La retirada de Cuba de Más Médicos, ¿demasiado apresurada?

Por Osmel Ramírez Álvarez

Médicos cubanos en Brasil. Foto: 14ymedio.com

HAVANA TIMES – El pasado martes 13 de noviembre el Gobierno cubano, a través del Ministerio de Salud Pública, anunció su retirada del Programa Más Médicos, en Brasil. Fue la respuesta a la mención de futuras exigencias del recientemente electo Jair Bolsonaro, un político muy polémico por sus manifestaciones extremistas y excluyentes, que el próximo 1ro de enero asumirá la presidencia del gigante suramericano.

Las condiciones anunciadas tienen que ver, en primer lugar, con la polémica situación salarial de los galenos cubanos, que solo cobran el 25% del salario que les paga Brasil. El nuevo presidente exige el pago completo, como al resto de los extranjeros que trabajan en Más Médicos. Se ha declarado crítico de lo que califica como “dictadura cubana” y se rehúsa a formar parte de su esquema semiesclavista de financiamiento.

En segundo lugar está el muy cuestionado tema de la familia de los médicos. El futuro mandatario exigiría que Cuba permita que lleven a sus hijos con ellos. Ante el peligro de deserción, que es la forma en que desde La Habana se califica el abandono de un contrato de trabajo en el exterior, dificultar la unión de la familia en la misión es un mecanismo muy efectivo de regulación y control de los recursos humanos y mantener funcionando el lucrativo negocio. No importa que se violen con ello derechos humanos, para ellos el fin justifica los medios.

Y en tercero se encuentra el revalidado de los títulos acreditativos de los profesionales. Cuba lo interpreta como un cuestionamiento a la calidad y profesionalidad de sus colaboradores, pero se conoce que los propios médicos brasileños tienen ese requisito si estudian en el exterior. Y presumiblemente, los médicos extranjeros que no son cubanos y constituyen el 20% de los que integran Más Médicos, también han pasado semejante prueba técnico-burocrática que allá consideran necesaria. Entonces no sería una exigencia a los cubanos, sino la suspensión de un privilegio.

Sin duda, Cuba pudo negociar esas tres cuestiones en 2013, sin muchos obstáculos, por tratarse entonces de un Gobierno aliado de izquierda, el de Dilma Rousseff, y por ser tal vez la única fuente de suficientes médicos para colmar rápidamente la gran demanda de galenos que requería y requiere aun el ambicioso programa social. Como tampoco hubiese existido Más Médicos sin el Partido de los Trabajadores (PT).

Es cierto que Bolsonaro es polémico y su primera intención es atacar al Gobierno cubano, pues lo considera un peligro para su país, por su influencia y trato con un partido tan poderoso como el PT, ahora segunda fuerza política de su nación. Y no es un temor infundado, ya que aunque el PT no se contagió gravemente con la ideología cubana, basta observar el crítico estado de Venezuela para asustarse con el dogma comunista caribeño, aplicado en una dosis mayor.

Justo es reconocer que el PT se mantuvo firme en su ideología socialista demócrata y no dio nunca señales despóticas. Su problema fue de contagio endémico, no importado, con la corrupción, que es uno de los males más arraigados en Brasil, del cual la derecha es la fundadora y mayor implicada por mucho, pero allí en ellos no es un escándalo, es normal porque se sabe que representan al capital.

Llamativo e imperdonable es que la izquierda se corrompa, cuyo baluarte es frenar el apetito voraz capitalista para beneficiar a los sectores sociales más vulnerables. Y la derecha con su mayor capacidad propagandística aprovecha y capitaliza a su favor cualquier falla. El reto del PT es reconocer sus errores, no radicalizarse ante esta prueba y continuar defendiendo el socialismo dentro de la democracia. Sin asomo alguno de totalitarismo, para cuando vuelvan al poder continúen haciendo el bien y superen la crisis mejorando sus fallas, no empeorando.

Creo que no es para nada descabellado que el nuevo presidente quiera renegociar el trato con Cuba, está en su derecho y responde a reclamos de muchos sectores brasileños y cubanos. El problema, quizás, estuvo en la forma en que lo enunció.

También es un hecho que para el Gobierno cubano cualquier cuestionamiento es intolerable, más si las misiones médicas cumplen dos grandes objetivos, de tres: el primero y más importante es la política exterior de comprometimiento y simpatía; en segundo lugar, el negocio, las pingües ganancias. Y tercero, la solidaridad altruista, que sí existe, pero no en primer orden como se esgrime, ni en el Gobierno ni en los médicos. Es solo la realidad, no una crítica infundada.

Creo positivo que nuestro país tenga una empresa de servicios de salud para el extranjero. Es un buen negocio para los profesionales y para el país, aprovechando una fortaleza, bien costosa en muchos términos, ganada con la Revolución. Lo incorrecto es el trato militar y realmente semiesclavo, no solo con el salario.

Si mañana mismo ocurriera un cambio democrático en Cuba considero que ese negocio, que a la vez cumple un rol humanitario, debe continuar como una forma de capitalización de nuestra economía. Solo que debe ser al revés de lo que es hoy, los médicos cobrarían el 70% y la empresa que les gestiona el trabajo el 30% o algo así, tal vez menos, pero siempre lo justo. Y que gocen de una libertad que hoy tampoco tienen, de no usar intermediarios.

