vacas. Una flagrante corrupción reciente con un inversionista italiano que salió ileso y unos cuadretes que resultaron encarcelados –aún sin pruebas incriminantes ni evidencias contundentes obra de sus habilidades e impericias de la oficialidad investigadora–, quienes dieron al traste con sus huesos en cárceles y procesos interminables, y lo que considero, cual conjunto de males, obras de la fatalidad/fatuidad ahistóricas, en nación que hace mucho perdió noción de todo.

  • Y son tantos desaciertos que casi es en todo.

  • En el artículo digo algo que me han contado los cuentapropistas, que las pieles son de carnero, porque las de vacuno las tienen prohibidas.

  • Hola amigo, dices que sabes de un proceso legal sobre los dirigentes respoonsables de la mala inversión, pudieras abordar más al respecto?

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