Ahora mismo, siendo objetivos, más que apasionados, cuando no tenemos aún ese vital cambio democrático, pensando en el mejor interés de los médicos cubanos, de los pacientes brasileños y de los dos gobiernos antagónicos, el mejor camino no es la retirada brusca, sino negociar.

Considero viable que la OPS, de ser imprescindible su mediación, siga ganando el 5%; la empresa intermediaria cubana que los contrata el 25%, y los médicos el 70% que justamente les corresponde por su trabajo. Así el monto sería alrededor de $2,250 dólares, 37 veces lo que ganan en Cuba. Sería justo que donaran el 20% al Sistema de Salud gratuito en Cuba, para mejorar los hospitales, consultorios y servicios. Un 50% sería un capital inmenso en el contexto económico actual y el 20 haría la diferencia en los servicios de salud cubanos, hoy deplorables.

Algo que fuese ser abierto a monitoreo, sin engaño ni ocultamiento. No como ha ocurrido hasta ahora donde solo poco más de 400 millones de dólares se han empleado en la Salud Pública, de los 11 mil millones ganados mundialmente cada año por los servicios de salud exportados. Si el objetivo fuera primeramente altruista se procuraría una solución así.

Sin embargo, otro ha sido el camino. El Gobierno cubano y los medios de comunicación a su servicio no mencionan igualmente los tres puntos demandados, solo el revalidado de los títulos. Se enfoca repetidamente como denigrante a nuestros profesionales, como si esa fuera la razón principal de la discordia.

Y a sabiendas de que al menos un tercio no regresará, ofrecen excepcionalmente que puedan traer todo lo que quieran de Brasil, sus pertenencias allá y la garantía del empleo que dejaron vacante, aunque el promedio ganado por ellos en nuestro país es de 60 dólares, 15 veces menor que el injusto 25% recibido en la misión. Tampoco se ha divulgado en Cuba el ofrecimiento a todos los médicos del programa que quieran mantener su empleo aceptando el revalidado y cobrando directamente su salario.

Muchos consideran que la reacción radical de Cuba se debió a las expectativas de negocios en iguales términos lucrativos, (70% del salario), con el próximo Gobierno mexicano de López Obrador.  AMLO pudiera aprovechar la salida de los galenos cubanos de Brasil para contar con suficientes profesionales para un programa similar en el país azteca y así colmar parte de las grandes expectativas que ha creado en los grandes sectores menos favorecidos. Esperemos el desenlace.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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5 thoughts on “La retirada de Cuba de Más Médicos, ¿demasiado apresurada?

  • osmel…me podrias decir de donde sacaste eso de que el proximo gobierno mexicano piensa contratar medicos cubanos o hacer un programa similar al “mas medicos” en mexico???…me parece que esos analisis sin conocimiento,las especulaciones sin fundamento y las mentiras soltadas impunemente son las que le quitan credibilidad y seriedad al periodismo libre e independiente…no crees???….

  • No es una noticia, es una posibilidad, un pronostico posible y como tal puede o no suceder. No me acudes de afirmar. Sé que hay gente pensando en eso porque lo leo en facebook, no dije que eran representantes oficiales. La política no es el arte de explicar las cosas en su génesis, sino cuando es prudente, por eso hay que escudriñar y hasta especular. No es un crimen ni desvirtúa como afirmas. Hablo de expectativas, de que “AMLO pudiera aprovechar…”. Haces tormenta en vaso de agua hermano.

  • Debo aclarar que posterior al momento en que envié este artículo y casui coincidiendo con su publicación, la prensa oficial comenzó a tocar el asunto del ofrecimiento de asilo a los médicos. Lo aclaro porque digo aquí que no se mencionaba. Se asocia oficialmente con una confabulación de Bolsonaro con el gobierno de estados unidos en el robo de cerebros a Cuba y el debilitamiento de lo que es hoy su mayor industria, la venta de servicios profesionales. Igual que la exigencia de la revalida de títulos se asocia con denigrar a nuestros médicos.

  • …no hay problema osmel…parece que ahora es normal manejar las noticias al estilo trump donde se analiza,comenta o pronostica cualquier mentira con total desparpajo …me parece poco etico eso de analizar,comentar o pronosticar sin ninguna base solo porque puede suceder o no…en cuba son normales “las bolas” y otros chismes pero eso no lo hace periodismo…y creo que hay mas intento de formar una tormenta en tu falsa especulacion que lo que pretendia yo con mi comentario…

  • Osmel tu articulo es mesurado y describes sin pasion la situacion de explotacion laboral a nivel de semi exclavitud. pero me asombra que asegure que le parece bien que en el socialismo democratico dejaria este horrendo sistema pero esta vez con menos explotacion dejandole el 70% del salario a los medicos. Es decir que le parece bien que un gobierno le robe parte del salario a un trabajador, aunque sea “un poquito”.

    No Osmel, en el mundo civilizado los gobiernos y el estado recaudan impuestos no le mete la mano en el bolsillo a los trabajadores selectivamente. Los impuestos garanticen que todos los ciudadanos aporten al desarrollo del pais de forma proporcional a la renta que recibe. Los medicos tambien deben pagar impuestos pero en la misma proporcion que el resto de los ciudadanos que reciban igual renta.

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